Restaurante Pensión Casa Miguel — Restaurant in Cudillero

Enclave inmejorable. Servicio malo y desde este año empeoró la calidad. De nuevo hemos sido víctimas de un lamentable trato. Cuando llegamos a las 13:30 para beber unas sidras y cervezas durante una hora había mesas reservadas en el medio muelle que hay para las 15:30. A pesar de ser vecinos e ir mucho, se negaron a que ocupáramos una de las mesas (a pesar de entender que aún así se quedarían una hora libres hasta la reserva). Les dijimos si podíamos esperar de pie en el muro junto a la playa y nos dijeron que ellos no nos iban a servir nada, nos quedamos de pie esperando y nos dijeron que ahí no podíamos estar, peor trato imposible, intentamos hacer razonar a la chica encargada y también de malas maneras nos dijo que "qué parte de cuando un bus está lleno no se puede subir nadie más, no habíamos entendido". Éramos un grupo de 14 personas entre 60, 50, 30 y 12 años, propietarios de casas de alrededor y aunque no lo fuéramos, no creo que el lenguaje sea ese. Estamos en la era donde el tratar bien a un cliente ya no se lleva, conservar la clientela no se contempla. La semana anterior fuimos 10 a comer arroz negro y se les fue la mano con la sal y estaba incomible, se lo dijimos y nos pidieron perdón y no le dimos mayor importancia a pesar de cobrárnoslo y sin ningún gesto por su parte, esta semana es la ter era vez que vamos sin contar con la del arroz negro saladísimo de la anterior semana. Sinceramente nos hemos disgustado mucho por la falta de educación y respeto, todo ello sin contar la inflexibilidad a la hora de tomar soluciones ante una necesidad que no supieron resolver. Ahora obtendré una respuesta por parte de ellos justificando su lamentable trato sin disculparse, lo veo venir.

Respondo a su respuesta: Iban a ser unas cervezas y la reservas eran para dentro de dos horas. O sea, no levantábamos a nadie de ninguna mesa, y eso quedó claro. No sé qué tiene que ver la demagogia de clases sociales que menciona, si somos propietarios quiere decir que venimos año tras año y que estamos dos meses. Y respecto al trato recibido por la encargada no fue apropiado. El arroz negro estaba saladisimo y en todo momento demostramos entender el fallo, de hecho una semana después fuimos con otros invitados y volvimos a pedir arroz negro. Siempre que hemos ido hemos reservado, esa última vez era para tomar una cerveza sidra, surgió y nos pareció bien coger "prestadas" unas mesas que no se iban a ocupar hasta dos horas más tarde, nada más. A ustedes les habría venido bien supongo económicamente, si tiene hostelería en chamartin y chamberí, sabrá lo importante que es sacar el máximo rendimiento...

Long story short… waitresses made me carry a beer, water, cups and bread basket to our new table on the other side of the restaurant because they wanted to get back at us for switching tables. We were outside but had a smoking table next to us that was making us uncomfortable. We were feeling under the weather and some had sinus issues. They claimed they were too busy to bring it to our new table. I felt embarrassed having to do that and later felt I should write this review to let them know that the treatment was unacceptable. I should have gotten up and left. Probably because we were tourists but little do they know that I know a lot of locals in the area and this will have an impact. In no way was I against smokers and just didn’t want to eat with smoke in my face. They should be more accepting to customers requests. Service to customers should be...

Pongo un 3/5 porque, a pesar de los fallos que cometimos como consumidores y de sus aspectos positivos, creo que tienen que mejorar algunas cosas:

En primer lugar, el acceso es tremendamente complicado, el navegador te manda por una ruta prohibida para no residentes, pero yo como cliente no habitual, no residente en Cudillero y turista ocasional, no tengo ni por qué conocer la geografía y distribución de carreteras asturianas, ni interpretar la pobre y confusa señalización de otra manera a la presente , pues resulta que el parking del restaurante se encuentra sito a 15 min andando (algo, como digo, poco habitual y que debería quedar debidamente señalizado).

Pero, sin duda, lo peor ha sido el trato de una parte del personal. Debido a su localización tan remota, llegábamos tarde, algo que avisamos por teléfono antes de la hora de la reserva (13:30h y nos presentamos a las 13:47h). La chica que nos atendió no sólo demostró su total falta de empatía mirándonos mal tras haber pedido disculpas, sino que nos advierte que no podemos pedir arroz una vez pasadas la 13:30 y que la mesa tiene que quedar libre a las 15:15 porque cierra la cocina y no admite más clientes. Bien, a las 15:30 estaban sentando grupos tanto dentro como fuera!! Otro de sus compañeros demostró ser un impertinente preguntando constantemente si habíamos terminado cuando se veía claramente que no, generando una tremenda sensación de incomodidad y presión por acabar cuanto antes. Destacar que no todo el personal fue así de desagradable y que tienen gente simpática y competente que hacen que pueda merecer la pena comer allí.

En cuanto a la comida, el producto que ofrecen es de calidad y los tiempos son correctos, no te hacen esperar demasiado. Pero, como dije antes, sentimos que teníamos que comer rápido y la verdad eso arruinó un poco la experiencia.

Espero que solucionen el tema de la señalización y lograr que habiliten un parking propio al lado del restaurante (no es de buen agrado comer sabiendo que te pueden meter un multón por unas malas indicaciones), o al menos indiquen de alguna forma (al hacer o reconfirmar la reserva) que el estacionamiento de dicho lugar se encuentra en un lugar apartado, además de revisar el trato de algunos de sus empleados a...