Restaurant Cal Jaume — Restaurant in Igualada

Un día del 2009 alguien me dijo que aquí hacían unas galtas de miedo de buenas k estan, tal consejo fue suficiente para quedarme con este bar. A lo primero lo llevaba un hombre, pero se jubiló y desde entonces lo llevan sus hijos y ¿al padre? a veces lo veo por la zona y nos saludamos.

He comido y he almorzado aquí tanto solo, acompañado y hasta con amigos... Pero aqui a mi me conocen el chico de los bocadillos, pk normalmente, entro a por un bocadillo grande y me pasa como al Gocu que voy muy breve por comer jaja 😅 los bocadillos algo carillos, pero los hacen espectaculares y eso lo compensa, ahora mismo he llegado a casa con uno de pinchos en salsa 😋 el chico de cocina muy majo me a puesto unas olivitas todo un detalle 🙏🏻 y no os pongo mas estrellas, pk no se puede, yo os podría ⭐9/10 ☺️

Menús, tapas, bocadillos...Todo casero y de calidad y estoy justo al lado donde mis amigas del Bon Area, otro sitio más y otra gente de las cuales hablo...

Mi reseña va para la Cafetería Bar Cal Jaume de Igualada, lo digo porque las fotos de internet "me despistan"; en cualquiera de los casos, el G. Maps me llevó allí.

De aspecto más bien tosco y cutrecillo, te encuentras con un Ferrari camuflado... Y muy bien camuflado, en donde por 12€ comes como Dios. Hasta tal punto que he obviado el ambiente y la decoración, subordinándolos a la increíble cocina del lugar.

Se come muy bien, todo lo pedido estuvo exquisito y las raciones no son para nada escasas (y yo soy de los que comen). Decir que comí unas de las mejores croquetas jamás probadas, aunque sin desmerecer el secreto o los pulpitos (mejor definidos como pulpotes... Por el tamaño). Si hasta la ensalada estaba buenísima (éramos dos comensales).

El servicio también muy bueno, atento y rápido.

Todo y no ser de la zona,...

Muy recomendable. Ambiente familiar, de barrio como a mi me gusta. Comida casera en general muy buena, la ensalada de pollo exquisita, los menús a 12€, nada para lo bien que dan de comer. El servicio de camareros, muy familiar, simpaticos y agradables, te hacen sentir como en casa. Al cocinero me lo hubiera llevado en un tuperware a casa en canarias, pero no pudo ser (recuerdo anecdótico para el camarero). Si vuelvo a Igualada, sera...