Fuí bastantes veces cuando estaban en Quintueles y nunca me quedé con la sensación que me han dejado hoy (primera vez que voy en la nueva ubicación). Antes ibas a comer a un sitio familiar donde sus fundadores primaban la calidad de lo que te ponían. Ahora... he tenido la sensación del que va a comer de turista lejos de casa... la rentabilidad lo primero, la calidad después y el detalle al cliente lo último. La comida estuvo correcta, una comida con una calidad normal, sin destacar por arriba ni por abajo. ¿por qué les doy 2 estrellas entonces? por los sucesivos detalles que priman por hacer caja por delante de todo lo demás. Pongo algunos ejemplos: 1,20€ por cada ración de pan... un bollito poco más grande que una cajetilla de tabaco. ¿de verdad no se puede poner una ración de pan en condiciones? Pides un Albariño sin concretar ni recibir carta para elegir y te ponen uno de 22€ la botella... cuando en la carta de vinos en su web tienen 9 albariños... de 17, 18, 19... ¿por qué traes el de 22? Cuando acabas de comer, consideras que has sido un buen cliente y no has escatimado (630€ por comer 10 adultos + 4 niños pequeños)... y hay 3 chupitos en la cuenta... pues oye... están en su derecho a cobrarlos... pero a mi me parece que no pasaría nada por invitarlos... pero se cobren o no... que sean chupitos con un mínimo sentido... porque son vasos de medio tubo con un hielo dentro que deja espacio a 1 sorbo de licor (sacamos un hielo para verlo). Cobrar 3,50€ por un sorbo de chupito, merezca o no merezca el cliente la invitación, es de traca. Repito... no es obligación invitar al cliente a nada... pero ese y todos los demás detalles son los que diferencian unos restaurantes de otros. Que a mi no me importa pagar más o menos... pero lo que quiero es que pague lo que pague merezca la pena y no sentirme monetizado... Que lo importante es que el cliente se vaya contento pensando en volver... no sablar su cartera con cada...
Read moreEl martes día 23/03/2021 llamo al restaurante para hacer una reserva para el domingo 28, le pregunto si puede ser en la terraza y si hay menú, me contesta que sí puede ser en la terraza y que hay menú a 25€. Vuelvo a llamar el jueves día 25 para confirmar la reserva y preguntar en qué consistía el menú ese domingo, a lo que me responden que están, en ese momento decidiéndolo, pero que no había ningún problema, me confirma el menú en terraza por 25€ y quedamos el domingo a la 1:30 horas para tomar un aperitivo y comer a las 2:30. Llega el domingo 28, tomamos el aperitivo y, hacia las 2:30, el camarero (José, muy amable) nos indica que miremos la carta en el móvil para pedir la comida, al interesarnos por el menú, nos comenta que el precio del mismo es 26€ más 10% por ser en terraza?????? Que mejor pedimos algo de la carta que sale mucho mejor económicamente. Le hacemos caso y pedimos unos calamares para compartir y un plato cada uno. A las 3:20h no habían señales de comida y las mesas a nuestro alrededor (que habían llegado más tarde) ya estaban todas comiendo. Me dice el responsable del comedor (sin la más mínima educación y de muy malos modos) que están desbordados, que tienen poco personal y que si con mí queja, lo que pretendo es que despidan al camarero, mi indignación es tal que no la puedo expresar con palabras. Resumiendo, llegaron los calamares a las 3:45h (indicar que con nosotros había un niño de 3 años sin comer) y que cuando terminamos con el postre eran las 5:30h y todos desesperados con la situación. Llega la cuenta y muy “amablemente” nos invitan a los postres, por la demora en el servicio. Abonamos 36€ por persona (que bien que salía mucho mejor, económicamente, no pedir el menú). La comida bien, sin más, los camareros bien, la organización y el trato por parte del responsable, LAMENTABLE. Desde luego no pensamos volver y no lo recomendaremos a nadie, todo...
Read moreLa carne y el pescado estaban bien cocinados pero sin más. La ensalada de ahumados: mala, sin aliño y unas hojas de lechuga iceberg blancurrias tipo corcho con unos pocos trozos de salmón. Los postres muy normalitos. No tienen leche vegetal para el café.
Encontré un pelo en mi plato entre las patatas cocidas, bastante largo, oscuro y rizado que me dio arcadas. Ya había acabado el atún a la plancha que era lo que interesaba y que me comí. No pedí otro plato ni nada porque ya había comido.
Pero al decírselo al camarero no fueron muy amables, me retiraron el plato, me dijeron que “lo habían analizado” y que era una fibra. Podría ser una fibra, pero aún así daba bastante asco. Ni se disculparon ni ofrecieron cualquier cosa a modo de amabilidad. Yo no doy la imagen de “pijo” del Bibio y supongo que pasaron ni de intentar hacerme un poco la pelota. Y pagar pagamos todo sin decir ni mu. El precio está ajustado a lo que lo que ofrecen, excepto por la ensalada que era muy mala. No dejé propina, eso sí.
Ademas el ambiente era como bastante tenso, los camareros muy serios y como asustados. Reservamos en la terraza muy pronto porque llevábamos niños y mejor con poca gente para que los críos no molesten. Eso sí, son niños y entraron y salieron al baño unas 4 o 5 veces a hacer pis y lavarse las manos. Como la puerta por la que accedes al baño desde el patio es estrecha y la utilizan tanto los camareros como los clientes al entrar y salir era fácil chocarse. Yo al ir al baño al acabar de comer casi me choco con un camarero que salía. Entiendo que es bastante incordio para los camareros, pero la gente va a al baño y la puerta es la que es.
Si eres de un estilo más “casual” este sitio no es para ti, es un sitio “pretencioso wannabe” y a nivel de comida hay muchas opciones igual de buenas por todo Gijón para estar...
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