No respetan las medidas de protección frente al Covid-19. Hoy he ido con mi familia a tomar una merienda en el local y, de entrada, aunque tienen un dispensador de gel hidroalcoholico nada más acceder al establecimiento no vigilan que los clientes hagan uso del mismo. Peor aún ha sido darnos cuenta de que en los 45 minutos que pasamos merendando permitieron que dos parejas estuviesen sin la mascarilla nada más sentarse en el local, cuando esto está totalmente prohibido por la normativa actual en la isla y solo se permite el retirar la mascarilla en el momento de la consumición. Como punto positivo destacar que el café y la comida esta bastante buenos, aunque dada la situación que nos encontramos respecto al uso de las mascarillas quedó bastante deslucido lo sabrosas que estuvieran las consumiciones y tengo serias dudas acerca de volver al local.
Edición tras la respuesta del propietario:
Perfectamente entendible que no puedan estar 24h vigilando a la clientela ya que la carga de trabajo es alta. Lo que no es comprensible y mucho menos admisible es que esta situación se diese dos veces en las mismas circunstancias, siendo esta que los clientes se quitaron la mascarilla ANTES de que siquiera les tomaran la comanda y que en el momento en el que la chica fue a tomarles la orden y lo viera (por que es imposible no ver que las personas que tienes delante mientras tomas nota NO tienen la mascarilla puesta) lo ignorase por completo y no les diera la orden de volver a ponerselas hasta que llegase la consumición.
Lo que ocurrió mientras estuve con mi familia es una absoluta DEJADEZ en cuanto al cumplimiento de la normativa Covid vigente actualmente, y peor ha sido la respuesta del propietario llegando a poner en duda la importancia que realmente le doy a la salud de mi familia cuando la propia persona a la que se le tenía que haber notificado es la primera que lo ha dejado ocurrir de forma totalmente impune.
Y ya vista la soberbia de la respuesta en conjunto con el triste intento de descargar responsabilidades hacia los clientes infractores (que ni mucho menos digo que puedan hacer ese tipo de cosas, si no que es responsabilidad del local el velar por el cumplimiento de la normativa) en vez de considerar lo ocurrido de cara a mejorar la detección de este tipo de clientes no me queda duda alguna de que este local no merece una nueva visita por mi parte ni por parte de...
Read moreUn sitio famoso que mucho deja que desear. Llegamos a las 19.30 al lugar, y estuvimos esperando 40 minutos por una mesa. Cuando ya nos sentamos por fin, nos atendieron, les pedimos unos churros, dos chocolates y un bocadillo. A los 5 minutos (20.15) volvió para decirnos que no quedaba masa de churros. Según el cartel, el horario de churros es hasta las 20.30, pero ella decía que suele quedar masa hasta las 20.00-20.15, y que no les merecía la pena hacer más masa para los que venían después (que no son pocos los que van de 20.00 a 20.30). ¿Que nosotros no merecemos la pena? ¿Que dar un servicio no merece la pena? ¡Venga ya, hombre! Le dijimos que probablemente no íbamos a volver más, y poco tardó en ir a los compañeros en la cocina a decirles "unos clientes me dijeron que no van a volver; pues mejor". Comentario que escuchamos desde la mesa, y con más razón no vamos a volver, teniendo a trabajadoras como ella que hablan así y luego a nosotros diciéndonos "que si queríamos cogiéramos nuestras cosas y nos fueramos". La verdad que una pena que un sitio tan bonito esté tan mal aprovechado por trabajadoras así, que traten así a los clientes. Lo único que nos comimos fue el bocadillo, que lo trajeron justo cuando íbamos a cancelar después del trato que nos dieron; y muy normalito estaba, un poco desabrido. Unas señoras que se acababan de sentar y vieron la situación, se levantaron...
Read moreTenía muchas expectativas al visitar este establecimiento, ya que me habían recomendado sus churros y bocadillos. Sin embargo, mi experiencia fue bastante decepcionante. Llegamos sobre las 12 del mediodía y, afortunadamente, encontramos una mesa sin problemas. Sin embargo, la odisea comenzó poco después. Nuestra camarera, aunque amable, parecía estar desbordada y nos comentó que estaba agotada y de resaca. Pedimos unos cortados y bocadillos, ya que nos dijeron que los churros estaban fríos. La espera fue exasperante. Pasaron 10, 20 minutos y, al ver que no nos hacían caso, tuvimos que recordarles que se habían olvidado de nosotros. Lo más frustrante fue que, a pesar de haber poca gente, otras mesas que llegaron después que nosotros recibieron sus pedidos antes. La camarera y el resto del equipo no parecieron mostrar mucha empatía y su actitud dejó mucho que desear. En resumen, la atención fue nefasta y la profesionalidad brilló por su ausencia. Los camareros parecían estar más preocupados por el cierre que por atender a los clientes. Es una pena, ya que el lugar tiene potencial, pero la mala gestión y la falta de profesionalidad del personal arruinaron por completo la...
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