La Bodeguita de Serafin — Restaurant in Elx / Elche

🌊 Un tesoro a pie de playa: La Bodeguita de Serafín 🌊

Si buscas comer de maravilla y sentirte como en casa, La Bodeguita de Serafín es tu sitio. A pie de playa, este restaurante familiar lo tiene todo: cocina espectacular, productos de calidad y un trato que marca la diferencia.

El cocinero es de diez, especialmente con el pescado, que prepara con un punto y sabor que sorprenden. Cada plato está elaborado con mimo y respeto por el producto.

En sala, Isabel, su mujer, es el alma visible del restaurante: directa, cercana, atenta y con ese don especial para recomendarte lo mejor de la carta según tus gustos. Una mujer valiente y con carácter, que hace que te sientas en casa desde el primer momento. Sus hijos también forman parte del equipo, siempre dispuestos, simpáticos y encantadores.

Un lugar con alma, donde la comida sabe aún mejor por el cariño con el que te tratan. Ideal para una comida frente al mar, en un ambiente familiar, auténtico y muy especial.

✅ Calidad, sabor y...

La experiencia fue nefasta, había una camarera montando mesas en la terraza y acudimos con la intención de tomar una aperitivo a las 13 h, estando toda la terraza vacía de clientes y nos despachó argumentando que estaba todo reservado cuando toda la terraza estaba vacía y lo que vimos del interior también. En ese momento salió un empleado de dentro del restaurante y sin preguntar nada, muy ufano y con soberbia dijo que estaba todo reservado cuando lo que queríamos era tomar unas bebidas y unos aperitivos, que en 20 minutos hubiéramos acabado. Mi marido se enfadó con ellos diciendo que era un maltrato al cliente, y que luego no dijeran que había que apoyar a la hostelería. Desde luego, que no volveré ni a tomar aperitivo ni a nada, ya que no saben tratar a los clientes, por su displicencia, poca clase y poca profesionalidad. Me parecieron demasiado sobrados, ya veremos cómo les va en invierno, con los pocos amigos que...

Hemos comido dos personas con las expectativas quizá demasiado altas tras haber leído las reseñas. Los calamares estaban chiclosos. El pan con alioli, para el precio que tiene no daba el nivel. La paella buena y sabrosa. Me ha sorprendido gratamente el dominio de la camarera capaz de llevar ella sola todas las mesas cuidando todos los detalles y necesidades de los clientes. Eso sí, a veces era todo cordialidad y en otras ocasiones no sabría catalogarla, de lo que no cabe duda es de su profesionalidad, un auténtico lujo. Se agradece el mantel de tela y cambio de cubiertos cuando se necesita. La terraza es la que es y no se puede cambiar, pero su organización, distribución y separación entre mesas es ideal para no molestarse entre comensales, permitiendo conversar sin interferir en las conversaciones de los demás. Firmado...