Hotel El Castrejon — Restaurant in Cebreros

Reservamos en el sitio por una caja sorpresa que nos regalaron de noche+desayuno y elegimos Cebreros para desconectar de Madrid y así fué, desconectamos pero me gustaría destacar algunos detalles que no me gustaron y para que la valoración sea de 10 considero que deben tener en cuenta:||||- La atención de la recepcionista o señora de la limpieza (que fué la que nos recepcionó) regular, además le preguntamos que qué podíamos hacer por el pueblo o que cosas ver y demás y nos dijo un rotundo (no hay nada que hacer, mejor el pueblo de al lado, "El Tiemblo") que sea verdad o no, no creo que sea respuesta ni lo más propio trabajando ella ahí, véndelo mejor...digo yo!||Puntúo en esto, que al día siguiente fuimos a ese pueblo y no había ni una terraza donde tomar una cerveza ni mucho menos comer, más grande eso sí pero no había nada.||||- El desayuno tampoco es un manjar extenso pero no falta de nada aunque destaco; el tomate NO era triturado, era frito y de bote (Malísimo), el jamón york estaba seco de haberlo dejado abierto en el frigo. Y remarco también que (la chica de recepción o señora de la limpieza) también nos indicó que el desayuno era normalito, sin más..PALABRAS TEXTUALES.||- La opción de: Si quiere cama de matrimonio será en la planta baja y un mini patio(que estaba muy bien ya que fumamos) pero sin vistas a la montaña, si son camas separadas balcón y buenas vistas. Evidentemente mi pareja y yo queremos dormir en la misma cama..ya sabéis que elegimos.||- Y por último me llamó mucho la atención que la iglesia no estuviera abierta en todo el finde, ni para misa el domingo que realmente es lo único que tiene el pueblo (a parte de la exposición de Adolfo suárez)||- El wifi no llegaba a mi habitación, y era la Nº1 (al lado del pasillo de recepción)Pero repito, fuímos a desconectar.||||También destaco lo bueno:||- Casa muy bonita, muy buena decoración y no falta detalle.||- Fácil aparcamiento.||- Pueblo con encanto y muy tranquilo.||- La habitación perfecta, temperatura regulable por el inquilino, todo limpio y amplio.||- El restaurante y camareros muy amables y nos dejaron llevarnos la copa a la habitación para beber tranquilamente.||||Moraleja: Cuiden la atención y no tendrán ni una...

Reservamos en el sitio por una caja sorpresa que nos regalaron de noche+desayuno y elegimos Cebreros para desconectar de Madrid y así fué, desconectamos pero me gustaría destacar algunos detalles que no me gustaron y para que la valoración sea de 10 considero que deben tener en cuenta:||||- La atención de la recepcionista o señora de la limpieza (que fué la que nos recepcionó) regular, además le preguntamos que qué podíamos hacer por el pueblo o que cosas ver y demás y nos dijo un rotundo (no hay nada que hacer, mejor el pueblo de al lado, "El Tiemblo") que sea verdad o no, no creo que sea respuesta ni lo más propio trabajando ella ahí, véndelo mejor...digo yo!||Puntúo en esto, que al día siguiente fuimos a ese pueblo y no había ni una terraza donde tomar una cerveza ni mucho menos comer, más grande eso sí pero no había nada.||||- El desayuno tampoco es un manjar extenso pero no falta de nada aunque destaco; el tomate NO era triturado, era frito y de bote (Malísimo), el jamón york estaba seco de haberlo dejado abierto en el frigo. Y remarco también que (la chica de recepción o señora de la limpieza) también nos indicó que el desayuno era normalito, sin más..PALABRAS TEXTUALES.||- La opción de: Si quiere cama de matrimonio será en la planta baja y un mini patio(que estaba muy bien ya que fumamos) pero sin vistas a la montaña, si son camas separadas balcón y buenas vistas. Evidentemente mi pareja y yo queremos dormir en la misma cama..ya sabéis que elegimos.||- Y por último me llamó mucho la atención que la iglesia no estuviera abierta en todo el finde, ni para misa el domingo que realmente es lo único que tiene el pueblo (a parte de la exposición de Adolfo suárez)||- El wifi no llegaba a mi habitación, y era la Nº1 (al lado del pasillo de recepción)Pero repito, fuímos a desconectar.||||También destaco lo bueno:||- Casa muy bonita, muy buena decoración y no falta detalle.||- Fácil aparcamiento.||- Pueblo con encanto y muy tranquilo.||- La habitación perfecta, temperatura regulable por el inquilino, todo limpio y amplio.||- El restaurante y camareros muy amables y nos dejaron llevarnos la copa a la habitación para beber tranquilamente.||||Moraleja: Cuiden la atención y no tendrán ni una...

En el corazón de Cebreros, el Hotel restaurante El Castrejón destaca no solo por su encanto tradicional y acogedor, sino también por su propuesta culinaria, que ha resultado ser una experiencia excepcional en todos los sentidos.

El personal es muy educado,profesional atento y amable y demuestra un conocimiento profundo del menú, haciendo sugerencias que reflejan tanto el orgullo por su cocina como la dedicación al comensal.

El desfile de sabores inició con una ensalada de canónigos con beacon, foie, naranja, kiwi y manzana, un plato que sorprende por su equilibrio y frescura. La combinación de lo dulce y lo salado alcanza aquí una armonía sublime, mientras que la textura cremosa del foie eleva cada bocado a un nivel gourmet.

El plato principal fue un cochifrito lechal, y no hay palabras que le hagan justicia. La carne, jugosa y tierna, se deshacía en la boca, mientras que el punto exacto de fritura lograba ese contraste irresistible entre lo crujiente y lo meloso. Un auténtico manjar que refleja el respeto por la tradición y la calidad del producto.

Como acompañamiento, las revolconas con huevos de codorniz fueron un acierto. La intensidad de las patatas y el toque de las yemas de codorniz aportaron un contrapunto rústico y reconfortante, consolidando el carácter auténtico de la propuesta gastronómica del lugar.

El broche de oro lo puso el postre casero: una tarta de cuajada que bien merece un capítulo aparte. De textura sedosa y sabor delicado, logró cerrar la comida con una nota de sofisticación y dulzura que quedará grabada en la memoria.

El Hotel El Castrejón ha demostrado ser más que un restaurante; es un templo para los amantes de la buena mesa, donde la tradición se encuentra con la creatividad, y el servicio impecable realza cada detalle. Una experiencia que no solo recomendamos, sino que...