Zorro Viejo Huelva — Restaurant in Huelva

"Zorro Viejo Huelva" es uno de nuestros restaurantes predilectos de la ciudad de Huelva. Ese lugar al que siempre quieres volver. Donde uno se siente como en casa y es tratado como tal. Tu madriguera.

El "Zorro Viejo Huelva" es el restaurante que se encuentra donde antes se encontraba la difunta pizzería "El Padrino". El zorro ha cambiado de piel, pero no de alma.

El local está decorado con bastante buen gusto, se siente cómodo y agradable, algo a lo que contribuye su techo repleto de "naturaleza" y sus acabados en madera.

Cuenta con varias mesas y grandes ventanales que posibilitan el disfrutar de una buena comida con vistas a la calle, disfrutando de las tardes soleadas.

No os vamos a engañar, no somos objetivos hablando de su servicio. Una de las grandes armas que hace que tengamos tanto aprecio a este restaurante.

Son atentos, cariñosos y agradables. Siempre de buen humor y con una sonrisa para el cliente. Y por supuesto, con las mejores recomendaciones. Porque antes de camareros, son disfrutones.

Desayunar, tomar un café o comer siempre es un placer siendo servidos por semejantes profesionales.

Pero seamos serios, todo lo anterior no importa si la comida no está rica. Y aquí lo está. Mucho. Cuentan con una carta variada con entrantes como nacho, ensaladas o gyozas, croquetas pizzas, hamburguesas (de nuestras favoritas de la ciudad) o arroces.

Son los actuales ganadores de la "Feria de la Tapa de Huelva 2023" con su "Croqueta San Antonio" y eso no puede ser casualidad. Un total de 5.000 croquetas tuvieron la culpa.

Estos son algunos de los platos que solemos pedir y que, por tanto, os recomendamos:

Ensalada de langostinos Nachos José Alfredo (un clásico) Croquetas San Antonio (ganadora de la "Feria de la Tapa de Huelva 2023) Gyozas Juancho (Fideos udón con lagarto ibérico)

Mención aparte para una de nuestras hamburguesas del local y de la ciudad: la "Charly García". Recomendación de uno de sus camareros.

Y, por supuesto, algo que nunca puede faltar tampoco son las pizzas. Con todo el sabor, aroma y recuerdo de las míticas de "El Padrino". Nuestra favorita es la "Tony Soprano".

Zorro Viejo Huelva es un restaurante bien decorado, con amplia terraza y soleada, buen servicio, pet friendly y, sobre todo, comida rica. Una gran opción para todos los grandes disfrutones de la ciudad que seguro no...

Excelente comida, llegamos y Esteban nos atendió magníficamente, nos explicó los tipos de cerveza maravillosamente, muy bien la llega da y la atención de 10.

Antes de seguir, enhorabuena por la comida, que está buenísima.

Pedimos tres platos de los cuales uno no había, y nos lo comunicaron enseguida y lo cambiamos x otros, muy bien la atención.

De primeros croquetas de bacon y cebolla caramelizada, buenísimas. como sugerencias traen 6 unidades, son grandes, quizás ofrecer un surtido de croquetas, ya que tienen varios tipos estaría bien... solo es una apreciación, pero genial las croquetas.

De segundo tacos don Ramón... muy buenos también.

Hasta aquí todo de 10...

Pero no se que pasa, que se equivocan con el último plato, un risoto... nos traen uno que no habíamos pedido, ... y lo rechazamos para que nos traigan el que hemos pedido... y a partir de aquí... se olvidan de nosotros.....

30 minutos después y de reclamar que nos pongan bebidas... hablo con Esteban, muy servicial... y le pregunto que pasa... y me confirman que la han liado...y que nuestra comanda se había extraviado... no pasa nada, estas cosa ocurren.

Nos traen el risoto de sobrasada. ....Exquisito por cierto.... y pedimos postre, café y agua................ pasa demasiado tiempo: nos traen el café,.....antes mucho antes que el postre. se equivocan de cafe, pedimos uno descafeinado,....y nos lo cambian. -nos levantamos por el agua... -nos tres la tarta de queso, muy buena.. -me tengo que levantar para pagar la cuenta.

En definitiva entramos a las 14:10 y salimos a las 16:30, y pedimos 3 platos y un postre... demasiado.

Volveremos por que la comida esta magnífica y la primera parte del servicio muy bien pero a partir de las 3 de la tarde, fue un desastre.

Como recomendación, a la gerencia, que los camareros estén comiendo, no digo que no deban hacerlo, y que los clientes nos tengamos que levantar a reclamar ciertos servicios, .... no lo veo bien.

Insisto volveremos, y me hubiera encantado poder comentar...

Experiencia un poco agridulce en general. La comida está buena, pero algunos de los platos son algo escasos para su precio. También faltaban algunas cosas de la carta. El primero de nuestros problemas radica en que, pese a tener una carta variada, no había ni una sola opción sin gluten. El pretexto de tener una cocina pequeña podría ser admisible en cuanto a riesgo de contaminación cruzada, tal y como nos explicaron, pero a la vez me resulta chocante que un establecimiento joven y presuntamente moderno no tenga en cuenta este tipo de necesidades alimenticias comunes y que están al orden del día.

Todo habría quedado ahí, una situación no deseada pero comprensible, si no hubiera sido seguida por el comentario jocoso del camarero que nos tomó la comanda, ofreciendo más aceitunas a la persona celíaca como solución.

Este problema enlaza con el otro que tuvimos. El servicio fue como mínimo cuestionable, con muchísima tardanza y algunos desmanes desagradables, así como un tercio de cerveza que se cayó sobre la mesa al traerlo, con casi la mitad de su contenido derramado, y que no hubo ni siquiera ademán de reponer. Es algo absolutamente normal que ocurran pequeños accidentes como este y por supuesto no culpamos a la persona que nos trajo las bebidas, faltaría más, pero creo que desde la dirección del establecimiento deberían fomentarse dinámicas más orientadas hacia la hospitalidad (que no servidumbre, no se malentienda el mensaje). La decoración moderna y cuidada, que parece sacada de Pinterest, no es suficiente si el resto de los factores fallan.

Es mi segunda vez en Zorro Viejo, no me gusta hacer reseñas en base a una sola experiencia, y mi anterior visita también estuvo salpicada por detallitos y situaciones que no nos hicieron disfrutar del...