Escogimos este restaurante para celebrar la comunión de mi hijo. Parecía acogedor, me vendieron que ganaba mucho de noche porque el jardín se iluminaría... mucha norma me pusieron y yo las cumplí, sin embargo hubieron algunos problemas ya que quizás las palabras se las llevó el viento y no había nadie para materializar todo lo hablado e incluso escrito en mails.
Escogimos el menú sin prueba previa del mismo ya que no me ofrecieron una degustación. Si que fui un par de veces a comer pagándome el menú del día yo y mi marido y que no era lo que degustaría en la comunión. Luego me he enterado por otras familias que lo nomal en la mayoría de restaurantes es quedar un día al igual que se hace en las bodas y hacerte un menú degustación gratuito para acabarte de decidir.
Me ofrecieron contratar servicios para la comunión, con empresa recomendada por ellos. Así que tras hablar en múltiples ocasiones porque quería algo concreto como fue un espectáculo de burbujas de jabón donde se hicieran determinadas cosas, me dijeron de ambas empresas (restaurante y pompas de jabón) que se podría hacer. Fue un desastre, aunque no le afecte directamente a Lancaster beach, fue una recomendación de ellos por lo que yo descarté otras opciones que quizás habrían salido mejor. Ambas empresas hablaron entre ellas Pero si no era posible debía haberlo sabido yo de antemano.
En toda la comunión no pude ver para hablar con la encargada del evento.
El aperitivo no se hizo en el jardín porque refrescó pero no entiendo porque no se hizo en el porche tal como se pactó en caso de frío, lluvia... De 19:30 a 21:15 los invitados estuvieron aburridos y sin el aperitivo pertinente que se debía hacer hecho durante este periodo. Finalmente se hizo todo sentado a partir 21:30, lo que hizo que la gente estuviera 2 horas sin hacer nada, y solo probar un cóctel, patatas y aceitunas, y para las 21:30 estuvieran muertos de hambre. A esta hora Se empezó con el Aperitivo y al llegar al Segundo plato muchos ya no tenían hambre y algún plato directamente se dijo de no servirlo. Una pena!!
Yo por mi cuenta, contraté un espectáculo de magia que se tuvo que retrasar, menos mal que era amigo y aceptó, ya que tuvo que esperar más de 1 hora.
Positivo la comida, de calidad y exquisita excepto el rissoto que estaba duro y lo comentamos para que lo supieran.
Me hicieron ir estresada con el royo de llevar chuches envasadas sin preparar por normativa...cuando una vez allí las podía haber traído perfectamente ya preparadas, haber hecho pinchos de frutas... ya que nadie controló si las llevaba envasadas o no y así poder disfrutar de la comunión de mi hijo. Antes no pude dejar nada porque había terminado otra celebración. Me dijeron que las podía llevar el día antes pero envíe 2 mails para quedar Y todavía espero la respuesta a los 2 mails de cuando podía llevar las cosas.
Por cierto, no sé si es que no funcionaban las luces del jardín o qué pasó ya que en toda la noche nadie lo pudo ver iluminado tal y como me lo vendieron y nadie me ha dado explicaciones. Los niños corrieron por fuera a oscuras con unas pulseras de neón que yo les compré. Menos mal!! Aunque el paisaje perdió su encanto!
Quizás puede ser bueno para comer ya que la comida era de calidad, pero para celebrar eventos debe...
Read moreEstuvimos por una comida casual, entramos y comimos a la carta. Consideramos la terraza, pero hacía demasiado sol.
El ambiente es un poco más cuidado que un bar o chiringuito de playa, está bien, pero tampoco es elegante, no hay que olvidar dónde está. La gente va a comer o a tomar copas para estar de palique con los amigos con música de fondo.
Tienen un buen jardín al aire libre con sombrillas, altavoces y mobiliario de exterior para comer o tomar algo fuera
La comida estaba buena, aunque tardó un poco, sobre todo algunas cosas salieron a destiempo y nos sentimos desatendidos en varias ocasiones por los camareros para pedir bebida e incluso para pagar, hasta el punto de pensar en irnos porque no se hubiera enterado nadie mientras esperábamos junto a la caja. También hubo alguna vez que nos trajeron a la mesa algo que no era nuestro o que nos preguntaron. Lo mismo veíamos alrededor con otros comensales, aunque no estaba muy lleno. Volví más adelante, sólo pedí unos refrescos y una bolsa de patatas fritas y no había manera de que trajeran las patatas, que estaban en la barra expuestas. Nos fuimos pagando los refrescos y nos olvidamos del resto.
Todos los que había eran muy jóvenes, veinteañeros, hablaban entre ellos en la barra mientras los observábamos y algunos se veían desesperados, mientras otros mostraban actitud de que no iba con ellos porque a ellos les tocaba hacer A y no pensaban hacer más que A, así que cada cual con lo suyo.
Creo que falta formación y actitud y sobre todo mejor gestión de los propietarios, porque se requiere que haya alguien más senior en la sala asegurando el orden, organizando y apoyando, porque no es raro que en un servicio de comidas te salgan unos cuantos imprevistos y no puedes esperar que la gente nueva sea igual de resolutiva. Alguien más senior hubiera tranquilizado a la gente nerviosa, espabilado a los pasotas, definido prioridades, repartido tareas y tras eso se hubiera puesto a ayudar a sacar platos ella o él mismo para compensar los retrasos, pidiendo disculpas, quizá invitando a algo y hubiera dado la vuelta a la situación dejando un buen sabor de boca final que hiciera olvidar las frustraciones.
Porque no se trata de un restaurante para una ocasión puntual y no volver, si no que trata de ser un referente para dejarse caer siempre que estés por allí y para eso hay que cuidar la experiencia y hacer que se quiera volver.
Nada recomendable, a no ser que te armes de paciencia, porque si te sirven, posiblemente comerás bien y a precio medio razonable. Hay otras opciones en la zona, aunque pocos tan grandes y con este tipo de comida. En la zona de Gavá Mar hay algunas opciones mejores si se puede ir...
Read moreLancaster BC sure offers a great view looking over the seaside, fun ambience, and friendly staff. Regrettably, the LBC-team has still extra hurdles to overcome to meet high standards. Currently, you cannot come to Lancaster BC for subtlety as it is comprehensively vulgar. Every self-respecting restaurant worth its salt offers much more than a vulgar hamburger and the piña colada on the beach. A trendy hot spot for power dinning would include wide-ranging menus offering carefully prepared modern dishes, such as vegan attention-grabbing dishes but unfortunately that's...
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