Restaurante La Cabaña del Mar — Restaurant in Colunga

Nos hemos acercado a comer por las buenas reseñas, pero hemos tenido una mala experiencia. En primer momento fueron muy amables, nos dejaron una mesa en la terraza cuando habíamos reservado dentro, para poder disfrutar de las vistas. Pedimos primero bebida, luego un menú infantil (plato único) y tres raciones para compartir entre mi chico y yo. Nos trajeron las bebidas, una ración y el menú infantil. Casi una hora después, vinieron a preguntar si nos faltaba algo, y una hora después de pedir llegó la segunda ración. Mi hijo de 2 años hacía rato que terminó de comer su menú y ya no sabía que hacer y nosotros apenas habíamos comido. Cuando estábamos casi acabándonos la segunda ración nos vuelven a preguntar si nos falta algo, les dijimos que si, pero que ya no lo trajesen, que el peque ya había terminado hacía rato y estaba cansado y que por favor, nos trajeran la cuenta. 30 segundos después aparecen con la ración que faltaba, pero ya habíamos tomado la decisión de irnos y se lo comunicamos así, muy amablemente. No quisimos llamar la atención pues la terraza estaba llena y pienso que tuvimos mala suerte y algún despiste pasó con nuestros platos, pero para mí lo peor de todo esto es que el camarero se giró, se llevó la ración y jamás nos volvió a dirigir palabra, ni él ni la camarera que nos había estado atendiendo todo el rato. Ni una sola disculpa o explicación nos dieron por tardar una hora en servirnos la mitad de la comida. Y eso ha sido para mí lo más decepcionante. El precio tampoco acompaña pero no puedo hablar de la relación calidad/precio pues apenas comimos. He de decir que el menú infantil me parece caro, un único plato de cachopo (creo que de los congelados que puedes comprar en cualquier supermercado) con patatas fritas por 8,95 me parece poco por ese precio, en nuestro caso nos daba igual porque a mi hijo de dos años le sobró un poco, pero si es para niños más mayores se...

Acudo todos los veranos tanto sea a comer como a cenar a este restaurante ya que tanto la comida que ofrecen, como el personal que lo forma y las vistas desde la terraza son envidiables, ya que cuentan tanto con terraza como zona interior acristalada para poder seguir observando el mar (no olvidemos que estamos en Asturias y algún día que otro hay que refugiarse de la lluvia..). Después de tanto tiempo viniendo, si me tuviera que decantar por algún plato en particular destacaría de fuera de carta las cebollas rellenas y los calamares frescos fritos, deliciosos! De carta, la lubina la hacen exquisita y el solomillo un manjar, siempre ambos acompañados de guarnición. Los arroces son por encargo y mínimo 2 raciones, pero merecen la pena cualquiera de ellos por que están de muerte, pero sobre todo el arroz con bugre es de otra categoría. De postre el arroz con leche, la tarta de queso con dulce de sidra o los frixuelos rellenos de requesón... canelita en rama. Y la verdad que el pan de maíz para acompañar a todo esto está increíble. A parte de esto, cuentan con la calidad de que no haya contaminación cruzada cuando existen alergias o intolerancias, que hoy en día es muy importante y no todos lo cumplen. A veces también paramos después de la playa a tomar algo en la terraza con las vistas al mar y la sidra está exquisita! y cuando queremos ir más tranquilos hay unos Ice Tea riquísimos! Los perros son bienvenidos y siempre tiene algún detalle con ellos ya bien sea sacándoles un cuenco con agua como ofreciéndoles alguna chuche, una maravilla vamos. Así que si tenéis la oportunidad de venir, yo no...

Simplemente,vergonzoso. ¿Alguien puede imaginar que pida una ensalada de manzana con cabrales y aparezca una babosa?

Encima nos sirven unas navajas quemadas, nos cobran una boltella de sidra que no habíamos pedido. No tuvieron ni siquiera la deferencia de invitar ni a un café.

Evidentemente pedimos las hojas de reclamación, nos daban solo 2 copias y no tres como es lo preceptivo.

Qué decir tiene que el encargado fue un auténtico impresentable. Qué lástima que con toda la gente que llevaría genial un negocio de restauración haya gente así en un lugar tan fantástico como ese.

MUCHO CUIDADO AL COMER AHÍ, A VER QUÉ PUEDES ENCONTRAR EN EL PLATO...

QUÉ POCA VERGÜENZA!!! Encima se permite el lujo de mentir descaradamente. La foto de la ensalada con la babosa llegará a sanidad y consumo. En ningún momento dijimos que no nos cobrarán, de hecho no lo hubieramos aceptado porque es requisito para poder denunciar. Pregunté si hablaba con el encargado, y un señor me dijo que sí. Evidentemente no lo podía saber, pero si es cierto que la encargada es una mujer, aún peor, porque debería haberse acercado a pedir disculpas. Se supone que es quien debería de dar la cara. Y por supuesto, es más que anecdotico que digan la simpleza de la mascarilla porqu sencillamente no es cierto. Lo dicho, no dudo que lleven muchos años, pero lo que ha quedado absolutamente evidente es que de profesionales de hostelería no tienen...