El Refugio — Restaurant in Candelario

Servicio pésimo y con malas formas:

Algo fuera de lo normal. No me había pasado en la vida. Servicio penoso, malas formas de la camarera.

Para poneros en contexto, deciros, que mi pareja y yo, lo único que hicimos fue pedirle con toda la educación del mundo, un par de cafés. Mientras los preparaba, le pregunte que si era normal que un domingo a las 11 de la mañana, la mayoría de los bares del pueblo estuvieran cerrados, ya que me parecía extraño.

En ese momento, la mujer me dijo que no era su problema, que ella pagaba sus impuestos, y no se que más, y que mi pregunta era absurda. Le dije que me perdonara si había dicho algo que le hubiera sentado mal y que lo que me parecía absurdo y de muy mala educación era su respuesta hacia nosotros.

En ese momento la mujer se irrito más y me dijo que no me ponía los cafés. Sin más nos fuimos, ya que nada más verla y cruzar dos palabras, te das cuenta de que viven del enfrentamiento.

Posteriormente en el pueblo, nos encontramos con los dos grupos de persona que estaban en el bar cuando sucedió el incidente, apoyándonos y diciendo que se quedaron impresionados y con mal cuerpo, después de haber visto la reacción de la señora. Tb. nos comentaron que una persona del pueblo que había observado el percance, le dijo en distintas ocasiones que se había pasado tres pueblos.

Muy triste el incidente. Nada...

La verdad es que nos atendieron muy bien en la hora de la comida. La comida tipo raciones y salvo que, la única pega que puedo poner es el exceso de aceite en las patatas, la comida nos dejó buen sabor de boca. Los postres caseros (arroz con leche y natillas) muy buenos. Mala experiencia al salir del bar y entrar a la tienda de al lado donde venden productos típicos de la zona y que parece ser negocio alternativo del mismo bar por la puerta que me pareció ver que une ambos locales. La dueña y/o cocinera, o el cargo que desempeñe en el bar, se acercó a mi hija para que, sin motivo alguno, le enseñase lo que habíamos comprado en el museo de la chacineria poniendo excusa de ser ella muy cotilla. Más vergüenza nos ha dado a nosotros que a ella, pensar tras comentar la dantesca situación fuera, que pensasen que nos podriamos haber llevado algo que no fuese nuestro. Una experiencia bastante fea con esta señora que debería hacérselo mirar un poquito. Toda la buena experiencia de antes con la impresión del negocio nos la tiró por tierra la...

Lunes de Pascua, de retorno de la Semana Santa malagueña vía Ruta de la Plata, decidimos parar -casi cuarenta años despúes-, en Candelario. Casi toda la hostelería cerrada. Tomamos café y manzanilla en la mesa-trillo del Bar El Refugio (tras el reciente paso de un grupo numerosísimo de visitantes: vasos, copas, tazas y platos en abundancia por todo el local y mesas exteriores). Recorrimos el pueblo con detalle y tranquilidad. A las 16:00 regresamos a El Refugio, y preguntamos para comer algo: rápidamente estábamos sentados, con dos cervezas delante y, en poco más tiempo, un buen plato de embutidos y otro de patatas revolconas, meneás o removidas (al gusto). A las ¡16:46 h. ! dejamos el local. Resúmen: trato directo y franco, servicial y atento; embutidos de calidad y en abundancia (parte los llevamos en papel de aluminio para consumo tardío); y patatas revolconas de quitarse el sombrero y aflojar el cinturón. Fotos y tarifa, y que cada...