Hoy hemos comido en el restaurante Dos Chata en Cangas, en Pontevedra.
Dos Chata se encuentra en la Rua Alfredo Saralegui 28, en Cangas do Morrazo. El restaurante ofrece un ambiente acogedor y familiar, ideal tanto para comidas casuales como para celebraciones especiales. La decoración es sencilla pero elegante, con un toque rústico que añade calidez al lugar.
El menú de Dos Chata es variado y se centra en la cocina mediterránea y española, con opciones vegetarianas y veganas disponibles. Entre sus especialidades destacan las tortillas, que son muy apreciadas por su sabor y textura. Otros platos recomendados incluyen el pulpo, la carrillada y la lubina al horno. Los ingredientes son frescos y de alta calidad, lo que se refleja en el sabor de los platos. Nosotros hemos comido un delicioso pulpo a feira, unas zamburiñas frescas a la plancha y unos huevos rotos con gulas y gambas.
El servicio en Dos Chata es uno de sus puntos fuertes. Sus dos camareras son amables y atentas, siempre dispuestas a recomendar platos y asegurarse de que tengas una experiencia agradable. La atención al cliente es personalizada, lo que hace que la visita sea especial.
Destacamos la calidad de la comida, el excelente trato del personal y el ambiente acogedor, con un local agradable y acogedor.
El rango de precios de la carta es razonable, con platos que oscilan entre los 15 y 20 euros. La relación calidad-precio es buena, especialmente teniendo en cuenta la calidad de los ingredientes y el nivel de servicio.
Dos Chata es una excelente opción para quienes buscan disfrutar de una buena comida en un ambiente acogedor en Cangas do Morrazo. Con su variado menú, atención personalizada y ambiente agradable, es un lugar que vale la pena visitar. Ya sea para una comida casual o una celebración especial, Dos Chata no defrauda. A nosotros nos...
Read moreFuimos a cenar un viernes… nos gustó y repetimos el sábado.
El primer día cenamos en terraza, con unas vistas preciosas al puerto de Cangas. El trato inmejorable, incluso el detalle de “te pongo una silla para que no dejes el bolso en el suelo”. Pedimos el jamón ibérico que estaba buenísimo, cortado a cuchillo al momento (pese a estar en terraza lo vimos) y con un tamaño más que correcto (aunque de lo bueno que estaba daban ganas de pedirles que no pararan de cortar). Pedimos también una de calamares y un revuelto de gulas y gambas, todo ello muy rico. Acompañamos todo con una botella de vino. No tuvimos hueco para el postre.
El segundo día, con todo lleno hasta la bandera y todos los camareros sin parar, nos hicieron hueco dentro. El local súper limpio y bien cuidado, lógicamente las vistas de la terraza no las teníamos como la noche anterior, pero aún así el ambiente era agradable. Esta vez pedimos la cecina de wagyu que estaba rica, las croquetas mixtas (muy buenas las de choco, pero las de jamón eran otro nivel) y las gambas al ajillo que era aquello una delicia. Esta vez si dejamos hueco para el postre, pedimos el coulant que estaba muy rico pero se nos hizo raro que viniera en vaso y la tarta de pantera rosa que de sabor estaba muy lograda pero que de tamaño era demasiado grande (quizás con solo un postre nos hubiera llegado). A mayores los cafés.
A destacar el maravilloso trato del personal (de la jefa en especial). Precio correcto y acorde a lo que ofrecen (salimos por 70-75€ la noche, 2 personas). Sitio...
Read moreConozco este lugar desde que lo abrieron y desgraciadamente desde hace un par de años que lo veo en decadencia. La última vez que lo visitamos, fue por un cumpleaños y no fue la velada esperada. Primero pedimos dos vinos de la carta y ya en la copa vimos perfectamente la diferencia de cantidad de uno a otro. El que era más caro literalmente echaron un dedo de copa. Se lo comentamos a la jefa-camarera y nos dijo que esa medida era la correcta y el que estaba equivocado era la otra copa que habían puesto de más (eso es de muy mala atención al cliente. ¿Qué le costaba poner una gota más en la copa necesaria?) además que se pagó 3€ por un dedo de vino. Pedimos un plato de carne por persona. Trajeron uno y el otro se olvidaron. Lo dijimos y le preguntamos que trajeran los dos a la vez y volviesen a calentar el primero. Efectivamente trajeron los dos a la vez pero el primer plato seguía frío como antes. El fois caramelizado, estaba bueno. Pero debías comerlo rápido porque el caramelizado se quedaba frío y duro y ya no podías cogerlo. Con lo que quiero decir que no estaba bien cocinado. La camarera que recogía los platos era nueva ( y con todo respeto a los comienzos) se les debe enseñar unos mínimos. La chica iba trayendo platos nuevos sin recoger los antiguos. Así que la mesa era un caos. Lo siento pero ya no es lo que era como cuando comenzaron. Aparte que recuerdo la calidad de la comida también cambio. El año pasado volví para pedir algo para llevar y ya lo noté. Espero...
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