Sidrería Casa Andrés

Es una auténtica lástima, que una sidreria como esta, regentada por una gran persona, cometa errores de tal calibre y estoy seguro que es por falta de profesinalidad de dos de sus camareros. Entramos tres personas en el local con la intención de tomar unas botellas de sidra. Nada más sentarnos, nos advirtieron, cosa normal, que la mesa estaba reservada para hora y media más tarde. Les respondimos afirmativamente. A los diez minutos nos piden un cambio de mesa. Accedemos a ello con gusto. Antes de sentarnos en la nueva mesa nos dicen que tampoco allí podemos. Por voluntad propia nos vamos a la barra. Una vez allí antes de pedir un culin, agarramos un pincho de empanada. Se nos retira la bandeja con mala leche y intencionadamente. Nos sentimos realmente despreciados y mal tratados. Siempre fue un sitio donde me gustó parar. Sobre todo por su propietaria y por el trato que allí recibía. Creo que no volveré y lo siento de verdad. Profesionales así son los que manchan esta profesion. Y que conste que sé de que hablo. Una lástima!!!