Por recomendación de un amigo que visitó el lugar hace diez años, grupo familiar de seis personas reservamos mesa a primera hora de la mañana. Llegamos a la hora pactada (14:30 h) y la encargada nos dice que la mesa aún no está preparada, que nos sentemos dentro, en una mesa de cuatro, pidamos refrescos y alguna tapa para entretenernos. Nos lo dice tan autoritariamente que obedecemos. Al poco rato, después de pedir las bebidas con tapas de mejillones y pescadito frito, vemos que dentro se está más fresco (con el aire a condicionado) que afuera (una tarima de no más de dos metros de ancho con un viejo toldo que casi no tapa el sol y rozando los coches que circulan por la calle). Con mala cara la encargada nos “autoriza” a quedarnos dentro y, a petición nuestra, arrastra y acopla una mesa más. En un extremo de esta última mesa deja 6 platos con seis cubiertos y seis servilletas. Sin manteles de papel ni mucho menos de tejido, nos hace ademán para que nos repartamos los platos. Los vasos serán los mismos que los de los refrescos. Vasos, platos y cubiertos directamente sobre la madera barnizada de la mesa. Al final llega la “paella mixta de arroz”: que decepción ! El arroz con muy poco sabor parecía previamente hervido y añadido al sofrito antes de servir. Las gambas era necesario buscarlas con lupa de lo pequeñas que eran. Los trozos de costilla de cerdo duras y astillosas. Los mejillones normales. Uno de los comensales, a quien no le agrada el arroz, pidió hamburguesa y aún no me creo la mala cara que le pusieron por pedir previamente un cambio en el acompañamiento. Los camareros y la propia encargada se iban tomando vasitos de cerveza en la barra mientras comíamos y se molestaban al pedirles más bebidas o más pan. Ya hacía el final de la comida nos dimos cuenta de que habían cerrado el aire acondicionado y estábamos los seis literalmente empapados de sudor. Pedí muy amablemente si podían subir el aire porque hacía mucho calor. La respuesta fue que no se podía. Sin más explicaciones. Evidentemente, ni postre ni café. Salimos de estampida a la calle para no caer desmayados. Eso sí, después de pagar religiosamente la abusiva factura que adjunto para que ustedes juzguen. No tuve ni fuerzas para pedir una hoja de reclamaciones. Por cierto, no quiero olvidarme de mencionar una de las cosas que considero muy importantes en un restaurante: el estado de los lavabos. Situados en un patio lleno de cajas viejas y otros trastos, eran minúsculos, sucios (al menos el masculino), y mal olientes. Solo me queda decir que eso no era un restaurante. Casi no llegaba a bar de segunda. No lo...
Read moreSmall bar / restaurant at the small road. Sadly very little shade on the small terrace during the day. As mentioned in other reviews the service is not super professional but OK. It’s a family business so service can be grumpy at times. We have been at this place a few times over the years so we knew that and don’t care much.
Food: we ordered most of the Tapas on the menu and all were great. Pulpo con cebolla was the best we have ever had anywhere in the islands. Championes con ajillo also extremely good. Hint: order lots of bread to dip into the tasty sauce
The Tapas are good value for money, but main courses are somewhat pricey just like all other locations in Es Grau. One of our favorite tapa locations...
Read moreOur group of walkers arrived mid-afternoon hoping for a quick drink, only to be told we couldn't occupy tables on the terrace unless we ordered full meals. Those wanting drinks only are apparently expected to perch on a wall across the road.
We moved on to Cafe Es Moll where we enjoyed drinks in a far nicer waterfront location with no seating restrictions.
On our way back we noticed L'avi Bernadet was empty. Hope they're pleased with their decision to turn down our 50€ worth...
Read more