Restaurante Molina — Restaurant in La Roda

Atención, Grupo Candela!! "Cuando el río suena, agua lleva". 1.-Es exagerado el número de reseñas que se refieren a la lentitud del servicio, incluso a su calidad. 2.-También hay muchas sobre la calidad, cantidad y tamaño de las viandas, tanto en carta, como en el menú. 3.-En general muchas reseñas que denotan un descontento, críticas, amenazas de no volver y no recomendar... Y ahora os cuento mi impresión: hoy he comido allí, desviándome de mi ruta, y la experiencia ha sido... agridulce, digamos. El sitio es precioso. Decoración exquisita, personal amable, la atención impecable. Pero noté varias cosas raras: Al llamar para hacer la reserva, me lian, y no entendí que si reservaba en la terraza, y luego no me interesaba, luego no podía contar con mesa en el comedor y viceversa. Puede que tengan sus razones, pero la explicación fue farragosa y desistí de pedir aclaraciones. Al llegar, me dan plaza en el comedor superior y observo que hay bastantes plazas libres. Perfecto el camarero y su compañera que atienden arriba. Aperitivo y primer plato rápido. Entre estos y los segundos, pasa un tiempo considerable, pero comprensible, porque había bastante gente en todo el local. Todo estaba bastante bueno, pero....le faltaba ese toque que hace que sientas que has acertado plenamente. Ejemplo: Bacalao con pisto. Muy rico, pero no sé si por haberlo hecho demasiado, o por haberlo recalentado (espero que no en un microondas) más de la cuenta, había perdido toda esa gracia de las lascas que se separan enteras y tersas, y hacen de ello un plato estrella. Y, por favor, llamémos a las cosas por su nombre: un tiramisú, es un tiramisú. Una copa con una crema de nosequé, unas migajas de nosecual y un bastoncito de chocolate clavado como si fuera una pajita, no es un tiramisú. Como mucho es una interpretación que hace el encargado de los postre, y debería explicarlo en la carta. No crean con esta crítica que estoy descontento. Al contrario. Comimos bien, a un precio acorde con el lugar y al buen hacer de l@s camarer@s. Haced un esfuerzo con todos esos pequeños detalles que cabrean a los que os critican, exigir al personal que sean exquisitos con el trato a los clientes, y tocaréis el cielo. Gracias por...

Reservé mesa por teléfono, 4 días antes para el 21 de Octubre, sábado a mediodía, mesa para 10 con varios niños en el grupo. La chica que cogió el teléfono me confirmó la mesa en el comedor de arriba, incluso cerca del ventanal, asegurando no hacía falta volver a llamar y tampoco enviaban confirmación por escrito. El sábado 21, antes de la hora a la que teníamos la reserva, subimos al comedor y cuál es nuestra sorpresa cuando un camarero nos dice tal cuál que SE HABIAN SENTADO EN NUESTRA MESA UN GRUPO QUE ACABABA DE LLEGAR, sin ofrecernos ningún tipo de solución al respecto, sólo encogiéndose de hombros. Con estupor, bajo y pregunto por el encargado, me dan su teléfono y cuando se pone, un tal Gonzalo, creo, me dice que lo siente y que no puede hacer nada(en el comedor de arriba había varias mesas vacías y nosotros teníamos reserva), al final el encargado para quitarse de encima la responsabilidad, me dice por teléfono que la reserva estaba hecha para el domingo 22, cosa que no era cierta porque yo vivo fuera y me iba el domingo por la mañana, pido que me enseñen el ibro de reservas donde se anotó la reserva y se niegan a mostrarlo, para más inri el encargado me dice que seguramente me confundí yo al reservar, cosa totalmente incierta. Total 15:40 de la tarde sin comer, menos mal que en el restaurante JUANITO nos dieron mesa y nos atendieron estupendamente. Mi familia son clientes habituales del restaurante Molina, celebrando hasta bautizos aquí, yo por supuesto no volveré. El PERSONAL de Molina, gente muy joven sin experiencia alguna y sin dotes para solucionar problemas, el encargado según mi opinión probablemente saturado por querer abarcar tantos negocios y con muy pocas ganas de solucionar un problema creado por ellos y el trato al...

Un sitio estupendo. Hay mesas arriba y abajo, probablemente arriba haya que reservar porque se queda lleno, cuando yo fui estuve abajo donde los sitios son algo limitados, aunque creo que los cálculos estan muy bien hechos, suele haber una sola mesa libre. Hablando de la parte de abajo que es a la que fui, un sitio cómodo sin que sea espectacular, sin mantel, pero no se le puede pedir nada más de lo que tiene. Sillas de madera cómodas, mesas con parte superior de piedra, cristalera en casi toda la pared que le da mucha luminosidad, lo cual es estupendo. Finalmente, respecto a la comida. El menú del día, 12€, con primero, segundo, bebida, postre y café, muy bien. Los primeros son estupendos, el marmitako espectacular y el arroz con atún muy bueno también. Los segundos no me sorprendieron tanto, pero están bien, el emperador bien, me quedo con las ganas de probar el escalope de cochinillo. Sirven una buena porción de postre y curioso que el café también esté incluido en el menú, donde suele ser café o postre. Por último, muy recomendables los otros platos de la carta tienes todos buena pinta, en nuestro caso tempura de verduras y langostino, espléndido, muy muy bueno, aunque me vine arriba pidiendo una ración entera siendo solo dos personas, la media ración creo que e buena opción de 3 personas para abajo. Para añadir, los camareros atentos y majos. En resumen, muy buena experiencia, no paso muchas veces al año cerca de esta zona, pero seguramente de ahora en adelante me pase por...