Súpercervecería Mostoles — Restaurant in Móstoles

Os voy a contar una historia surrealista digna de una película de matones de Sylvester Stallone, teníamos una reserva telefónica para 8 personas. Íbamos expresamente a ver el partido del Barca-Madrid y comer. Todo iba bien hasta que el partido comenzó y les pedimos amablemente que pusieran el sonido del partido por los altavoces ya que al igual que nosotros también lo reclamaba más clientes. Nos contestó un camarero que no podía ser pero que se lo comentaba a su superior, ante la negativa mi amiga le dijo a la DJ que por favor pusiera el sonido de dicho partido y la contestó muy desagradable y altiva que no era un sitio para venir a ver el partido. También he de comentar que la conexión a Internet estaba fallando constantemente y se fue el partido como 2 o 3 veces. Mi amiga la contestó que iba a recibir 8 reseñas negativas en plan broma y está se lo tomo muy de malas formas. Esta persona que al parecer es la pareja del dueño... se fue a quejar de que mi amiga en particular y casi toda la mesa la habíamos faltado el respeto y también la hicimos sentir mal he incómoda. Cuando en ningún momento fue así, ella se invento muchas cosas que demuestran su escasa experiencia en la hostelería. Como no nos hicieron caso pedimos la cuenta y nos íbamos a ir. Cuando de repente quitan la música de fondo por que iba a entrar un DJ a tocar cuando ponen el sonido del partido. Uno de los camareros trajo la cuenta de muy malas formas y le tiro el ticket de una manera muy chula. Cosa que pasamos por alto... Bueno pedimos unos postres ya que estábamos entre amigos y risas y lo estamos pasando bien. Ya que el sitio la verdad es que está bien montado las cosas como son, nos trajeron los postres y a los pocos minutos nos viene el dueño a informarnos de que su pareja le había ido a contar una película tremenda. La chica es digna de Oscar la verdad por que se monto unas cosas en su cabeza que jamás sucedieron. Claro ejemplo de la toxicidad que acumula... El dueño nos trajo la cuenta de todo incluido la comida y los postres y nos invito a salir de su local (vamos que nos echo) el primer camarero que nos atendió muy bien recibimos buen trato todo correcto, hasta que otro camarero así delgado con tatuajes se encaró con mi amiga ya que le estuvo explicando lo sucedido y la conversación subió de volumen. El dueño ya vino de malas formas para echarnos y que habíamos echo llorar a su pareja y tal.... Este se fue y el segundo camarero amenazó verbalmente a mi amiga cito textualmente "Tu no sabes quien soy yo que soy de Móstoles toda la vida vamos fuera a la calle que te voy a arruinar la vida" (eso a una mujer...) Hay es cuando yo salte y ya todos nos alteramos ya que eso es una amenaza y podría ser hasta denunciable cosa que por el momento no hemos echo pero lo tenemos en mente.... También acudió rápidamente el personal de seguridad para rebajar tensiones, he de decir que el chico de seguridad si demuestra su buena profesionalidad y nos atendió muy educadamente y calmo la situación. Un 10 a este chico la verdad, pagamos la cuenta y nos invitarón pero a salir.... Acto seguido yo le pedí la hoja de reclamaciones y explicamos lo sucedido para llevarlo a consumo. La tarde que prometía alegre se convirtió más bien en un ring de boxeo... Habéis perdido 8 clientes de golpe y claro esta iremos hablando mal de sus instalaciones y no volveremos jamás ya que si quieren conseguir movidas es el sitio idóneo para conseguirlo. Uno de los camareros hizo el amago de venir a pedirme perdón, me cogió del hombro y le dije que que quería y yo al responder eso, me dijo como voy a pedir perdón si ya me viene con esas formas. En fin.... cogieron a este personaje y se lo llevaron fuera diciendo que le iban a despedir y tal. Cosa que dudo pero bueno. Nos fuimos y todo quedó así. Les pongo un cero total por la atención recibida. Eso sí la comida estaba rica y la sirvierón rápido para toda la gente que había. Lo dicho no recomiendo para nada ese sitio. Pésima la actitud del personal solo se libro como digo y vuelvo a repetir el chico de seguridad que un OLÉ...

Buenas tardes, quisiera dejar reflejada mi experiencia personal de las dos ocasiones en las que he acudido a su local. La primera fue hace una semana y estuvo genial en todos los sentidos. Fuimos 4 personas y lo pasamos muy bien, cervezas frias, comida buena, música en directo, y por último unas copas en la terraza, fenomenal !!

La última fue este pasado viernes, en la que le recomendamos a 2 amigos que no lo conocían. Una pena, no fue como en la ocasión anterior. Las cervezas frías, la comida estuvo bien, la actuación en directo no la pudimos ver esta vez porque nos tuvimos que levantar de la mesa por haber finalizado el turno de comida, pero la faena fue que no había sitio en la barra para tomarse una copa. Aún así, la pedimos e intentamos hacernos un hueco en el local para tomarnos la consumición.

Hubo un momento que moviéndonos de un sitio a otro para buscar ese hueco, acabamos en la zona de la entrada donde tienen una pequeña barra pegada a las crisitaleras. Hasta aquí algo incómodos pero bien, ya que el local estaba muy lleno, pero bueno, te adaptas.

El caso es que llegó un camarero y de muy malas formas nos dijo que ahí no podíamos estar, a lo que uno de nuestros acompañantes le respodió que nos estábamos moviendo por todo el local y que no había manera de encontrar un sitio, que nos dijera donde podiamos ponernos; también había mas personas en el mismo sitio. En ese momento, el camarero agarró del brazo con un pequeño empujón a esta persona, llegando a apretar y hacerle daño, esto se le recriminó al camarero y sin mirar dijo, no se preocupen que llamo al encargado.

En unos segundos quien llegó no fue el encargado, sino un empleado de seguridad. Pensamos que esta persona era el encargado, por lo que se intentó explicar lo que había ocurrido. El personal de seguridad no escuchaba estas explicaciones, y su única misión era que abandonáramos el local y que bajáramos el tono de voz.

La situación, a parte de desagradable fue esperpéntica e intimidante, personas normales de mas de 50 años que estaban siendo expulsadas de un local con la bebida recien pedida. Mientras nos estaban "invitando a salir", se solicita la hoja de reclamaciones, a lo que el personal de seguridad no hace mucho caso.

Llamamos a la policía para que intermediara en esta situación, la cual acudió y preguntó si queriamos denunciar la agresión. Sale el encargado del local, un chico muy majo y agradable escuchando atentamente nuestras explicaciones de lo ocurrido y pidiendo disculpas. Nos ofreció devolvernos el dinero de las copas, 35 € y así se hizo.

Podría estar extendiendome en esta experiencia desagradable con mas detalles, pero realmente creo que se entiende lo ocurrido como una situación mas que desafortunada.

A modo resumen, un encargado que nos atendió tarde de una manera correcta y devolviéndonos el dinero de las copas que no habíamos tomado, un personal de seguridad que sólo se basó en la versión de un camarero, donde todo su afán era el de que abandonaramos el local como si fuéramos gente conflictiva, y un camarero con unas formas mas que lamentables, hablando mal, y permitiéndose el lujo de coger a un cliente por el brazo agarrándole con fuerza con empujón incluido y causando dolor.

Lo dicho, en nuestra vida nos han echado de un local, y por culpa de un camarero que perdió los papeles nos amargó una fabulosa noche. Ustedes sabrán el personal que tienen en su negocio, pero de verdad, que lo ocurrido es para que lo tengan en cuenta. Pueden comprobar las cámaras de seguridad, igual les...

Mi nombre es María y quiero dejar constancia de la surrealista experiencia en este local el 08 de agosto de 2025. Somos dos parejas de más de 50 años. Empezamos por una cena sin complicaciones 114€ por una cena normalita sin más. Nos informan que tenemos que levantarnos de la mesa porque empieza el segundo turno de cenas, preguntamos si en el segundo turno ha quedado alguna mesa libre y nos contestan que no. Vamos a la barra y pedimos 4 copas 35€, vemos 3 mesas libres pero como nos han indicado que no las utilicemos no nos sentamos, la barra también está llena, queremos escuchar a la cantante que está actuando en ese momento pero como no encontramos sitio, desistimos de escucharla y salimos a la terraza pero también está llena, encontramos un rincón con una pequeña barra para apoyar las bebidas y nos quedamos ahí ,en ese momento llega un camarero y de no buenas formas nos dice que no podemos quedarnos ahí; ya enfadada le digo "pues tu dirás donde nos ponemos porque nos estáis echando de todas partes" , el camarero me dice que va a avisar al encargado y le respondo que avise a quien quiera. Nada más, esa fue la conversación, pero esto fue lo que ocurrió a continuación. El camarero me agarra del brazo y me aparta a un lado, para no decir algo subjetivo dejo solo datos objetivos, yo soy una mujer obesa que pesa cerca de 100kg, el camarero calculo que pesará unos 70kg, que cada uno entienda la fuerza que tiene que ejercer una persona que pesa unos 30kg menos que yo para agarrarme del brazo y apartarme a un lado, dejo también constancia que no le estaba obstaculizando el paso, tenía sitio de sobra para pasar sin necesidad de apartarme, le digo que me ha hecho daño pero el camarero se va sin hacer caso. Un momento después llegan los trabajadores de seguridad y sin saber lo que ha pasado ni querer saberlo, entre malos modos, faltas de respeto, provocaciones e intimidaciones nos llevan hasta la calle y nos quitan las copas aun llenas, en ese momento llamamos a la policía y pido una hoja de reclamaciones y es el momento en el que sale el encargado del local. Tanto la pareja de policías que llego como el encargado del local fueron personas profesionales y educadas que se interesaron por lo que había ocurrido. En un momento de toda esta situación nos recordaron que los locales tienen derecho de admisión y que nos podían echar, aunque no hubiéramos hecho nada, pues desde aquí, quiero recordar al local otros conceptos también muy utilizados en hostelería como el aforo, la educación y la profesionalidad. No confundan a un cliente molesto o enfadado con un cliente conflictivo, nosotros estábamos molestos, pero, en nuestros más de 50 años no somos, ni hemos sido jamás personas conflictivas, en toda esta situación no insultamos a nadie, no agredimos a nadie no faltamos al respeto a nadie, a mi me agredieron, nos faltaron al respeto en varias ocasiones nos intimidaron y nos mintieron como la burda mentira que si queríamos poner una reclamación nos iba a costar 50 euros. Formen a sus trabajadores, solo necesitaban un mínimo de profesionalidad para solucionar esa situación pero la respuesta del local fue absurdamente desproporcionada frente a lo que había ocurrido. Finalmente nos facilitaron la hoja de reclamaciones, la policía nos informó de cómo proceder y el encargado nos pidió disculpas y nos devolvió el importe de las copas. Desconozco si este es el proceder habitual de este establecimiento ya que era la primera vez que entraba y por supuesto...