Crítica gastronómica de Mesón La Montanera en Islantilla: Ubicado en Islantilla, el Mesón La Montanera es un acogedor restaurante fundado desde 2002 que se encuentra entre un bar de copas y un restaurante chino. Desde el momento en que llegamos, el encanto del ambiente y el trato nos cautivaron, especialmente al ver la terraza completamente llena. Al sentarnos, apreciamos la comodidad de los asientos y las mesas de madera semimodernas, cada una con un salvamanteles individual que llevaba el nombre del establecimiento. Los cubiertos, enrollados en servilletas desechables, fueron el único detalle que pudo haber mejorado en cuanto a presentación. La experiencia culinaria comenzó con la elección de las bebidas. Opté por la frescura de una Estrella Galicia, mientras que mi compañero disfrutó de una copa de vino blanco y las chicas pidieron refrescos. La rapidez en la entrega de las bebidas y la cesta de pan con un cuenco de aceitunas nos permitieron empezar la velada de manera agradable. El personal, compuesto por jóvenes con ganas de aprender y veteranos experimentados, nos atendió con amabilidad durante toda la cena. El uso de aplicaciones para tomar las comandas, a través de un código QR en el salvamanteles, fue una forma novedosa y eficiente de gestionar los pedidos. Comenzamos con unas exquisitas croquetas caseras: jamón ibérico de un lado y boletus con queso azul del otro. El punto tierno y cremoso de las croquetas, junto con el toque del queso azul, resultaron en una combinación deliciosa. También probamos un refrescante tartar de atún rojo sobre aguacate y peras, una explosión de sabores frescos que reflejaban la esencia de la costa. El chorizo criollo al infierno, acompañado de patatas, añadió un toque picante que fue bien recibido, aunque hubiera sido interesante explorar otras opciones de acompañamiento para este plato. Mi compañero disfrutó de un jugoso solomillo de ternera acompañado de papas arrugadas con mojo picón y pimientos de Padrón salteados, que destacaron por su corte y sabor en el punto exacto. Las chicas se deleitaron con un burrito de cochinita pibil con queso y guacamole, acompañado de totopos. La presentación de este plato fue impecable, y el guacamole cremoso hizo que la experiencia fuera única. El plato especial que pedí, un solomillo de cerdo relleno de caña de lomo y queso con salsa de foie de pato, fue una verdadera sorpresa. El corte del solomillo liberó una explosión de sabores que se desplegaron en mi boca como fuegos artificiales. La combinación de ingredientes fue impecable y mereció el maridaje con un vino tinto de crianza de bodegas del Duero. Para el postre, disfrutamos de un tradicional Lemon Pie, delicioso y con una galleta de base que mezclada con las texturas lo hizo aún más agradable. En general, la calidad-precio fue excelente, aunque sugeriría ampliar el local, ya que la terraza estaba llena y sería ideal adquirir el espacio contiguo que estaba cerrado. El Mesón La Montanera es un lugar al que volveremos, ya que su esencia y calidad culinaria nos dejaron una experiencia inolvidable. Aunque existen pequeños detalles a mejorar, la atención del personal y la pasión por la gastronomía hacen de este lugar una parada obligada para los amantes de la buena comida en Islantilla. Con una buena caminata por las playas de Islantilla y un paseo por el paseo marítimo, encontrarás este tesoro gastronómico a pocos metros de un supermercado, ¡y la calidad y precio van de la mano en Mesón La Montanera!. #mesonlamontanera #Islantilla...
Read moreMas bien la Montonera, porque es todo muy del montón. Exceptuando la buena disposición del camarero y del encargado de cocina para atendernos un poco tarde, la comida fue bastante lamentable: -Ensalada con langostinos. Correcta. -Media de Gambas. O eran langostinos o gambas duras. Es sabido que la distinción entre gamba y langostino suele residir en el tamaño y textura. La gamba es más blanda y de sabor fino, mientras que el langostino es mas duro y de sabor más recio. Lo servido era muy, muy, muy langostino. Nada que ver con lo que se sirve en cualquier sitio con algo de nivel de la zona a precio muy inferior. -Bacalao dorado. Mas bien huevo, patata y un ligero sabor a bacalao. Y, quizás por mala suerte ese dia, el lugar estaba invadido de moscas. Conclusión: Un bar que sirve comidas, con buena disposición aunque con más pretensiones que calidad. La posterior respuesta del restaurante provocó rebajar mi opinion a 1 estrella. Cuando nos marchamos quedaba una mesa con 6-7 personas dentro. Las "gambas" eran las de la foto, en la que no se podrá apreciar lo duras que estaban y su sabor a langostino. Si eran gambas no eran de la calidad que suele darse en la zona. Los elogios se otorgaron donde se debía (por la atencion a hora tardia), pero la crítica merecida, también donde se debe. Y que quien visite el establecimiento saque su opinión......
Read moreHe leído varias reseñas diciendo que para el precio que tiene los platos, traen poca cantidad de comida. Discrepo enormemente. Nos hemos pedido tres platos de carne. Lagarto, presa y pluma. Nunca antes nos habían puesto un plato con tantas tiras de lagarto. La presa traía tres filetes de muy bien tamaño. Y la pluma venía un filete bastante grande cortado en rodajas. Todos los platos venían acompañados de patatas asadas con monjon picón o patatas fritas, y como 5-6 pimientillos del padrón para acompañar la carne. La calidad de la carne era excelente. Si hablo de los entrantes, las croquetas suelen ser muy caras y traen muy pocas. Y aquí no ha sido así. El precio es más o menos el de un bar normal, traían 10-12 croquetas y encima eran caseras. Con una bechamel cremosa cremosa. Y los postres igual. Hasta la sal que tenía la carne por encima tenía calidad. No se exactamente que se esperaban los que han escrito esas reseñas. Pero nuestra experiencia ha sido muy buena y las camareras nos han tratado como marqueses.
Para mí gusto un 10 de 10. Muy recomendable. Se me ha olvidado hacerle foto a la comida. Pero viendo las fotos que han subido otras personas, creo que se demuestra...
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