No se cumplen las expectativas. La cocina desmerece al lugar. Una increíble restauración (a falta de hacer el aparcamiento, error de bulto no tener aparcamiento preparado ya con Semana Santa a la vuelta de la esquina) hace del sitio que uno espere un nivel más alto en cuanto a cocina. A los camareros o bien les falta experiencia o trabajan bajo mucha presión porque el trato no está, una vez más, al nivel del lugar. A grandes rasgos: rabas muy ricas, croquetas con buena bechamel cremosa pero mal fritas (el empanado empapado en aceite), la ensaladilla rica pero sin más; muy fresquita pero vulgar, ensaladilla de bar y ración escasa. Solomillo, muy rica la carne, porción tirando a pequeña y acompañamiento malo: un puré de patata insípido y una especie de mermelada que a mi me sobra. Hay que resaltar la carne, no esconderla. El machote para uno es mucho y para compartir es escaso pero muy bien hecho, buen pescado. El canelón de marisco, un fiasco. La salsa americana que lo acompaña bien pudiera ser una crema knoor de supermercado. El pan muy rico, la verdad. Sin cubiteras de pie teniendo que agolpar todo en la mesa, hay que hilar más fino. El postre de torrija, nada. Parece un pudín de pan, nada del otro mundo. No volveremos, no merece la pena. Una cuenta de 150€ para 3 personas y te cobran hasta un único chupito, es comprensible: lo pides, lo pagas. Una y no más. Por el mismo precio hay sitios con mejor servicio y mejor cocina. Carne de veraneantes madrileños.
Las rabas, sin duda alguna lo mejor. Ración escueta y si se echa media cucharada demás del alioli tampoco pasa nada. Sin duda alguna, lo mejor el pan y las rabas.
Añado…. Lo de la entrada no tiene nombre. Un despropósito para quien haya diseñado la sala. A pesar de la puerta automática y esas cortinas de club de carretera, en la sala hace fresco. Es algo nefasto.
Me acabo de acordar: servilletas desechables, no poner cuchillo de carne para el solomillo… falta de profesionalidad y de cuidado en los detalles. Da la sensación de que “los pasiegos” han querido abarcar demasiado con este...
Read moreLuxury is an attitude. The old palace is just the perfect spot that gives a clue about the excellence that awaits for any food lover. It may appear a not so long menu, even shorter than the wines list, but perfection is not about quantity over quality. The balance of meat, fish, tradition and innovation is just great. Highly recommended for a special occasion as for a good day to enjoy its delicatessen. The ambient, the service, the price versus quality combines and shines even more. So, what...
Read moreEs la segunda vez que hemos ido y ha sido porque las croquetas estaban muy ricas la primera vez q fuimos. Y por las reseñas que tiene quisimos darle otra oportunidad, por probar otras cosas para ver si estaban igual, pero no ha sido así. Por lo que hemos quedado descontentos. La ensaladilla rusa a parte de la patata poco más te vas a encontrar, se puede comer pero solo eso, muy básica y cara para lo que es. Los canelones de marisco no son lo que esperaba porque deberían de llevar bechamel por encima gratinados y rellenos de marisco, sin embargo estan bañados con la salsa y parece cualquier cosa menos canelones. Que cobren el servicio de mesa no se a que se debe porque si es por el pan que no hemos pedido no deberían cobrarlo y si es por el servicio que dan tampoco, porque no es un buffet para servirnos nosotros y si tienen camarer@s es para dar ese servicio. Nada más llegar y sentarnos nos da quien nos atiende una charla sobre el vino que aconsejan ese día.... Yo no bebo vino. (Primero hay que preguntar) . Y sin dejarnos ver la carta para ver que queremos pedir, nos enseñan una chuleta para que veamos la carne que tienen y el tamaño. (Primero la carta por favor y si decidimos que queremos carne entonces si.... Pero no queríamos carne) Nada...
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