Si eres catalán o has vivido en Cataluña y ya los habías comido no vayas porque te defraudarás. Hicimos una reserva para comer calçots y caracoles a la llauna (lata). Es decir los caracoles van sin salsa, bien secos y luego tú los puedes mojar en alioli o bien en la salsa romesco que está hecha con tomate asado, almendras, ajos asados bien de aceite de OVE... y era una salsa muy muy deficiente. Esa era nuestra petición al hacer la reserva y se nos dijo que sí. Mi marido es catalán de Lérida y yo he vivido 21 años en Cataluña. Los calçots regularesun pelín duros en su interior y la salsa romesco un tomate triturado y poco más. El alioli soso de sal y ajo. A los caracoles les hace una salseta bastante insípida a base de harina (me dijo que era pan rallado) pero da penita verlos los sirve eso sí en una lata. Los retiró y no los cobró. Yo necesitaba comer y la carne que yo había visto en fotos que publican los clientes es por encargo. Entonces le pedí una tabla de embutido y me puso butifarra blanca y negra. La butifarra blanca estaba rancia olía y sabía a rancio. La puse en una servilleta y me la guardé ya que me daba vergüenza decírselo. La negra estaba bien. La butifarra con alubias blancas también regulera. Le aconsejo que las encargue en Vic o Manresa allí las hacen muy jugosas. El vino en el que la cocina no tiene participación excelente. Y los postres exquisitos, evidentemente hechos en Thermomix, arroz con leche y crema catalana. El camarero de lo que le preguntes no sabe nada, ni siquiera de dónde son las olivas que muy amablemente nos pusieron y que estaban riquísimas. En resumidas cuentas un restaurante con aspiraciones que quedan en nada. Fue un fiasco total por el módico precio de 102.90 para 2 personas. Sería recomendable que Chicote fuera pero de incógnito (como el jefe infiltrado). En ese total los caracoles no están incluidos porque no comimos nada más que dos. El tema de los caracoles lo resolvió diciendo que al estar en Murcia pues que la manera de hacerlos era más comercial. Yo he comido caracoles estilo murciano y van con salsa de tomate, cebolla, jamón en fin una delicia. Y repito de "a la llauna" nada de nada. Es más le dije que pusiera en la carta caracoles "a mi manera". No veo manera de publicar las fotos...
Read moreEn el corazón del campo de Cartagena, el restaurante La Cerdanya se alza como un referente del sabor donde tradición e historia se dan la mano. Bajo la dirección del chef Juan Regis, el espacio se convierte en una experiencia sensorial que trasciende lo puramente gastronómico. Cada plato es un homenaje a los sabores olvidados, una travesía por la memoria culinaria de la región, cocinada con mimo, paciencia y respeto por los tiempos. El ambiente rústico y cuidado, unido a un servicio cercano y conocedor, invita al comensal a detenerse y disfrutar de una cocina que emociona tanto por su sencillez como por su profundidad. Lo que realmente distingue a La Cerdanya es su apuesta decidida por la Arqueococina®, una filosofía que recupera recetas ancestrales sin artificios modernos. Aquí no hay lugar para los aditivos ni los atajos industriales: solo ingredientes naturales, técnicas tradicionales y un profundo conocimiento del legado culinario. Desde un guiso cocinado lentamente hasta un postre elaborado con métodos de siempre, cada bocado cuenta una historia. Más que un restaurante, La Cerdanya es un espacio donde se saborea el pasado con autenticidad y se revaloriza el acto de cocinar...
Read moreEntrar en la Cerdanya es el equivalente a atravesar una puerta y encontrar que el tiempo se ha parado. Todo cobra otra dimensión. No existe la prisa, nada sucede con rapidez, todo es reposado. Y eso se nota desde la primera conversación con el jefe de sala. Da gusto conversar en un espacio donde no es necesario gritar para comunicarse. Son especialistas en hacer de un plato, poesía. Esa es la característica de este local. No puedes decir que no a ninguna propuesta y querrías probarlo todo. Seis amigos degustamos; bacalao en reducción de tomate de pera, fideuá con buey, canelones, lasaña, anchoas, paté de campaña, pan de masa madre, sobrasada casera, crema Catalana y arroz con leche…y alguna cosa más que se me escapa. El vino, excelente, era una apuesta del local: fruto noble, vino de finca, orgánica. Crianza. Café y orujos. Por último quiero destacar que la Cerdanya es un lugar que hay que merecerse. Apto para gente que sepa apreciar el trabajo bien hecho....
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