El horno — Restaurant in Caravaca de la Cruz

Desayuno un viernes por la mañana hace unas semanas. 2 personas: 2 cafés, un donut y una napolitana (en sala). Parece fácil ¿verdad? Pues no. Para empezar, el local estaba a la mitad, o sea que la excusa de la clientela no es válida. Llegamos allí para tener un desayuno tranquilo y relajado, pero hasta yendo sin prisas te desesperan. Tardaron un montón en tomarnos nota, y hasta vimos cómo a personas que llegaron después les atendieron e incluso sirvieron antes que a nosotros. Sabemos cómo funciona la hostelería y lo complicado que puede ser a veces, por eso no quisimos increpar. Ojalá lo hubiéramos hecho. Aún así, ni una disculpa cuando al atendernos respondimos a cuánto tiempo llevábamos sentados ya que nos preguntaron. Tardaron muchísimo en sacar los cafés pero más en sacar la bollería (con los cafés ya fríos, que ya es decir) y eso que está al lado en la caja y no había una gran afluencia de gente que pudiera retener el mostrador (como si coger 2 cosas fuera la tarea más larga del mundo). Total, cuando llegaron los cafés, a la camarera se le derramó uno por el camino. No le quisimos dar importancia ya que es un fallo muy común en hostelería, pero eso se fue al garete cuando nada más llegar la propia camarera nos dijo "que le pusiéramos servilletas para no mancharnos". Tampoco se disculpó, ni se le ocurrió traer un platillo seco para cambiarlo ni nada, solo que le pusiéramos servilletas. Contando además que los cafés vinieron sin cucharillas. Es de risa. Llegó la situación a un punto tan caótico que nos daba miedo quejarnos o pedir las cosas porque sabíamos que capaz iba a ocurrir cualquier otra cosa o que incluso no nos iban a hacer caso. Estuvimos más de una hora allí desde que nos sentamos hasta que nos acabamos el desayuno, y nada más acabar de comer nos fuimos. Ni sobremesa ni nada, más de la mitad del tiempo en la cafetería fue esperando la comanda. Por supuesto fueron rápidas al cobrarnos, eso nunca falla. En fin, es un local al que se va porque en el pueblo no hay gran selección de sitios que ofrezcan más variedad y opciones que un típico bar o cafetería, pero siempre que voy me quejo de algo porque siempre pasan cosas. Hasta amigos de fuera que vienen al pueblo cada cierto tiempo piensan igual porque lo han vivido en sus carnes y la idea de ir a la cafetería les produce hasta rechazo. Encima muchas veces el trato y el servicio cuestionable viene de camareras que ya llevan más de un año trabajando allí, si en ese tiempo no eres bueno en tu trabajo entonces es que trabajas con desgana y no quieres desempeñar tu trabajo con calidad. Eso y que todos serán iguales, no creo que los dueños quieran tener a trabajadores así a no ser que ellos sean iguales o peores. Repito lo que he dicho antes: la hostelería es difícil y lo sabemos de primera mano, pero no todo vale. No queráis recibir un buen trato si no se lo dais a vuestros clientes. Yo me lo haría mirar, pero ahora me dirán que me lo invento o cualquier cosa por el estilo. No me preocupa tampoco, sé que no somos las primeras ni las últimas personas a quienes le pasa y le va a pasar esto, en el pueblo ya todo se sabe y todo se habla. Y me da igual que la reseña no sea super reciente, tendemos a tener reparo con poner malas reseñas pero hay que enseñarle a la gente lo que le rodea. A ver con qué excusa salen aparte de invitarme a no volver más, a ver dónde está esa profesionalidad de la que tanto...

We arrived on a public holiday and had a salmon sandwich, cesar salad and an egg and pulled pork burger between three of us. The service was prompt, friendly and helpful. I was asked if I was very hungry because of the size of my burger. I was and it was delicious, as were the salad and sandwich, which had a very large portion of salmon. For dessert we had a delicious crema Napolitana and equally delicious tarta de queso. They were so good, we bought some more to take away. All of the food arrived quickly. It was pretty quiet due to the public holiday so I can't really comment on the atmosphere. All of that plus a beer, wine and coffee was...

Fuimos para merendar, gofre, tarta de chocolate y tarta de queso. Estaba todo bueno, repetiría. Lo único creo que la atención por parte del personal podría mejorar, explico lo más brevemente porqué:

1. Preguntamos acerca de los toppings del gofre y la camarera no solo no supo respondernos porque no tenía ni idea de los productos que venden en su local, sino que nos contestó de mala manera, como si fuéramos tontos.

2. Le pregunté si podía servir mi té de vainilla con leche y me dijo que no sabía si lo incluía o no, le dije que lo trajera igualmente (aunque se cobrara a parte). No me lo trajeron.

3. La tarta de queso (de horno) que tienen en exposición tiene una pinta espectacular. Pedimos 2 trozos de tarta de queso, nos llegan dos trozos de tarta de queso que NO es la de la exposición. Pregunto y me dicen que la de la exposición es tarta de horno y que la que han traído es fría. Yo la de fría en ningún momento la he visto, lógicamente si no sé qué tienen 2 tipos no especifico al pedirla, pero la camarera sería bueno que aclarara y preguntara: ¿tarta de horno o tarta fría? Pues no lo preguntó y me tuve que comer la tarta, que no estaba mala pero no es lo que yo quería.

(Aclaración: en su carta ONLINE ni siquiera aparece que tengan tarta de queso, la pedimos porque la vimos en exposición)

Y ya por último para desahogarme un poco se lo comento a la camarera que está en caja cobrando. La chica no tiene culpa de nada pero me dice tenemos que especificar cuál queremos.

Lo dicho, los productos son buenos pero casualmente nos tocó el personal inapropiado y no cualificado. Por eso...