Restaurant El Mirador del Port — Restaurant in Castelló de la Plana

I love sea urchin and scallops which were both available on the menu, so I was so looking forward to eating them. It's been long time since I last had them. The sea serchin arrived, they were cooked in gratin which I knew, but it was so so salty and I couldn't taste any sea urchin. It's absolutely waste to cook sea urchin in this way. Sea urchin is such a delicacy. I felt quite bloated after eating the 3 quite expensive (€7 each) Then came the 3 pan fried scallops which were not big, but one of them was so so tiny that there was only one tiny bit of white meat with a piece of roe. I should have returned it. My husband had the prawn balls which were ok and the sole was just ok. I will not recommend this restaurant at all. It was expensive. We had 2 dishes each and a bottle of rosado and bread, it costed €100....

No nos ha gustado nada este restaurante, ni el local, ni la comida, ni el servicio. Hemos estado allí en domingo, teníamos la mesa reservada y al llegar nos sientan en la peor de todas, al lado de una nevera en la que se exhibían plátanos maduros, bueno, más bien negros. Miramos carta y menú, y nos decidimos por menú, de 25 euros con bebida aparte. Primero una ensalada de tomate con una bola de helado (creo que de albahaca, pero súper dulce), con atún y aliñada con la tipica reducción de vinagre balsámico, de lo más viejuno que te puedas imaginar. Un plato que no decía nada y sin sentido. Luego unos saquitos de marisco y unos langostinos envueltos en masa filo, con una salsa picante industrial, sin ninguna decoración, sin ninguna base, sin ninguna gracia. Después 2 patas de pulpo a la brasa sobre puré de patata, con aove y pimentón, este ha sido el mejor plato, siendo sencillo estaba rico. Y de principal como no solemos comer arroz, yo elegí lubina y mi marido carrillera, la lubina bien, a la espalda, sin más, pero la carrillera de bar de polígono. La guarnición alucinante, patatas fritas para él y panadera para mi, más básico imposible, ni una salsita, ni unas verduritas, nada. Lo peor el postre, nos traen dos trozos de tarta en un solo plato para compartir, y sin pedirlos, le digo al camarero que no eran para nosotros y me dice que eso entra en el menú, me quedo de piedra y me callo. No los probé, mi marido tampoco porque no toma dulces, yo soy diabética y solemo cambiar el postre por un roibos o un café, aquí ni preguntaron. Muy mal y muy poca sensibilidad. A la nena le hicieron pollo rebozado con patatas, estaba bien. (Ella probó la tarta de chocolate del postre, por eso no se quedó allí el postre entero). El local fatal, muy anticuado, y lo peor de todo la nula ventilación, el olor a fritanga con el que salimos de allí increíble, teníamos que viajar 2 horas para volver a casa, no sin antes cambiarnos de ropa, claro. A esos precios no se puede dar una comida tan simplona ni tener el local en esas condiciones. A los dieños les diría que viajen, visiten otros restaurantes y aprendan, les recuerdo que hay una escuela de hostelería...

Estupendo y honesto restaurante en la zona del puerto (Grao) del Castellón. Atención esmerada pro parte de los camareros, muy simpáticos y de uno de los hermanos que regenta el local. Por semana tienen un menú imbatible de 19.90€, que de fin de semana sube poco más. Te das un festín gastronómico con un menú, servicio, calidad y precio sin parangón en la zona. De primero elegimos una ensalada de foie con piñones riquísima. De segundo dos platos: calamar a la parrilla y pulpo a la brasa. Excepcionales ambos. Y para rematar una fideua de fideo fino y un poco tostadita (toque socarrat lo llaman por allí) con bogavante que estaba de escándalo. Manejan los fogones para esta especialidad como pocos. El bogavante por el precio del menú no podemos pedir que sea del cantábrico y recién capturado, pero era muy abundante. Los postres para rematar la faena, a la altura. La tarta de queso especialmente recomendable. Además se adaptan a los gustos del cliente de una forma que ya no se estila lo que refleja un respeto por el cliente de alabar. En el menú venían varios tipos de arroces pero se ofrecieron a cambiarlo por la fideua si era nuestro deseo aunque no figurara ese día en el menú. Estuvimos tan a gusto que decidimos repetir al día siguiente con un arroz al senyoret soberbio. Y no somos de repetir, pero en este caso estaba absolutamente justificado. De 10. Muy recomendable para una experiencia gastronómica mediterránea...