Restaurante Bar Loreto — Restaurant in Colunga

Acudimos al restaurante atraídos por las críticas positivas de sus bocadillos y hamburguesas. Teníamos un largo viaje por delante y pensamos que los niños podrían comer algo ligero allí, y lo fue: Ligero, escaso, insípido y caro. De entrada tuvimos problemas para sentarnos juntos, (dos familias, cuatro adultos y tres niños) en la terraza y cuando lo hicimos ya nos sentimos obligados a pedir algo de comer al pedir las bebidas. Craso error, ya que con las bebidas, cualquier bebida, incluso un café, servían un aperitivo; no para nosotros, que aunque se lo insinué a la camarera, pasó del tema. Entiendo que es prerrogativa del establecimiento dar o no tapa, pero no deja de ser de mala educación hacer una distinción tan peregrina, perjudicando de hecho al que va realizar un gasto muy superior. Cuando fuimos a pedir la comida tanto la cartelería fija, como la carta que se nos trajo a la mesa sólo mencionaban los platos del restaurante y aunque le preguntamos directamente a la camarera si tenía algo "más de niños" nos remitió a lo que al final tuvimos que pedir, a saber: Unas tiras de pollo ramplonas y escasas (12€) Calamares fritos, con harina y sin sal, pero con un gajo de limón (que esto es un restaurante de postín), mas escaso aún (los adultos comimos dos rabillos cada uno). (15€) Fritos de pixin, sin sal, sin salero, sin gracia, sin contar. Seis filetes enanos, mal rebozados, para SIETE comensales, que vuelvo a decir, las raciones las marca el restaurante y en eso no entro, pero el detalle marca la diferencia. ( 18€urazos) Y once mejillones, pequeños, pequeños, pero la salsa estaba buena, nos la comimos con las dos raciones de pan que nos clavaron a mayores, con lo que así nos salió a más de un euro el mejillón. Con las bebidas salimos a 11 euros por cabeza, sin comer y con la sensación de que nos habíamos equivocado... A veces pasa, cuando estás fuera de casa... mala suerte... Pero cuando ya nos íbamos, vemos salir a uno de los camareros con una bandeja llena de bocadillos y hamburguesas, desde luego con mejor pinta de lo que comimos nosotros, dirigiéndose a lo que, sin duda, era una mesa de parroquianos habituales. La sensación pasó a ser de que nos habían tomado el pelo, de que nos habían estafado y de que lo habían hecho porque no éramos de allí y el hacerlo no tendría consecuencias...y yo, que jamás he hecho una reseña, me he visto en la obligación de hacer ésta, como aviso de buena fe a todos aquellos que pasen por Colunga. Esta reseña es negativa, pero es sincera y honesta. No está motivada por la mala comida, ni por el mal servicio, ni por el excesivo precio, ni por las raciones escasas... Está motivada porque nos engañaron a sabiendas pensando en que no tendría consecuencias... Pues esta es la consecuencia, que...

El servicio es rápido, l@s camarer@s empanad@s. Encima no parecen tener zonas asignadas y van como pollos sin cabeza, dejando gente sin atender mientras otras zonas están perfectamente atendidas.

Las tapas son caras. Que no os engañen el resto de comentarios. Para las tapas que ponen, son caras. ESTAMOS EN ASTURIES, J*. Y esto sin hablar que en agosto se hace la subida de precios habitual. Las tapas son caras y la calidad de estas regular e incluso mala en muchos casos.

TODO ES FRITO. Reto a que encontréis cosas sin freír. FRIEN HASTA LA HAMBURGUESA. Parece que en lugar de fogones sólo tengan freidoras (y pasear por la calle trasera confirma estas sospechas).

Pros (sí, los hay, que por algo le di aprobado justo): Mantienen el menú hamburguesa al precio de la bodeguina (el anterior restaurante). No olvidéis por eso que fríen las hamburguesas... Tienen KAS y Fanta (aquí en Asturies es muy difícil encontrar fanta). La terraza es la mayor de todo el pueblo (la del comentario de que es pequeña me parece a mi que se equivocó de bar al comentar). Las patatas fritas son caseras (la bodeguina las ponía congeladas).

Personalmente no tendré más remedio que volver algún día, pero no porque me guste.

POR CIERTO, pa beber idos al mesón. Que el gin-tonic está a 3.90 ahí y los cargan que da gusto. Se cena muy bien y el...

El Restaurante Bar Loreto es bastante amplio y tuvimos la suerte de que no había mucha gente y por tanto no hubo que esperar prácticamente nada por la mesa y los platos comandados. En el exterior hay un par de terrazas cubiertas, ( se agredece cuando el sol aprieta o como hoy que hacia viento). Pudimos tomar algo fuera antes de entrar a comer. La comida solo tiene una palabra: espectacular. Unas croquetas deliciosas , caseras , sabrosas .....repetimos , cosa que no solemos hacer . De segundo pedimos dos cachopos , porque no son muy grandes y para 4 uno queda corto. Eso sí : muy bien cocinado, el queso en su punto y exquisito. De los pocos que he comido que me han encantado . Los chavales comieron unos escalopines al cabrales que les gustó mucho. Y el postre , arroz con leche con el caramelo un poco quemado.....increible. Delicioso. Además , es una ración bastante grande. No pudimos ni con café ni nada más. Una buena experiencia, y lejos de ser cara , nos pareció un precio razonable. El personal muy atento a todo lo que pudiéramos necesitar. El local es muy pintoresco , rústico y al parecer ( no preguntamos) fue un lagar o almacén de sidra. Para aparcar , hay muy cerca un parking público. No te molestes dando vueltas y vete directamente a él. Casi siempre hay sitio ( no es la primera vez que estoy en Colunga). Además,...