Can jeff — Restaurant in Cardona

Поехали посмотреть Зáмок Кардона (Castell de Cardona), и озадачились обедом в тех краях. Ближайшие рестораны были все забиты несмотря на их "туристические" цены (меню около 30€!), и отзывы о них были не супер. В 10-ти минутах езды от замка, прямо у дороги, нашли этот ресторан Can Jeff. Место не туристическое, чисто для местных, как по качеству и объёму блюд, так и по ценам. Антураж уютный, хотя немного больше похож на хорошую столовую, чем на классический ресторан. Персонал очень приветливый. Заказали два комплексных меню для взрослых и дополнительно два блюда для детей. Заказ подали довольно быстро, дети даже не успели наиграться на площадке которая есть снаружи ресторана. Итого нам подали: три блюда морепродуктов (gambas, almejas, mejillones), все в соусе. Кольца кальмара, рыбные крокеты. Детям - отбивные с картошкой. Два антрекота на гриле, с картошкой фри и грибами, да такого размера что даже я еле справился. Причем при приёме заказа спрашивали какой прожарки делать, и потом Шеф выходил и уточнял, нравится ли нам мясо или желаем чтобы прожарили ещё (я заказывал poco hecho и попросил дожарить ещё.) Плюс бутылка вина, две колы, три мороженых, один кофе, вода, хлеб. Всё было очень вкусно. За всё заплатили 65 евро, выкатывались оттуда как Винни-Пухи. На прощание нам сказали, что теперь это наш дом, и действительно, мы туда ещё обязательно вернемся. Ps. Ребята, один кофе стоит 1.2€. Вы вообще такие цены в...

Buenos días. Lo que responde el propietario con respecto al comentario de Vicky es totalmente inventado. Yo acompañaba a Vicky ayer viernes. En local estaba medio vacío y eran las 14:25. Entramos, nos dijeron “Hola” y nos quedamos de pie esperando que alguien nos indicara dónde sentarnos. Como no nos dijo nadie nada, no sentamos en una de las numerosas mesas vacías y ya preparadas. Mirábamos y hacíamos indicaciones a las dos personas que atendían la sala, una chica joven y una señora más madura de pelo corto. Ellas a su vez nos miraban a nosotros pero no se acercaban. Se limitaban a atender a la gente que ya conocían, llamándoles por su nombre entre sonrisas y a recoger otras mesas que habían sido usadas. Nosotros éramos invisibles. Y eso que estábamos sentados junto a la barra, desde donde nos veían con claridad. Hartos de esperar después de casi media hora, nos levantamos sin prisa y al marcharnos pude decirle a la chica: “Si no voleu que dinem, ho dieu”. En ningún momento, aparte del “hola” inicial, nos dirigieron la palabra. Ni para decir “ahora os atiendo” ni para saber si queríamos tomar algo mientras esperábamos… Y repito: el local estaba casi vacío, porque solo estaban ocupadas la mitad de las mesas alrededor de la barra. Y todo el mundo estaba atendido. Sirviendo segundos, postres y copas. Una pena, porque la fideuá que se estaban comiendo otros tenía...

Estuvimos el día 01/4 pareja y yo a comer. Sinceramente, nunca me había sentido tan agusto en un restaurante, y eso que no habíamos estado anteriormente, ya que no somos de la zona. La amabilidad de Loli, su coservicio y dedicación a sus clientes es maravillosa. Y qué decir de sus platos... Tenían un menú en el que todos los platos son caseros, se nota la calidad de sus productos y la buena elaboración que detrás de cada uno. Pedimos de primero: canelones, un huevos al plato y de segundo: patas de cerdo con gambas y costillar de cerdo a baja temperatura con miel. Como vió que nos quedamos con las ganas de probar las carrileras, nos trajo una para probar. Todo espectacular y muy buena cantidad. De postres, lo mismo...nos sorprendió gratamente su tarta de queso. Loli nos presentó a su marido, que es el cocinero, al que felicitamos por su buen trabajo. Cuando descubres un sitio así, te das cuenta cuando se cocina con pasión y ganas. Tenemos pendiente volver para probar sus famosos callos. Muchas gracias por el buen día que nos hicisteis pasar....