El restaurante muy bonito , me encanto la decoración y sus detalles y la terraza de fuera .No te esperas encontrar este restaurante en una zona de polígono .

Reservamos para 16 y fuimos 17 , y eso ya pareció ser un problema.

Respecto el personal , entraron con muy mal pie , muy estupidos y poco profesionales , parecía que nos hicieran un favor , cuando el favor se lo hacemos nosotros y no te hacen sentir cómod@ .A nuestra ida mejoraron pero para mi gusto ya era tarde. Tema comida… Entrantes bastante bien, lo mejor la ensalada , el provolone y los fideos a la llauna, .. la bomba muy normal y el hummus caliente no nos gustó nada. Segundos: Canelón extra grande , bueno ,pero demasiado pesado ( hay q ir con hambre), tataki bueno de sabor ,pero cortado en trozos demasiado gordos , albóndigas sin más , pulpo para mi gusto normal ( chafan la patata cuando tienen un parmentier de calabaza que si ponen con el tataki , mejoraría el plato muchísimo) Comida de niños: macarrones salados , no digo más

Postres poca variedad , las trufas .. hubo variedad de opiniones … para mi muy insípidos.

En fin , no volveremos.. podría haber sido en una experiencia buenísima y se quedó en una experiencia sin más