Asador Goiuria — Restaurant in Iurreta

Llegamos (teníamos reserva) y la zona del bar estaba llena del humo de la chimenea. En la barra había un cartel en el que ponía que se tocara el timbre en caso que no hubiera nadie. Después de hacerlo, al no venir nadie en los siguientes 10minutos, entramos al comedor para que nos atendieran y una camarera nos sentó en una mesa. En el comedor hacía frío, se lo comentamos a la camarera y le pedimos que pusiera en marcha el aire acondicionado, a lo que contestó que estaba encendido (era mentira ya que no salía aire ninguno, y también había mucho olor al humo de la chimenea del bar. Dos comensales acabamos comiendo con los abrigos puestos y había más clientes con chales por encima de los hombros, chaquetas y demás. Pedimos la comida y tardaron casi una hora en traernos una ración de croquetas (que estaban muy ricas, al igual que el pan) y una ensalada de rulo de cabra (el rulo estaba duro, parecía un mazacote) y otro buen rato más para el solomillo y el rodaballo a la brasa junto con un ración de verduras también a la brasa. Toda la comida nos la sirvieron fría, el rodaballo de casi dos kilos estaba seco, no nos lo pudimos comer y las verduras sin cocinar (estaban marcadas por fuera y crudas por dentro), y para rematar, la mitad del solomillo tenía nervios. Se lo dijimos a uno de los camareros - cocineros y lo único a lo que accedieron fue a pasarnos un poco más las verduras,cosa a la cual nos negamos pues queríamos marcharnos ya. Nos fuimos sin pedir ni el postre, muy desilusionados y apenados por que no se nos ocurrió en el momento pedir la hoja de reclamaciones. Nos rebajaron la cuenta 34€, pero es que ni gratis volveremos. A parte de eso, los baños dan miedo y durante un buen rato, cuando ya estábamos comiendo, hubo un niño jugando con los troncos de...

Fuimos este miércoles 5 personas con un niño pequeño y la experiencia no fue lo que esperábamos. Voy a dividir mi opinión en "Servicio" y "Comida".

SERVICIO En general era un servicio lento debido principalmente a que solo había una camarera tanto para la barra del bar de fuera como para atender las mesas. A medida que fue terminando el servicio de comidas, el cocinero y otra persona mas que estaba en cocina comenzaron a servir platos también. El problema es que una camarera no da para todo, hace falta contratar más personal para que la gente no se quede esperando tanto tiempo, además de dar opción a limpiar la mesa en condiciones. El único lado positivo es que la camarera aún siendo la única intentaba llevar la situación lo mejor posible, corriendo para todos los lados, siendo simpática y tan atenta como podía.

COMIDA Cuando llegamos solo había carta. A medida que llegaron los entrantes, croquetas, ensalada de bacalao y pulpo a la brasa ya se podía ver que esta muy inflado de precio respecto a lo que te sirven. 10€ croquetas, 21€ ensalada y 22€ pulpo, me parece mucho para lo que nos sirvieron. Las croquetas estaban correctas, pero tanto la ensalada como el pulpo el precio les hacia sombra. La parte de asador mejoró la comida bastante ya que pedimos chuleta y rodaballo y ambos estaban buenos, pero repito que me parece que inflaron un poco el precio. Los postres muy normales, nada que destacar sobre ello.

En resumen, como parte positiva el trato de la camarera y la parte de asados de carta, pero como negativo el precio inflado y falta de personal para atender a clientes de barra y comensales de...

“Si no te pasa, no te lo crees”🧐 Acabamos de salir del restaurante hace 30 minutos habiendo entrado a las 15h. La camarera que nos ha cobrado ha estado atenta. Nos ha invitado a 1 ración de gambas, al postre, a los cafés e incluso a1 botella de vino. ¿A qué se habrá debido? No habremos estado 5 mesas en el comedor principal pero hemos salido los últimos…… Éramos 3 parejas que hemos pedido gambas, pulpo, lubina y chuleta. A las 16h nos han sacado 12 gambitas (al menos no nos ha faltado pan y vino y agua desde el principio) El camarero ha desaparecido de repente y nos ha empezado a atender otra camarera… 15 minutos después ha llegado el pulpo (rico) y seguido la chuleta con su brasero caliente. Buena chuleta a la que le hemos dado cuartelillo en nuestro plato junto a las pieles de gambas. De la lubina no vamos a hablar, desaparecida en combate… Como la camarera se ha dado cuenta del desastre, nos ha sacado otra de gambas para entretenernos y hasta unos cuchillos de sierra para la carne. Al finalizar y por la espera, nos han convidado al postre y los cafés. La verdad es que ha sido muy buen detalle, pero no soluciona lo ocurrido. Será difícil que volvamos si no nos enteramos antes que algo “Gordo” ha cambiado en la organización de este restaurante… Y son las 18h. Como una boda pero penosa. Lo siento por los intentos de amabilidad de la camarera pero lo ocurrido no tiene nombre para un comedor que se precie. Si el dueño anterior Benard lo hubiera vivido…… Eso sí, el enclave de 10: buenas vista y...