En referencia a la respuesta del dueño sobre la reseña de Naza Gijón, me veo en la necesidad de aclarar lo que ha escrito. En su reseña se exponen varios motivos por los que no volver a este restaurante y usted ha decidido centrarse únicamente en el incidente del teléfono, seguramente para desviar la atención de otros lectores de los puntos en los que sabe que de verdad flaquea y para los cuales no tiene argumentos. En realidad, en el tema del teléfono, se ve a leguas que tampoco los tiene y trata de defenderse atacándonos con MENTIRAS. Así que, ya que le veo tan interesado en que todos conozcan lo que sucedió, voy a contar la verdad.
Al entrar al local, los dos camareros que estaban en barra nos ignoraron por completo (y eso que éramos 5 adultos y dos niños), atendieron a una pareja que entró después y luego se dirigieron a nosotros con un “¿qué queréis?”. Omitiendo este hecho, vamos a lo que nos concierne.
Estando ya sentados en el comedor, lo primero que hizo al acercarse a nuestra mesa fue dirigirse al mayor de los niños (que tiene 5 años) para decirle “caballero, si quieres comer tienes que dejar el teléfono” Si los niños no tienen culpa, ¿por qué le habla a él en lugar de a nosotros?, y si los teléfonos estaban a todo trapo desde el minuto uno, ¿por qué no hizo referencia al sonido en ese momento? Todavía dejó las cartas, sirvieron el pan, tomó nota de la comanda y al traer la bebida fue cuando dijo y cito palabras textuales “los teléfonos bajadlos”. No hubo un "por favor" ni un ápice de asertividad en la forma en que lo dijo. Y precisamente por esa prepotencia y porque los teléfonos no estaban para nada altos, le contestamos que si al suelo, a lo cual continuó diciendo “no, el volumen, que no estáis solos en el comedor” Aunque no es de su incumbencia, salimos a comer fuera unas tres veces por semana y al igual que nos gusta estar tranquilos, no queremos que nadie se sienta molesto porque los niños estén haciendo ruido o tengan el volumen de los teléfonos alto. Somos muy escrupulosos con este tema y por eso no nos pareció bien la forma en que nos trató, más aún cuando ya comimos en su restaurante varias veces. De hecho, habíamos estado dos semanas antes y los niños jugaban con sus teléfonos, pero en aquella ocasión no hubo problema ¿raro no? y eso que según usted, aturullamos con las bandas sonoras de los móviles allá por donde vamos. Por supuesto, de haber sido cierto que estaban altos y haberlo dicho con educación, no habríamos replicado. Nos habríamos disculpado y la comida habría continuado con normalidad, a pesar del ruido que siempre hay en su comedor.
Por otro lado, quería matizar que este incidente no ocurrió en Semana Santa sino a mediados de marzo y reservamos dos mesas, no una como indicaba. Tampoco hubo ninguna amenaza… Esto me da qué pensar si se ha enfrentado a otros clientes últimamente y está confundiendo datos.
Respecto a lo de ser famosos, quiero pensar que se ha equivocado de personas porque si pretendía marcarse un farol, le ha salido mal la jugada, pues no somos de Gijón. Además nos ataca insinuando que tenemos un problema, traumas,... en lugar de reconocer que no fue diplomático. Si tanto daño hacíamos dejando las mesas, en sus manos estaba el haberse disculpado por las formas y todo habría quedado resuelto. Pero la humildad no le caracteriza precisamente y a la vista está en la respuesta que dio a Naza Gijón. Usted mismo se ha delatado y ha dejado constancia de su poca profesionalidad con todas esas CALUMNIAS.
Por suerte, hay muchos restaurantes y bares con grandes y entrañables hosteleros, además de agradecidos. Venimos a consumir a su negocio y todavía parece que nos está haciendo un favor. Tan importante es la comida que se prepara como el servicio y la atención, y como clientes no ha cumplido con nuestras expectativas.
PD: Para no importarle nuestros comentarios, mucho se ha molestado en escribir e inventar. Don de gentes no tiene pero tengo que reconocer que como escritor sí...
Read moreSituación surrealista la que he vivido junto a mi familia en este restaurante. Probablemente, el peor servicio al cliente que he recibido en mi vida.
Éramos cuatro personas: mi hermana es vegetariana y mi padre tiene restricciones alimentarias.
Pedimos tres entrantes y tres platos principales para compartir. Al indicarle al camarero que nos atendió (se le ve en fotos del restaurante sujetando un pescado) que necesitábamos que los tres principales salieran juntos, ya que no todos comíamos lo mismo por los motivos antes comentados, su respuesta fue que los serviría en cuatro tandas.
Intentamos explicarle en dos ocasiones que no había problema con los entrantes, pero que los principales sí debían servirse al mismo tiempo para poder comer a la vez. Su reacción fue responder de muy malas formas, diciéndonos que “le dejáramos organizarlo a él”.
El resultado fue que no pudimos comer todos juntos y, además, recibimos comentarios “graciosos” de bastante mal gusto y poca educación.
Otro detalle a destacar: pedimos un pastel de cabracho y, cuando lo sirvió, nos informó de que solo le quedaba media ración, así que nos había puesto otra media de pastel de calçots. Sin consultarnos previamente, por supuesto.
Para rematar la experiencia, al traer la cuenta parecía que iba a disculparse, pero en su lugar nos dijo: “estáis acostumbrados al McDonald’s, donde os traen todo a la vez”.
Mi conclusión es que cuando te atienden con prepotencia, mala educación y nula empatía, hasta la mejor comida del mundo sabe a suela de zapato mojado. Porque cuando vas a comer en familia, lo más importante es el tiempo compartido.
Nunca había dejado una reseña negativa porque no me gusta jugar con el trabajo de los demás, pero esta situación lo ha requerido.
Espero que, si alguien más acude y tiene una necesidad similar, se le trate con el respeto que merece.
Un saludo.
P.D.: Y sí, la comida estaba buena y la otra camarera fue muy amable. Una pena.
Y no he exagerado...
Read morePara comer o tapear, Gijón tiene muchos locales que merece la pena visitar, ZASCANDIL es uno de ellos. Cuando visito uno que me gusta, me hago la misma pregunta, ¿Lo volverías a visitar? y más aún, ¿Volverías a repetir algunos de sus productos?, si la respuesta es afirmativa, es porque el sitio merece la pena. ZASCANDIL es uno de esos locales que repetiría sin dudarlo una y otra vez. La amabilidad y profesionalidad de las personas que te atienden está al mismo nivel de los productos que sirven. La bebida, la comida y sobre todo las personas son de 10 No hemos probado toda la carta, pero cada producto mejora al anterior, dejaros aconsejar, pero os aseguramos que pidais lo que pidais, es buena calidad, buen sabor y buen servicio. Un 10 de los de verdad Hemos vuelto a visitarlos, probamos nuevos productos y charlamos un poco con las personas que están cara al público. Parece mentira, pero si “Los soldaditos de Pavia” y los “Puerros gratinados” de ayer estaban simplemente exquisitos, la “Almeja fina al ajillo”, la “Gamba roja a la sal”, la “Ensalada templada de cochinillo y cítricos” y las “Gambas gabardina” nos han dejado impresionados por su sabor y frescura, no se si la expresión es la adecuada, pero yo lo definiría como “experiencia brutal” Tan Bueno estaba todo que, pedimos consejo para el postre, algo que no solemos comer últimamente, “Tarta de manzana con helado de vainilla” y “Soufflé alaska”, simplemente deliciosos. Sospecho que pronto será difícil poder reservar en este restaurante de “Estrella Mi chelín”. Preguntamos los nombres de los protagonistas que nos atendieron para poder felicitarlos. GRACIAS! Aída, Isabel, Alba y el coordinador responsable José Luis por vuestra paciencia, profesionalidad y sobre todo por esa conversación tan natural que hace que te sientas como en tu casa Y por supuesto enhorabuena a todo el personal de cocina que no está cara al...
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