Hemos estado ya dos veces en A La Fresca y no podemos hacer otra cosa que recomendarlo con entusiasmo. La primera visita fue el verano pasado, durante nuestras vacaciones por la zona, siguiendo la recomendación de una amiga. Esta segunda vez, hace un par de semanas, volvimos a cenar allí, esta vez acompañados por ella. Ya solo eso lo dice todo.
Desde el primer momento, el trato del personal es sobresaliente. Cercanos, atentos y siempre pendientes de que todo estuviera a nuestro gusto, pero sin agobiar. Se agradece muchísimo esa amabilidad genuina que hace que te sientas bienvenido nada más llegar.
Primera visita:
Compartimos unos calamares a la andaluza, tiernos por dentro y con un rebozado crujiente en su punto. De segundo, mi mujer pidió salmón a la plancha, muy jugoso y sabroso; nuestra hija tomó una combinación de patata, escalivada y solomillo que le encantó; y yo elegí entrecot a la brasa, con muy buen sabor y en su punto justo. De postre, ellas tomaron helado de higo y frutos del bosque, y yo probé la tarta de queso, que me pareció excelente.
Segunda visita:
Repetimos los calamares a la andaluza para picar, y añadimos un pincho de chistorra que nos sorprendió muy gratamente: sabroso, bien cocinado y perfecto para compartir. Nuestra amiga se decidió por la hamburguesa PAY PAY, que pude probar y estaba realmente buena. Mi mujer volvió al salmón, nuestra hija eligió longanizas a la brasa, y yo pedí el solomillo. Todo volvió a estar muy rico. Se nota que trabajan con productos de calidad y que el equipo de cocina sabe muy bien lo que hace. El resultado es redondo.
Para terminar, otra ronda de helados, esta vez con sabores de coco, higo, frutos del bosque y maracuyá. Por mi parte, cómo no, repetí la tarta de queso. Sigue siendo una auténtica delicia.
El entorno es encantador, con mesas al aire libre, luces colgadas entre los árboles y un ambiente tranquilo y acogedor, ideal tanto para una cena relajada como para compartir con amigos. Además, la ubicación es cómoda, fácil para aparcar y en una calle tranquila con mucho encanto.
Subimos algunas fotos de esta segunda visita. En A La Fresca todo es tan bonito como sabroso. Aquí no se viene solo a cenar, se viene a...
Read moreAnoche fuimos a cenar "A la Fresca" y todavía no hemos bajado de la nube. Un rincón con alma mediterránea, de esos que no se encuentran, se descubren.
✨ Ambiente mágico, luces colgadas entre árboles, mesas al aire libre, airecito del mar y un atardecer que parecía pintado con acuarela. Ideal tanto para cenas románticas como para disfrutar entre amigos. Tranquilo pero con vida, familiar pero elegante.
🍴¿Y la comida? Un escándalo. Todo empezó con una ronda de croquetas: las “PayPay” (redondas) y las clásicas de bacalao (alargadas), crujientes por fuera y cremosas por dentro, como debe ser. Seguimos con unas patatas bravas con salsas caseras que no eran bravas, eran heroínas. 🥔🔥
🐙 El pulpo a la gallega fue otro nivel. Tierno, sabroso, bañado en aceite y pimentón sobre rodajas de patata que recogían todo el jugo. 🐟 Las sardinas, directas de la brasa al plato, con su tomate asado al lado como manda la tradición. 🦪 Los mejillones venían en cazuela humeante, jugosos, con ese sabor a mar que te lleva de golpe al puerto.
🍷 Vino blanco Libalis: 7 copas por 28 €. Una apuesta arriesgada y brutal. Frutal, aromático, fresquísimo. Perfecto para acompañar el festín. 🍺 Jarras, pintas y cañas no faltaron… ¡ni las olivas invitadas de la casa!
💰 La cuenta final (109,35 € con todo incluido, IVA y sonrisas): más que razonable por una experiencia redonda.
📍 Ubicación: fácil de llegar, cómodo para aparcar y con ese encanto de estar en una callecita tranquila pero viva de Cambrils.
📸 Y sí, lo mejor de todo… ¡es que todo es tan fotogénico como sabroso! Cada plato es un “hazme foto antes de comerme”.
🎯 Conclusión: Si pasas por Cambrils y no cenas en A la Fresca, no has estado en Cambrils de verdad. Aquí no se viene solo a comer… se viene a saborear el verano.
🔥 Volveremos. Seguro. Con más hambre y más ganas de repetir este festín...
Read moreUn 10 de lloc. Imprescindible si passes per Cambrils, i vols un lloc autèntic, amb bon ambient i menjar de casa i casola.
A la Fresca és un d’aquells restaurants que et fan sentir com a casa des del primer moment. El tracte és increïble, de veritat. Un equip de gent jove, amb ganes, il·lusió i molt saber fer, que atenen amb una professionalitat i una calidesa que avui dia costa de trobar.
El menjar és de somni: plats casolans, ben elaborats, fets amb molt d’amor i carinyo, i això es nota en cada mos. Tot el que hem tastat ha estat boníssim, de qualitat, i amb una presentació senzilla però cuidada. No és d’estranyar que hàgim repetit més d’un dia!
L’ambient és tranquil i familiar, perfecte tant per sopar en parella com per compartir amb amics o família. L’espai és acollidor, amb un encant especial que et convida a quedar-te i un espai on els petits de casa s’ho passen d’allò més bé. A més, és molt aprop de la platja i té uns preus molt correctes amb el servei i calitat.
Per aquest motiu, no podem fer altra cosa que recomanar-lo amb els ulls tancats. Un lloc autèntic, honest i molt especial. Segur que hi tornarem.
Moles gràcies per la feina ben feta, el servei...
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