Aquí está el detalle — Restaurant in Las Palmas de Gran Canaria

Sinceramente, decepción total total, en las comida, en el trato, en los precios. Ayer por primera y última vez acudimos a este guachinche porque nos lo habían recomendado y leyendo las críticas por aquí nos atrevimos a ir. Llegamos a la 13 y 30 de la tarde y el negocio cerrado. Abrieron a las 2 menos veinte de la tarde, extraña hora para abrir, pero bueno..... A la hora de servir, las dos camareras que habían, se simpátia, carecían muy poco, el Cocinero, ni para que contar... Nos dijo Buenas no sé ni por qué.... La comida... Pasable, la hemos comido mejores y más barata en otros Guachinches e incluso en mi casa, pero claro, es lo que nos encontramos y es lo que hay, así que a joderse. A la hora de pedir la cuenta, nos cobran 6 euros por 3 tarritos pequeños de Mojo de la Palma, eso dicen ellos, y 2 tarritos pequeños de Alioli, maliiismo, cabe decir.....total... Que nos fuimos súper decepcionados, no nos invitaron de a un chupito ni a un vaso de agua, ni gracias nos dijeron a la hora de irnos. Es la primera vez en mi vida que publico algún comentario de un restaurante, sinceramente, pero era tal la rabia que tenía por dentro porque habíamos llevado a mis padres, dos personas mayores a pasar un buen día de comida y de rato juntos y que termines la velada de vuelta comentando lo mal que has comido, lo caro de la comida, la poca empatia de las camareras con los comensales, que me he atrevido a poner esta crítica. Dicho lo dicho, primera...

Una joya, La cocina es muy casera, con productos naturales sin artificios. El picante lo sirven aparte. Te dictan y explican los platos que tienen en ese momento. Las tortillas son contundentes y sabrosas, en mi opinión la mejor la cochinita pibil. Pudimos probar el chile en nogada, espectacular el pimiento relleno de carne con frutos secos del y la deliciosa crema que lo cubre. Los postres delicados y riquísimos. Otro descubrimiento la excelente cerveza Negra Modelo, pero tiene un precio muy elevado así que más vale no excederse en su consumo. La familia que está al frente son encantadores y profesionales Sin duda...

Extraordinario restaurante de comida mexicana auténtica. Aunque un poco alejado de la ciudad, precisamente su entorno retirado lo hace muy agradable. Es un restaurante familiar, con gente oriunda de México. La camarera súper simpática, agradable y detallista es la hija de los dueños, que actúan como cocineros. La comida fue espectacular. Todo muy rico y abundante. El precio por persona fue de 27 €, incluidas las bebidas. Para la calidad y cantidad me pareció muy barato. El trato muy familiar y agradable. Volveré sin ninguna duda...