Cervecería 100 Montaditos Valdelagrana — Restaurant in El Puerto de Santa María

Bueno, pues unas vezas al cienmon. Eso dijimos al ver que tanto La Fría I como La Fría II se encontraban “chapadas”. Allí, lo de siempre, unos quijotes y unos sanchos, y unos buenos montaditos para saciar el hambre antes de una noche de desenfreno y excitación. Para sorpresa de mi y de il mio fratello Lillas, uno de los montaditos venía con regalito: Loma, una mosca muerta más tiesa que un pan de hace tres días. ¿Qué carajos es encontrarse una mosca muerta en mi 14? ¿Qué es esto? Obviamente esto merece una explicación y una disculpa. Pero no, los empleados decidieron actuar como si fuesemos el mismísimo Leo Harlem y partirse los huevos delante de nosotros. “Eso es un extra de carne, 50 cents”. Ja ja ja. La cocinera, con muy poco pudor, llegó a insinuar que nosotros introducimos la susodicha. Sí, señora, no tengo nada mejor que hacer que meter una mosca difunta en mi montadito de tortilla y mojo picón. Al pedirles porfavor que no se riesen, que es una actitud poco profesional (lo mínimo es un perdón) una de las empleadas nos comentó que claro, como no éramos de Cádiz, no entendíamos sus bromas. Desde luego, el humor solo existe dentro del Gran Teatro Falla y el resto de españoles no tenemos ganas de echarnos unas risas. El problema es que no me salía del mismísimo reirme tras encontrarme a un moscardón tieso en mi montado. “Moscas hay en todos los lados”, dice la empleada. Pues esta he tenido la suerte de haberla encontrado en Cádiz, y la pobre mosquita no se la veía con muchas ganas de reirse. Debió de morir intentado adaptarse al complejo sentido del humor de esta provincia y su gente. No ha molado nada esta experiencia, no es lo que uno se espera tras encontrarse una mosca como la Catedral de Burgos en su comida. Otro evento fatídico más en la Semana Trágica de Valdelagrana.

PD: hubo un chaval joven con gafas que sí que nos atendió bien y sí que pareció preocuparse por algo que, obviamente, no es normal es una cocina higiénica de un restaurante. Gracias por no reirle las gracias a...

La 2 vez que venimos y las dos veces nefasta, sitio nefasto y para no volver. Hemos pedido palomitas de queso y al probar eran de pollo (menos mal que no somos alérgicos), devolvemos a cocina y nos llaman a los 5 segundos diciendo que solo había esa de pollo. Mentira. La mitad del plato de pollo y la otra mitad de queso (la primera vez que vinimos también se equivocaron en lo mismo).

Los montaditos han tardado media hora en salir, con la terraza medio vacía y ya cocina cerrada desde hace un rato. También había otro hombre quejándose de lo mismo.

Había pedido dos montaditos con salsa barbacoa... Mi sorpresa al morder es que llevan puro Tabasco picante, lo he tenido que escupir. En mi caso no tolero el picante pero si llego a ser alérgica me matan con la cantidad de tabasco.

Mientras cenábamos y con varias mesas en el local, los camareros y cocineros se han ido al otro lado de la terraza a sentarse y a hablar. No nos han dado servilletas, no había servilleteros y no he podido pedirlos porque no había ningún trabajador en barra ni dentro del local.

Terraza abierta entera con todas las servilletas y cosas volando y mesas sucias mientras los camareros estaban sentados. Encima dentro muy mal olor.

En fin, la primera vez no fue muy buena experiencia pero esta era para poner hoja de reclamaciones y no...

Todo esto pasó ayer. Pedí junto con mi acompañante unas bombas de patatas RELLENAS con unas lagrimitas de pollo. Se nota que todo esta congelado, es grasa sobre más grasa y aceite. También tenían una bolsa de patatas gigante de donde cogían puñados de patatas y los echaban sobre el plato para tapar la poca comida que ofrece el servicio. La comida me sentó fatal y encima había patatas sin relleno, además de que el relleno estaba frío. Reclamamos a la dependienta y cuando mi acompañante se giró empezaron a burlarse de ella lo cual me causo risa. Risa que los mismos trabajadores aprovecharon para decir que nos estábamos burlando nosotros de ellos y decir que no nos iban a preparar otras patatas en sustitución de las que no cumplían con lo que decía la carta. Cabe aclarar que la opción de volver a preparar otra ración de patatas gratis fue idea de la dependienta. Seguidamente nos quisieron devolver el dinero pero mi acompañante fue honesta y solo pidió los 2€ que costaban las dos patatas sin relleno, y aún así se volvieron a burlar. Nunca vayan a este tipo de sitios, hay restaurantes mil veces mejor por esa zona como el...