Restaurante La Madriguera del Zorro — Restaurant in Dílar

Fuimos a hechar un día de piscina con niños pequeños y un bebé, nada más llegar nos dijeron que no podíamos introducir alimentos de fuera, por lo cual no pudimos darle de merendar a nuestros hijos lo que le damos habitualmente, de bebidas pedimos refrescos y botellas de agua, una de las personas que venía con nosotros se levantó para ir al servicio y vio al camarero fregar botellas de agua de cristal y cuando volvió lo vió rellenándolas de agua del grifo, nuestra sorpresa fue cuando nos trajo la bebida y efectivamente nos traía las botellas de agua de cristal ya abiertas por lo cual después de haber visto eso le pedimos botellas de agua sin abrir y fue entonces cuando nos las trajo de plástico y sin abrir, pedimos una ensalada de entrante, y la lechuga estaba más oxidada que un candado de no haberla tenido bien mantenida, obviamente pedimos que nos la cambiara, cuando fui al servicio vi que tenían un cambiador para bebés pero lleno de productos de limpieza y la almohadilla del cambiador andaba sola de la suciedad que tenia, olvidaros de cambiar ahí un bebé, de no hablar del estado de las puertas, etc .. cuando lleguemos a la piscina el mobiliario para sentarse estaba estrozado, tapado con fundas alcochadas, pero te sentabas y te colabas dentro de los agujeros que tenía, las sillas y las mesas de hierro oxidadas de no haber renovado en años, un mojito sin alcohol 5€, un vasito de cerveza 3,50€ y una bolsita de patatas 3€, los servicios de la piscina antiguos no lo siguiente, y no entiendo que en un baño en vez de tener la papelera dentro del baño se tenga en el pasillo, jamás volveré a ir a un sitio tan siniestro desde luego, lo único bueno, la piscina, lo demás para que lo tiren y lo hagan nuevo, y si pedís agua, ya sabéis, las botellitas de cristal de...

Una gran sorpresa de sitio. Con el calor que está haciendo es imposible quedarse por el centro, por lo que estos restaurantes con piscina ganan fuerza. Normalmente el hecho de la piscina ya hacen que no se esmeren mucho en la cocina y no ha sido el caso para nada en este restaurante. La comida súper buena, carnes con sabor a brasa, asados con coccion estupenda y calidad buena de producto. Las raciones son bien abundantes, con un entrante y un plato por persona sales rodando. Probamos de entrante los torreznos (súper buenos) y el cazon. Y luego de platos principales probamos el entrecot, el costillar (lo mejor en calidad - precio - racion), el codillo y la hamburguesa de picaña. Todos recomendadísimos. El servicio fue, aunque parezca raro decirlo, demasiado rápido. Acababan de traer prácticamente los entrantes y ya llegaban los platos. De hecho hubo un par de equivocaciones, una de punto de carne y otra con un producto equivocado y el cambio fue súper rápido. Estando el restaurante hasta arriba. Se agradece. Todos los trabajadores muy simpáticos y el precio no muy disparado. La piscina, por valorar también, IMPORTANTE, no va incluida en los precios de comida ni tienes derecho a acceso por reservar. Cuesta 6 euros la tarde o 10 euros dia completo por persona. Se esta bastante bien en el recinto, el agua está muy limpia y hay bastantes zonas de sombra. En general muy buena...

Hoy hemos pasado todo el día aquí. Llegamos a las 11 para disfrutar de la piscina y teníamos reserva para comer. Tengo que decir que los empleados, todos con los que he coincidido al menos, han sido excepcionales. Las monitoras que estaban con los niños (creo que se llamaban Susana y Celia) súper profesionales: una maravilla, muy cuidadosas con los pequeños y volcadas en preparar un montón de actividades. El chico encargado de la piscina también, muy amable, y las instalaciones, muy bien cuidadas.

No pongo 5 estrellas por un mal detalle que tuvieron en cocina. En primer lugar, la calidad ha bajado un poco respecto a años anteriores. Y, por otro lado, íbamos con una persona mayor que no podía comer mucho porque tenía el estómago mal. Pedimos unas papas hervidas y le preguntamos a la camarera si, en lugar de frito, podían hacernos un huevo hervido. La camarera, muy amable, lo consultó, pero en cocina se negaron en rotundo. Entiendo que no tuvieran obligación de hacerlo, pero me parece un detalle feo, sobre todo teniendo en cuenta que pasamos allí todo el día, consumiendo en la piscina y comiendo. Si hubiera sido alguien con alergia no se si hubieran puesto alguna pega. Evidentemente no nos hemos quedado a cenar por este motivo.

Volveremos, porque estuvimos muy a gusto, pero espero que tengan más cuidado con...