Pizzeria Il Malandrino — Restaurant in les Franqueses del Vallès

El pasado sábado, día de carnaval en el pueblo, decidimos cenar en este restaurante después de haber asistido a la rúa y haber merendado chocolate. Teníamos poca hambre. Éramos un grupo de 9 adultos, 2 niños (que comen poco) y 3 bebés (que no comen). Por esta razón, decidimos pedir 7 pizzas para compartir entre todos.

En el momento de servirlas, solicitamos platos pequeños para poder comer cómodamente (la idea era poner los platos grandes de las pizzas en el centro de la mesa, cortar en triángulos e ir cogiendo), pero la camarera nos trajo muy pocos, argumentando que si nos daba más, se quedaría sin platos para los postres. Como resultado, tuvimos que comer en servilletas o reutilizando los platos grandes de las pizzas, lo cual nos pareció bastante incómodo.

En un momento dado, una de las personas del grupo fue al baño y, escuchó cómo los camareros comentaban que nos iban a cobrar 1 euro más por cada plato adicional que habíamos pedido. Pensamos que debía tratarse de un malentendido y no dijimos nada en ese momento, convencidos de que no se atreverían a hacer algo así.

Al pedir la cuenta, nuestra sorpresa fue mayúscula al ver que, efectivamente, varios platos tenían precios superiores a los indicados en la carta. Al preguntar a la camarera por esta discrepancia, ella se quedó visiblemente desconcertada y dijo que iría a consultar con la jefa. Cuando la jefa llegó a la mesa, explicó que el aumento se debía a una supuesta subida en el precio de la mozzarella, razón por la cual algunos platos eran más caros. Ante nuestra insistencia, corrigieron la cuenta y ajustaron los precios a los que figuraban en la carta, pero la situación ya nos había dejado una impresión muy negativa.

Cuando el resto del grupo salió del restaurante, me quedé para hablar con la jefa en privado. Le expliqué que me parecía de muy mala educación escuchar a su personal decir que nos iban a cobrar de más por pedir unos simples platos adicionales. Su respuesta fue que ellos podían hablar lo que quisieran, sin mostrar el más mínimo atisbo de disculpa o preocupación.

Lo más grave llegó cuando, al mencionar la coincidencia entre la supuesta subida del precio de la mozzarella y el hecho de haberles escuchado hablar de cobrarnos de más, la jefa afirmó que estaban perdiendo dinero con nuestra mesa porque éramos 9 personas y habíamos pedido “solo” 7 pizzas. Le respondí que, si no le parecía rentable atendernos, podía habernos dicho que no podían ofrecernos el servicio, pero lo que no era aceptable era intentar engañarnos.

Finalmente, le recordé que no es legal tener unos precios en la carta y cobrar otros. Su respuesta fue que el lunes actualizarían los precios, pero estábamos a sábado, y lo cierto es que la discrepancia en los precios ya se había producido. Para colmo, incluso la pizza de salmón, que ni siquiera lleva mozzarella, tenía un incremento de 2 euros.

La jefa concluyó diciendo que, en cualquier caso, ya no volveríamos más al restaurante. Y, por supuesto, tiene toda la razón: después de esta experiencia tan desagradable, ¡no pienso volver!

El trato recibido fue nefasto e inadmisible, rozando la ilegalidad. No solo intentaron cobrarnos de más sin justificación, sino que además lo hicieron con una actitud prepotente y sin mostrar el más mínimo respeto hacia el cliente. Una verdadera lástima, porque el lugar podría haber sido una buena opción si no fuera por esta pésima gestión y atención al cliente.

Jefa: seguramente estarás esperando el comentario porque te dije que lo tendrías... ¡te hace falta menos soberbia y más atención al cliente!

Un...

MUY MALA IMPRESIÓN!!!, encontrar al entrar al pizzero sentado en el suelo de la entrada del restaurante FUMANDO. Hay que cuidar la imagen y dar una impresión más HIGIÉNICA, sobretodo cuando se lleva un negocio de hostelería. Una pena, espero que el responsable tome nota para que la mencionada situación no se vuelva a repetir. RESPUESTA: Me parece increíble su respuesta, que falta totalmente a la verdad. Si intenta desviar la problemática expuesta con mentiras, ese no es el camino. Lo más inteligente por su parte, si no quiere que los clientes se marchen, es que rectifique conductas insalubres de su cocinero en lugar de echar balones fuera. Recuerde, que la situación descrita (su cocinero fumando en el suelo en la entrada del establecimiento) la habrán podido observar en distintas ocasiones el resto de clientes y que, de no corregirla, la continuarán evidenciando en el futuro. RESPUESTA: En fin, su talante le abandera. Que cada lector, clientes y personas del barrio que vean a su cocinero en la puerta fumando saquen sus propias...

Experiencia nefasta. Hacemos pedido por Glovo. Pedimos 3 pizzas. Recibimos 2. El repartidor reclama la pizza faltante al establecimiento quien nos reconoce telefónicamente que el error ha sido de ellos y se ha entregado una nueva pizza hace unos 10'. Media hora después volvemos a llamar a pizzería para reclamar que el repartidor de glovo NO ha llegado. No ofrecen ninguna solución. Corolario. El cliente es quien después de 1 hora debe reclamar a Glovo cuando el error ha sido de la pizzeria. El cliente se queda sin cena. El repartidor se come una pizza gratis. La pizzería se desentiende del problema que ha ocasionado por su culpa. El cliente le toca tramitar reclamació. Me molesta porque éramos hasta hoy clientes de Il...