Restaurante Balcón del Genil — Restaurant in Huétor Vega

Desconocía la existencia de este restaurante hasta ahora. Y la verdad es que salí bastante lleno de lo bien que comí.

El lugar donde se encuentra se sitúa encima de una colina, donde de ahí se puede observar diferentes puntos de la zona, hay aparcamiento para aparcar. Una crítica costructiva cuando intentamos llegar al restaurante hubo un punto donde nos perdimos y nos pasamos la entrada al restaurante, existe la asistencia de un cártel que pone a un km el restaurante, pero no cuando llegamos al km no existe un cártel que ponga restaurante y si no ponemos el Google Maps no hubiéramos llegado. No sé si existe la existencia de un cártel con el desvío pero le sugiero que sino existe pusieran una señal para aquellos clientes que vayan por primera vez al restaurante sepa por donde ir sin tener que utilizar el Google Maps.

Una vez en el restaurante puedo decir que hasta ahora es uno de los restaurante que más rápido en servir la comida. Tras pedir la carta pasaron menos de 10 minutos y ya estábamos servicio la mayoría de comensales.

Se come muy bien y platos de diez y calidad excelente, los precios son asequible y aceptado para los diferentes platos que desgustamos. Todo perfecto pero el postres no llego con buena puntualidad, creo que la tardanza fue porque la mayoría de los que estábamos comimos a la misma vez y casi a la misma hora y a la hora del postre normal que se pida a la vez y se forme el cao en cocina.

Los camareros son agradables y educados, se nota que se apoyan unos con otros y tienen buena experiencia en restauración e incluso vi como una camarera enseñaba como funcionaba el tema de las mesas.

También vi que el restaurante se celebran mucho cumpleaños en familia, porque en tres ocasiones se escuchó el cumpleaños feliz de parchís en los altavoces del restaurante.

Por tanto, pasamos un día agradable en familia y volveríamos si surge la aportunidad de volver a comer en la zona.

Hasta...

Me casé hace 7 años aquí, el servicio fue inmejorable. Cada año volviamos a cenar por nuestro aniversario. Desde que comenzó la pandemia no hemos podido ir, pero este pasado sábado, fuimos por el aniversario de mis padres, y la verdad quedamos tan decepcionados.... La comida es lo único que se salva, perfecta, sabrosa y calidad-precio. Ahora el servicio que nos dieron fue pésimo. Atendieron tarde para la bebida, la trajeron tarde, pedimos agua del tiempo y la trajeron fría. Cuando tomaron la comanda no preguntaron cómo queríamos la carne, no pusieron pan hasta que lo pedimos nosotros, luego las siguientes rondas de bebidas se les olvidaban traerlas por lo que teníamos que volver a repetir que las trajeran. Hubo un error que luego se solucionó con el postre que era encargado. Al pagar tardaron bastante tiempo en aparecer con la cuenta, encima nos cobraron 8 euros por el pan cuando pedimos un sólo servicio que venía 4 uds, y una cuenta de 200€ y no tuvieron ni siquiera el detalle de ofrecer algún chupito como otras veces han hecho. La camarera poco profesional para este tipo de restaurantes, ya que al servir se hace por la izquierda, al hacerlo al reves pidió a mi padre con mala cara que cambiara de postura, como si él estuviera entorpeciendo su servicio, qué pasó? Que al retirar lo que se llevaba de vuelta derramó una cerveza, que limpió con una servilleta de tela y en vez de sustituir el mantel recién empezada la cena porque estábamos con la ensalada, puso encima otra servilleta de tela. Ya no repetiré este año allí y si no cambia el servicio dudo volver como...

Soy cliente habitual desde hace muchos. Suelo ir de forma reiterada en familia o con amigos. La comida es excelente y el trato siempre correcto. Sin embargo, hoy he estado para intentar cenar con mi mujer, mis hijos y mi perro, al que los camareros habituales tratan siempre con cariño y procuran sentarnos donde no estorbemos con el perro (es grande). Hoy todos los camareros eran nuevos. Uno de ellos ha intentado que nos sentemos en una mesa en la que, evidentemente, íbamos a estorbar. Le hemos dicho que nos queríamos sentar apartados, junto a la barandilla, a lo que ha respondido que todas esas mesas estaban reservadas, pese a estar vacías y no ostentar cartel o anuncio alguno en tal sentido. En ese momento ha llegado el dueño e informado de la situación nos ha sentado en una mesa junto a la barandilla. Al hacerlo el camarero le ha reconvenido (efectivamente han entendido ustedes bien: el camarero le ha llamado la atención al dueño) y cuando su jefe le ha impuesto su criterio, otra camarera que estaba en la terraza le ha dicho al dueño: “pues los vas a atender tú, porque yo no los voy a atender” (efectivamente han entendido ustedes bien). Incómodos por la actitud de los camareros, nos hemos marchado. Cuando nos íbamos otros dos camareros nos han seguido hasta la salida increpándome y, uno de ellos, en plan chulesco me dicho: “se pueden ir. No los necesitamos para vivir. La terraza siempre está llena”. El dueño de 10. Una persona encantadora y respetuosa. Sus nuevos camareros unos...