Santa Bàrbara Restaurant — Restaurant in Cercs

Santa Bárbara es un restaurante al que me gusta venir al menos una vez al año, casi siempre en otoño o invierno para así disfrutar de su escudella.

Se trata, como los mismos camareros dicen, de un bufé libre a la mesa o lo que es lo mismo es un menú en el que puedes repetir los platos que hayas pedido.

En su menú disponen de varios primeros y segundos, el postre es para todos igual (ya llegaremos). Todos los platos son de la gastronomía tradicional, hay escudella, paella, ternera con setas, pollo, cordero a la plancha.

El festín comienza con una tabla de embutidos con piezas enteras de butifarras y fuet para que los comensales vayan cortando además de un plato de jamón.

A los embutidos les acompañan una fuente de ensalada y otra con verduras escalibadas.

La escudella es para mí su plato estrella. Espesa y contundente con sus gruesos fideos hace entrar en calor a cualquiera incluso en los días más fríos. La bandeja de carn d'olla (las verduras y carnes que han servido para preparar la sopa) no es tan contundente como para servir de plato único, cosa que es de agradecer para así llegar con hambre a los segundos. No obstante, da para entretenerse con los pies de cerdo, butifarra y pilota (como una albóndiga).

De segundo en esta ocasión pedimos ternera guisada con setas y cordero. No sobró nada de lo que nos pusieron e incluso pedimos un poco más de cordero no ya por hambre sino por pura gula. Otro punto para ellos es que las patatas fritas de guarnición no son congeladas. Que tomen nota otros restaurantes.

Y ya, cuando crees que vas a reventar, te ponen en la mesa un plato a rebosar de buñuelos recién hechos, aún calientes, junto con una botella de moscatel. Sin comentarios.

Pedimos cafés para alargar un poco la sobremesa y aún así la cuenta final no llegó a 20 € por persona.

Para hacer de esta escapada la excursión perfecta, recomiendo visitar el Museo de las Minas que está justo al lado. No os...

Hemos ido a comer el martes a primera hora, a la una del mediodía. Nosotros tuvimos suerte que nos sentamos enseguida, pero si llegas a las 13 30h ,las mesas están vacías y hay una cola tremenda.Te atienden muy lento,porque la dueña la Sra Joana se pone a servir mesas y no acomodan a la gente que espera. El embutido muy bueno, la escalibada la cebolla muy dura. Pedimos de primero sopa y cocido. La sopa en sabor era muy bueno, y había una mezcla de fideos gordos, con 4 o 5 galletas, unos minitrozos de carne picada suelta y tres trozos pequeños de patata. La carne del cocido estaba dura,el jamón duro,y la patata también. La pelota y la col estaba bien y el pie de cerdo.Luego pedimos carne en salsa con setas, que estaba buena ,y yo pedí otro primero canalones, me trajeron solo 2 ,pero estaba buenísimo .Y de postre buñuelos con moscatel. Estaban recalentado, y secos. Hacia años que no íbamos, pero la calidad a bajado . Nos sentaron en la entrada del comedor de adentro,porque ivamos con un bebé .Pues al empezar a acumularse cola de la gente para poder sentarse a comer, hacia mucha corriente. Se lo dije a un camarero y nada,fuí a decirselo a la Dueña Sra Joana y me contestó huyy con la calor que hace. Pues calor tendría ella,porque yo pase un frio y mi hijo se le ponía la carita y brazos fríos. Habían muchas mesas vacías, y mucha gente de piè esperando, y no se preocupó ni de cambiarnos de mesa por el niño. Son muy lentos para todo. Se le vio que solo le importa el dinero. Y reservas para una hora,y la gente se cansaba de esperar de pie. No iremos más eso...

Restautante que se come bien, comida casera y las cantidades son grandes. Se empieza con una ensalada, una bandeja de jamón serrano, una tabla de embutidos catalanes y escalivada. Seguidamente de primeros tienes varias opciones, canelones, escudella y paella, de Segundo guiso de ternera con setas, pies de cerdo guisados, cordero y muslos de pollo, todo acompañado con patatas caseras. De postre te ponen buñuelos con moscatel. Hay menú infantil que puedes elegir entre sopa, y macarrones, que ambos te lo ponen en una bandeja con una hamburguesa con patatas y de postre helado o flan. El precio del menú son 17 euros y el infantil 10 euros. Este restaurante en todas las ocasiones que he estado lo único que no me gusta es que quieren aprovechar mucho el espacio y estás bastante incómodo, de una mesa a otra hay un palmo, y de una fila a otra, medio metro, lo que cada vez que pasan la gente o los camareros de están dando por la espalda o si se levanta el de detrás. Otra cosa que incomoda mucho es el ruido que se genera de tanta gente que hay. En el comedor central, hay orquesta y rifa. Hay dos turnos de comida a las 13.00 horas y a las 15.00 h. Conclusión se come bien, el personal es amable, pero demasiado ruido e incómodo por las separaciones de las mesas, es como si estuvieras comiendo con la...