Restaurante Calcoba — Restaurant in Fisterra

A veces tenemos que entender que una reseña negativa es una opción para mejorar y aprender de errores porque nadie nació aprendido!! En este sentido… mi humilde opinion es que… en un lugar emblematico, precioso y un día estupendo… deberian de plantearse cambiar algo… ya digo, en mi humilde opinion… no puede ser el tiempo de espera de la comida, pienso y creo que, para tener una buena atención en un sitio puramente turistico, ibais de sobrados con 4 cosas puntuales en vez de tanta variedad en la carta, cosa que la mitad ya no teneis… pero creo que, al margen de comida por encargo (por ejemplo nuestra mariscada) o un arroz o ect… 4 platos a elegir de primero, un par de pescados de la zona y un par de carnes… seríais mas rápidos a la hora de servir, y más aún, sabiendo que la cocina es pequeña… lo que no podemos abarcar es una carta enorme, donde no disponemos de personal ni material (nos dijeron si podiamos usar los mismos platos que no había mas) y no pasa nada… sabemos que es un restaurante que abre solo en el verano.. pero no es excusa, porque a la hora de pagar, tampoco te dicen… estáis invitados a los cafés 😉. Muchas veces hechamos las culpas a los camareros, que son los que dan la cara con los clientes… pero el problema viene en la gerencia, por querer hacer en tres meses lo de todo el año y no, no es el sistema… plantearos mejorar la carta, con cosas sencillas y dar un buen servicio, para que el próximo año, cuando venga el buen tiempo podamos decir… vamos al Calcoba a comer… porque es genial!! Y no pensar al salir de aquí… “la comida rica pero no vuelvo” porque la atención y el tiempo de espera no es el adecuada!! E insisto… la culpa no es del personal de sala… viene dsde arriba!! En fin… La marsiscada rica… hemos pedido unas patatas fritas para los niños y han venido frias!!, luego pedimos chipirones para los niños y… ya veis en la foto qe adjunto la cantidad… sin patatas (xq las habian traido media hora antes 🤷🏻‍♂️) … postres … solo había helados… de la carta nada 🤦‍♂️, el vino… un día caluroso, en la terraza y teniendo unos enfriadores en la nevera de los helados… deberian de usarse 😎 y… unos cafés!! Sin más… Felicito a la camarera de sala por traer un cacharrito con agua para un perrito (sin pedirselo), se ve el afecto por los animales. GRACIAS🥰 Mi recomendación para el restaurante… plantearos un cambio (no de personal) … Para los clientes… o...

Una pena, el local está ubicado en un paraíso natural. La comida (lo poco que pudimos probar) esta rica. Pero uno de los peores servicios que he visto en mucho tiempo. Los platos se espaciaban por tiempos de 30 minutos, y había que reclamarlos todos. Incluso un simple tenedor que se cayó al suelo tuvimos que pedirlo 3 veces, horrible. Tuvimos que pedirles que no sacaran ya una milanesa, porque hacía más de una hora que se había pedido. Incluso tuvimos que pasar a pagar porque ni la cuenta sacaban. No era un problema de número de mesas ni comandas, era un problema de actitud de los camareros. Un ejemplo, pedimos una ensalada básica y la respuesta fue "no nos quedan ensaladas". Cuando en realidad no les quedaba lechuga, la diferencia es sutil pero importante. "Y no puedes ponerme un tomatito con cebolla"? "Ah, si quieres eso sí". Spoiler: se cobró como una ensalada completa, con la codiciada e inexistente lechuga y todo.

De hecho parecía que fuera la primera vez que vivieran un verano con sol y viento, la ironía es que lo contrario sería lo llamativamente extraño. Las sombrillas (y las sillas) volaban entre las mesas, y los camareros ni se inmutaban, mientras que los comensales de uñas y otras mesas creábamos alianzas para intentar arreglar, sujetar o devolver las sombrillas. Sería divertido si no fuera peligroso. Si se nos ocurría a alguno pedir ayuda a un camarero, con suerte recibíamos una mala contestación.

Como...

Por dónde empezar… Hicimos una reserva a las 15, un sábado de playa con muchísimo calor. Llegamos, nos habían reservado una mesa en el centro de la terraza, con dos coloridos platos y una servilleta. Al llegar vimos casi todas las mesas ocupadas. Estábamos sorprendidos después de leer las reseñas. En nuestro caso seguimos adelante con el plan, por comodidad, comer y volver a la playa sin mover el coche. Ahora empieza lo bueno, una vez sentados vemos a un único e inexperto camarero mirando a todas las mesas y buscando donde colocar un plato de ensalada. Las mesas decían no aquí no es, y así una y otra vez hasta colocarlo. De repente unos gritos desde el interior, supongo problemas en cocina. A todo esto no servían bebidas ni traían cartas. Los comentarios de las otras mesas eran todos referidos al caos que se avecinaba. Por fin una ensalada pero en la mesa equivocada, la aliñan pero se las reclama otra mesa. Así otras anécdotas con otras mesas. Aproveché a gritar para que se no se llevara la carta que había recogido en otra mesa, echamos un vistazo y decidimos lo que íbamos pedir. Seguían pasando los minutos y mas caos. Tras una media hora decidimos levantarnos e irnos, aún no teníamos ni los vasos. Respecto a lugar, las vistas son lo mejor. La comida no la probamos. Y el servicio pues recomendaría que en temporada alta hicieran el esfuerzo por contratar un par de camareros con...