Bar restaurante Orandi. Comida tradicional asturiana. — Restaurant in Cangas de Onís

Situado al pie de la carretera que une Cangas de Onís con Covadonga, dispone de un amplio aparcamiento; es un restaurante grande y luminoso, cuenta con dos terrazas, una de ella cubierta.

Anuncian Carta y Menú por lo que decidimos parar allí; el encargado de la terraza nos asignó una mesa y nos trajo la carta: varios primeros, varios segundos, carnes, pescados, lo típico; los precios entre los 11 y los 21 € por plato, más los platos espéciales que superaban estas cifras; del menú no había información.

Cuando llegó a tomar la comanda y le preguntamos por el menú fue como si hubiera visto a la bicha del pantano: Se acabaron la cordialidad y las buenas maneras; nos trajo la información de los dos menús (uno de 25 y otro de 15 €) se fue a atender otras mesas y allí nos quedamos hasta que tuvo a bien volver.

Al caballero en cuestión no le agrado lo más mínimo que pidiéramos el menú de 15 €, no sé si es que cobra a comisión por comensal, y a partir de ahí la situación fue esperpéntica: desde que nos pusieron el servicio de mesa hasta que nos trajeron la bebida transcurrieron varios minutos y desde ese momento hasta que nos trajeron el primer plato más de 10 minutos, a las mesas contiguas las servían con más celeridad, también es cierto que eran comandas de carta y alguna parrillada de la casa de las de 80 €.

Entre el primer y el segundo plato tuvimos que esperar un tiempo similar al transcurrido desde la comanda hasta que nos trajeron el primero; mientras el servicio al resto de las mesas era más fluido.

Pedimos un postre y dos cafés para finalizar la comida y vuelta a la espera, para cuando llego el bombón crocanti, por cierto, de la marca Hacendado de Mercadona, que había pedido mi acompañante, alguna de las mesas que habían llegado después de nosotros ya había terminado con el postre y había pedido la cuenta.

La comida, Pote Asturiano y Ternera en salsa era de buena calidad y estaba bien cocinada, nada que ver con el trato y la atención recibida.

No sé si volveré a Covadonga, lo que si se es que a los sitios donde me hacen sentirme mal o me tratan indebidamente no vuelvo nunca más y a la gente que conozco le recomiendo...

NO Volveremos. Eramos tres adultos y una niña. Al entrar había un cartel que ponía "Hay Menú y Carta". Al final de la carta figura la mención a un menú por 17 euros y un menú especial por 24 euros, sin detallar que incluyen. NO te ofrecen ninguno de los dos. Tienes que preguntar al camarero para saber que incluyen ambos menús, que no oculta su falta de interes en los menús. Hay que ofrecerle al cliente tanto el menú como la carta y tratarlo igual de bien pidan una cosa u otra. Al final pedimos 4 platos de la carta, preguntando al camarero que si eran muy abundantes porque no nos gusta tirar la comida. Nos dijo que estaba bien. La verdad es que podíamos haber comido los 4 solo con dos platos, como mucho con tres. Te ofrecen un tupper por 1 euro para lo que sobra, pero cuando estás de vacaciones el tupper no siempre es una alternativa válida. El solomillo a la pimienta no especifica de qué es y pensamos que era de ternera por el precio. Sin embargo era un solomillo de cerdo ENTERO, excesivo para una sola persona y poco hecho en algun trozo, traia la salsa de pimienta en un bol separado, eso esta bien. La fabada era correcta de cantidad y estaba buena. El escalope de ternera estaba un poco duro, también era muy grande, para compartir. El entrecot fue lo mejor, estaba bueno. Más de 90 euros nos costó la comida con agua y dos cañas y sin postres ni cafes. Lo que fue terrible fue que al traer la comida acudieron a la mesa un batallón de moscas que no te dejaban comer. Alguna de ellas incluso se ahogó en la salsa del solomillo y si no estabas espabilado hasta en la boca te entraban, junto con la carne. Nos cambiaron de mesa, pero las moscas vinieron con nosotros y eso nos estropeó la comida. Es importante decir que estuvimos en todo momento en el interior, nunca en la terraza. Hay mosquiteras muy prácticas para evitar estas situaciones, se las recomiendo si quieren que los clientes puedan...

Lo negativo: -A pesar de poner en un cartel de la entrada que había menú del día, ni los lo han traído ni nos han informado verbalmente. El camarero sólo nos ha traído la carta y nos ha repetido en varias ocasiones que pidiésemos cabrito o cordero. Finalmente, hemos pedido 2 platos de escalopines con Cabrales y una dorada (pescado del día). Después de haber pedido, hemos oído que otros clientes comentaban algo del menú, hemos preguntado y el camarero nos ha dicho que habíamos pedido bien, que en el menú sólo había ternera y lomo. -Los escalopines estaban incomibles, llenos de nervios y durísimos. Llevamos varios años pasando las vacaciones en Asturias y es un plato que pedimos mucho y que, a excepción de en este restaurante, siempre ha estado bien hecho y con buena carne. En esta ocasión, se los ha comido mayoritariamente mi perro. -He pedido una segunda bebida, el camarero me ha dicho que enseguida pero a los 15 minutos he tenido que pedírsela a otro (el que nos atendía estaba muy liado y apenas se acercaba). -Cuando hemos pedido la cuenta, hemos comentado que no era de recibo que pusieran en la carta un plato con género de tan mala calidad, que no habíamos podido comerlo. El camarero ha dicho que no era culpa suya y los ha cobrado como si fueran comestibles. -No hay opciones para vegetarianos. Lo positivo: Hemos llegado después de las 4 pm y nos han atendido sin problema. Hemos comido en la terraza ya que llevábamos un perrito. Hacía calor pero entiendo que no hayamos podido estar en el comedor con el perro. La dorada...