Restaurante Román — Restaurant in Lorca

Si buscas auténtica comida casera y un trato cercano de los que ya casi no quedan, tienes que ir al Restaurante Román en Lorca.

Este lugar es el mejor ejemplo de cómo se puede hacer cocina de toda la vida con mimo y técnica impecable. Román, el joven chef y propietario, no solo lleva el bar de maravilla, sino que imprime su personalidad en cada plato. Es de esos sitios donde se nota que la cocina está hecha con cariño, pero también con saber hacer: nada de improvisaciones ni prisas, sino recetas cuidadas al detalle.

Los guisos son espectaculares: intensos de sabor, con esa sensación de “comida de casa” que tanto cuesta encontrar hoy. Las carnes están en su punto, las salsas son de mojar pan sin parar, y los platos tienen ese toque personal que marca la diferencia.

Pero si hay algo que convierte la experiencia en obligatoria son los postres caseros. Todos elaborados por el propio Román, que se nota que le pone un cuidado especial a la repostería. No son postres industriales ni “del montón”, sino auténticas delicias con sabor tradicional y presentación impecable. Cada cucharada sabe a pasión por el oficio.

El ambiente del local acompaña perfectamente: acogedor, familiar, sin pretensiones artificiales. Es un sitio donde te sientes cómodo desde que entras, con un servicio atento que te hace sentir como en casa.

En resumen: si quieres comer como antes, pero con el nivel técnico y el gusto de un chef que se preocupa por cada detalle, no te lo pienses. Restaurante Román en Lorca es un sitio al que vas una vez… y repites seguro.

¡Ve, disfruta y no olvides dejar hueco...

La comida muy buena pero lo demás dejaba mucho que desear. Se puede pasar por alto que un día de todo lleno haya personal nuevo atendiendo pero lo peor fue que al reservar dije que éramos dos adultos con dos niños y cuando llegamos nos dijeron que no tenían comida para los niños. Sólo podíamos elegir entre tres platos de carne y de pescado sólo calamar relleno. Te conformas como adulto con la carta tan escasa pero no tener nada para los niños es asombroso. Me dio la sensación que prepararon un menú cerrado para las mesas grandes y que a nosotros nos dieron a elegir lo que le estaban poniendo a ellos de plato principal. Como no llevaban niños pues mis hijos se conformaron con lo único que le pudieron poner. De otro modo no comían nada. No podremos volver porque aún me quedan años hasta que mis hijos...

Mientras degusto el postre y el café, y antes de marcharme, quiero darle mis cinco estrellas más que merecidas a este establecimiento. Mi pareja y yo hemos comido de escándalo, varios entrantes a cual mejor, un calamar perfectamente cocinado y un arroz que ha desaparecido solo,... no soy arrocero y si no ha quedado nada, significa que la evidencia está clara. Hemos tenido la suerte de poder hablar con el propietario, veterano al pie del cañón durante años y que con pocas palabras ha sido suficiente para calarle ... Un hombre íntegro y simplemente una buena persona, lorquino de los de antaño. No me ha quedado otra que reconocer mi error y disculparme..., porque es imperdonable, ser del barrio colindante y no haber visitado antes esta...