Lo del mercadillo medieval les queda muy, pero que muy grande. Y trabajar en hostelería tambien. Vergonzoso el trato recibido por ellos. Vi que había varios sitios libres en la terraza y pregunté a la camarera si podía tomarme un café. Me dijo que si pero que tenía que ir yo a la barra. Por si acaso volví a preguntar si podía tomarlo en la terraza. Y me dijo que si pero que ella no me lo iba a servir. Así que lo cogí yo de la barra y me senté en la terraza. Unos minutos después de sentarme me preguntan unas chicas si voy a estar mucho rato. Acababa de empezar a granizar y yo llevaba tres horas andando. Asi que conteste que aún no me iba a ir. Y entonces veo que el que debía de ser el jefe empieza a hacer comentarios sobre cómo puede estar alguien tomándose un cafe tan tranquilamente en la terraza cuando hay gente que quiere comer y no puede. Todo esto con muy mala educación, palabras malsonantes y con la terraza llena. Estuvo un rato haciendo comentarios y cuando pasó por mi lado le paré para preguntarle por qué estaba tan enfadado. Y me vino a decir que yo no tenía ningún derecho a tomar un café mientras otros querían comer. Y entonces viene a recoger la mesa la camarera. Le digo que en ese sitio son muy maleducados y que yo le habia preguntado a ella si podía sentarme y me había dicho que si. Su respuesta fue que aunque ella me hubiera dejado, yo habría tenido que tener dos dedos de frente y comprender que no me podía sentar. Pagué dos euros, por sentarme allí, no por el café tan malo que tuve que recoger yo misma, en un vaso de plástico de pésima calidad. Y me tuve que ir por el mal trato recibido por el personal del local, y lo incómoda que me hicieron sentir. Al parecer soy culpable de pagar un café y ademas querermelo tomar. Estas personas no están preparadas para trabajar en hostelería, ni para tratar con nadie. Son unos maleducados. Iba todos los años, pero eso se ha acabado. Será...
Read moreSituación desagradable la vivida hoy. Situación: 15.20 horas aprox, 6 adultos y dos niños. Pedimos unos bocadillos y dos raciones con las bebidas. Nos cobran nada más servirnos, cosa que nos extraña porque los que estaban en la mesa antes de nosotros les cobraron cuando se fueron (vimos como pagaban) pero tampoco le damos importancia porque total, pagar hay que pagar igualmente (pero el gesto feo ya marca la diferencia) Terminamos la comida y le preguntamos a la camarera si podemos pedirla unos cafés o hay que pedirlos en barra. La camarera nos indica que tenemos que pedirlos en barra. Ok, no hay problema, pedimos 4 cafés y volvemos a nuestra mesa. Nos llama la atención que el que parece jefe del restaurante nos está todo el rato mirando (sinceramente tampoco vimos a gente esperar por nuestra mesa). Sin embargo, llega y nos quita una mesa diciendo que ya no la necesitamos. Ok, gesto feo porque todavía estábamos con medio café, pero la sorpresa es que nos dice que no podemos consumir nada que no sea del local. Al ser la feria medieval del Álamo, habíamos comprado un bollo artesano de un puesto y se nos había ocurrido coger un trocito para probarlo (ni siquiera habíamos sacado el bollo del envoltorio). Dejamos el bollo automáticamente, y a los dos minutos viene la camarera inicial para decirnos que para tomar un cafe tiene que ser en la barra, cosa que no nos había dicho nada cuando le preguntamos si se lo podiamos pedir a ella. Básicamente, después de pagar 68€ de la comida + 8€ de cafés, no les parecía suficiente para ocupar una mesa. Por no hablar servir los cafés en vasos de plástico y no querer dar ni cucharillas para remover el azúcar. No todo vale para ganar pasta! El trato final ha sido desagradable, y desde luego con cero...
Read moreProbamos el menú del día un sábado por 16€. Primer y segundo plato, acompañado de bebida (opción de jarra de cerveza fría), postre y pan. Para empezar, un servicio excepcional. Nos atendió el tío más salao del pueblo. Muy bien vendido el producto, 10/10. La comida fue simplemente perfecta. De primero pedimos un plato de migas manchegas. Ración muy generosa, con dos huevos fritos,chorizo y panceta. Deliciosas. De segundo, pedimos chuletas de cochinillo. Vinieron cuatro chuletas grandotas, con su guarnición de patatas. La carne vino en su punto, con mucho sabor y ternura. De postre, nos ofrecieron su tarta de queso casera (adjunto foto). Un sabor y una textura ideales para mi gusto. Sin duda, un sitio perfecto en el que comer comida casera a un precio razonable si estás de paso...
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