Reservamos un sábado para 4 personas a las 23h ya que salíamos de un evento en La Laboral que termibaba sobre las 22:30. Finalmente ese evento terminó a las 23 y llamamos en cuanto terminó para avisar que llegaríamos tarde y nos dicen que sin problema.
A las 23:15 ya estamos sentados, y nos dicen a las 23:20 que tenemos que pedir rápido, ya que la cocina cierra a las 23:30 (curioso porque tenían muchas cenas a la mitad, pero bueno).
Soy alérgica a los crustáceos y pregunto por el pastel de cabracho, ya que en los alérgenos no figuraba, pero sé que es una práctica habitual echarle gambas u otros mariscos para potenciar el sabor.
El camarero (muy amable por cierto, y no tiene culpa ninguna), me confirma que efectivamente “algo lleva”. No lo pido pero le comento que diga a quien corresponda de mi parte que muy mal ya que la carta no lo pone y es peligrosísimo.
Antes de seguir con la reseña quiero hacer hincapié en esto ya que no es la primera vez que me pasa en otros restaurantes:
Señores hosteleros/cocineros, no podéis modificar una receta y dejar los mismos alérgenos de la carta, ya que podéis provocarle un shock anafiláctico a un cliente y tener un gravísimo problema el restaurante. Tener una carta de alérgenos sin actualizar es más peligroso que no tenerla, ya que el cliente CONFÍA en que está bien hecha y va a pedir un alimento que le puede mandar al hospital. Una alergia no es una tontería o una moda, es algo muy serio según el caso. Por eso hay clientes “repunantes” como yo que nunca se fían y preguntan.
Prosigo, que hay más. Pedimos tabla de embutidos, tortilla y pollo al ajillo (calidad media/baja todo, lo único pasable fue la tortilla, el pollo fatal y el embutido del montón).
Nos lo sacan todo a la vez y no se preocupan más de la mesa, tanto que estuvimos más de 10 minutos intentando que algún camarero nos mirase para pedir sidra.
Pedimos postres y queso azul cuando por fin nos traen la sidra. Después de haber pedido el postre, nos retiran en pan (correcto si no se hubiese pedido queso), lo comento y nos lo da después de haberlo metido todo en la misma cesta.
Resumiendo: Fuimos en muchas ocasiones (antes de la pandemia, eso sí) y recordábamos que se comía bien. Ayer no fue precisamente el caso, y sumado con los demás detalles, obviamente no nos quedan...
Read moreCome here early, locals come late. Even when they never start to serve before 13:00, rather do your reservation as so many people come here to enjoy the place and the food. Many choices, depending on what you like as environment: outside under the apple trees, inside for a more formal sight, or in between as they open the glass doors of the big room to the fresh air. Very classical tastes and food, but quality on every plate for sharing in a friendly manner. Kids will be happy here with a large play zone. Look at the Cider fresh-dispalyer fountain at the entrance, it's...
Read moreEn Asturias son muy típicos los merenderos: tabernas siempre en zonas rurales, con un amplio espacio al aire libre, usualmente con hierba árboles, mesas y sillas, a los que tradicionalmente uno podía llevar su propia comida. El acuerdo tácito consistía en que la bebida se compraba en el merendero.
En la actualidad ya no es habitual llevar la comida, excepto en algunos pocos lugares y en algunas fechas muy concretas, así que muchos merenderos han devenido en restaurantes, y El Cruce es uno de los que mejor han sabido hacerlo.
Se podrían decir muchas cosas de El Cruce, desde que fabrican su propia cerveza, que por cierto es extraordinaria, hasta que sus tortillas son famosas, por buenas (es frecuente ver a clientes que van a buscarlas, y que se las llevan a casa en cajas como las de las pizzas), pero lo cierto es que todo lo que uno coma allí está muy bueno: excelentes mejillones, ensaladas, carne a la piedra, o lo que sea, todo ello con excelente materia prima. En realidad es un gran restaurante, con una carta muy amplia y una cocina excelente.
No es un sitio que necesite publicidad: está siempre hasta la bandera, pero aún así, se las apañan para ser amables y cercanos. Si pretende comer allí, reserve, con tiempo, o no podrá, sobre todo en verano y/o puentes.
Su única pega: si hace bueno estará lleno de niños correteando por todas partes y liberando energía, con sus gritos correspondientes. No se extrañe: así son...
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