Restaurante Lebiram Jumilla — Restaurant in Jumilla

To start, they gave us three starters and two of them were just potato chips clearly bought in a supermarket and the fries still had oil in them, making them not crispy at all and the tortillas were raw; the waiters don't know how to do their job: they asked me if they could take my plate ( only half-eaten ) i said no and they still tried to take my plate; also, the heaters turned off mid-evening. to top it off all this costed 17 euros. A huge waste of...

TODO MAL. Reservamos con mucha antelación y un menú cerrado. Llegamos y se habían olvidado que habíamos reservado: nos colocan en un patio que tienen, pues vale, no pasa nada. Empiezan a salir platos del menú y sin tocarlos les decimos que ese no es el menú, y que se han equivocado de menú. Nos comenta precisamente eso, que se ha equivocado de menú y ya tiene algunos de los platos listos o preparándolos en el fuego. Les decimos que no pasa nada, que si quiere se los lleve o que cambie lo que tiene en el fuego por otro plato del menú original, que es lo que hace al final acabando con un menú Frankenstein. Y encima la cuenta lleva sorpresa ya que el menú, que se suponía que era cerrado en el precio también, nos sale más caro porque ha puesto 3 platos de jamón y queso, escasos de viandas, todo hay que decirlo, a 12€ el plato. En definitiva, que se equivocan y encima acaban cobrándonos de más. Se lo comentamos pero se lo pasan por el ojal y por no tener una discusión les acabamos pagando de más. Para no repetir ni aunque te inviten. Huye, aún...

Una auténtica pena. Empezando por el mal servicio de gente sin experiencia, la comida de bastante mala calidad y mal cocinada. Empezamos con unas patatas con boquerones tiesos, hasta el punto de cogerlo con la punta de los dedos de la punta y no doblarse un poco. Continuamos con una supuesta cazuela de gambas, que más que una cazuela parecía un puré de gambas, la mitad de ellas destrozadas y el pan tuvimos que pedirlo hasta en tres ocasiones. Seguimos con una sepia a la plancha que, bueno, se notaba que no era de mucha calidad. Para rematar un secreto al centro con patatas y pimientos para cuatro que sabía a humo y a pastillas de encender la barbacoa, además, engañados con trozos de lomo por medio y patatas a palico cutres, todo sin sal y dos pimientos de padrón nada más, cutre a más no poder. El precio de secreto 30€, precio de oro. No iré jamás y nunca he puesto una reseña pero esto a sido pésimo...