La Taberna del Sapo — Restaurant in El Puerto de Santa María

Me dirijo a ustedes con el fin de expresar mi profunda insatisfacción con la experiencia que tuve en su restaurante el pasado lunes 20, junto a mi acompañante.

Si bien reconozco que la calidad de la comida era buena, considero que los precios son excesivamente elevados para la ubicación del restaurante y la época del año. No obstante, decidimos quedarnos y degustar el pulpo, plato que resultó satisfactorio en cuanto a sabor y textura.

Sin embargo, la experiencia se vio empañada por la deplorable conducta de una de sus empleadas, la cual, según nos informaron, se llamaba Yolanda. Desde el principio, su actitud fue poco profesional e irrespetuosa. En primer lugar, mientras atendía a las dos únicas mesas ocupadas en el restaurante (la nuestra y otra), se dedicó a conversar con su compañera y a utilizar su teléfono móvil, mostrando una evidente falta de atención hacia los clientes.

Al intentar llamar su atención, ( levantando la mano, finalmente chasqueé los dedos para que me viera ) su reacción fue aún más inapropiada. En lugar de responder con educación y amabilidad, me hablo en tono muy hostil y prepotente delante de las demás mesas, generando un espectáculo bochornoso que arruinó por completo nuestra cena.

En vez de disculparse por su comportamiento inadecuado, Yolanda optó por adoptar un tono arrogante y prepotente, hablándome en voz alta y asumiendo una actitud de superioridad, como si fuera la encargada del restaurante (cuando en realidad solo había dos mesas ocupadas).

Su actitud irrespetuosa y su falta de profesionalismo me hicieron sentir menospreciada e incómoda, tanto a mí como a mi acompañante. Ante tal situación, no tuvimos otra opción que finalizar la cena de forma inmediata, tras presentar una hoja de reclamaciones y pagar la cuenta.

Cabe destacar que, además de su comportamiento grosero, Yolanda demostró un conocimiento deficiente del menú. Al preguntarle por la procedencia de las ostras, no pudo proporcionarme información precisa, lo que denota una falta de preparación y atención al detalle.

Lamentablemente, la mala actitud de esta empleada empañó por completo lo que podría haber sido una experiencia gastronómica agradable. Considero que este tipo de comportamiento es inaceptable y que no debe tolerarse bajo ninguna circunstancia.

Por este motivo, solicito que se tomen las medidas oportunas para investigar este incidente y para garantizar que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro.

Asimismo, deseo expresar mi más sincero agradecimiento a los cocineros, cuyo trabajo, en base a nuestra experiencia, parece ser de gran calidad. Sin embargo, la pésima atención recibida por parte de la empleada mencionada anteriormente anula cualquier aspecto positivo de la experiencia.

Debido a lo ocurrido, no puedo recomendar su restaurante a nadie, y mucho menos a mis familiares de Cádiz, ni a nadie que visite la zona...

Visitamos este restaurante recientemente, en julio de 2025 con mi hija, que es celíaca diagnosticada, y lo cierto es que la experiencia fue decepcionante tanto desde el punto de vista gastronómico como legal y humano.

Al preguntar por la carta de alérgenos, la camarera respondió de forma cortante y sin empatía, limitándose a decir que “el 90% es sin gluten” y que “si le preguntábamos, nos decía”. No disponían de ninguna carta, listado ni soporte documental que permitiera conocer con claridad qué platos contenían gluten u otros alérgenos, como exige la normativa vigente (Reglamento (UE) 1169/2011 y Real Decreto 126/2015). Esta obligación no es opcional, y su incumplimiento pone en riesgo la salud de muchas personas, especialmente menores.

Al final, y como tantas otras veces, mi hija solo pudo comer carne a la plancha, porque de las dos cosas que pidió, ambas contenían gluten. Esto, además de frustrante, demuestra una falta total de adaptación real a las necesidades de los clientes celíacos, a pesar de afirmar que “casi todo es sin gluten”.

Lo más lamentable fue el cambio radical en el espíritu del restaurante: lo que antes era un lugar con encanto, cocina del norte y atención cercana, hoy se ha convertido en un local impersonal, con varios establecimientos anexionados, donde la calidad ha bajado, la carta ha perdido identidad, y el trato al cliente, al menos en nuestro caso, dejó mucho que desear.

Esperamos sinceramente que el equipo tome nota de esta situación y adopte las medidas necesarias para cumplir la legislación vigente en materia de alérgenos, lo que no solo evitaría posibles sanciones, sino que contribuiría a que personas con celiaquía, alergias o intolerancias alimentarias puedan comer con tranquilidad y seguridad.

No se trata de una moda, sino de un asunto de salud pública. Cumplir la normativa no es opcional, es una...

Caro, mal gestionado y con un servicio que deja mucho que desear

Estuvimos cenando ayer en la Taberna del Sapo y la experiencia fue decepcionante desde el principio.

Llamamos antes de ir para reservar, y nos dijeron que no aceptaban más reservas pero que fuéramos directamente, que nos pondrían en una mesa. Al llegar, nos encontramos con una camarera distinta que nos llevó la contraria desde el primer momento, asegurando que era imposible que nos hubieran dicho eso. Tuvimos que discutir para que nos dieran una mesa, algo totalmente innecesario. No fue una forma correcta de tratar al cliente, y más cuando los que íbamos sabemos lo que es trabajar cara al público y cómo hay que comportarse.

Pedimos varios platos: pulpo, chipirones, almejas y bacalao. Cuando mencionamos el bacalao, la camarera que nos atendió dijo que iba a preguntar a cocina si quedaba… pero se le olvidó y nunca volvió con la respuesta. Tuvimos que recordárselo bastante después, dejando claro el nivel de desorganización y falta de atención.

Finalmente, cuando trajeron el bacalao, lo más sorprendente fue el precio: 28 € por un plato que era básicamente patatas con un trocito de bacalao encima. Adjunto la foto: la cantidad de pescado era irrisoria, y no hay forma de justificar ese precio.

Eso sí: aunque la cantidad fue escasa, los platos como el pulpo, las almejas y los chipirones estaban buenos y se notaban que eran todos los platos frescos. Pero entre el mal trato, la falta de atención y la descompensada relación cantidad-precio, la experiencia fue muy negativa.

No volveremos ni lo...