El Rincón de Minaya...Veamos. Si eres amigo de los propietarios, la vida puede ser maravillosa, como diría el añorado Andres Montes: caras simpáticas y agradables detrás de la barra, con servicio de cocina abierto para ti hasta el infinito y más alla. Si se te ocurre una de estas tardes de primavera ir a tomar una "galimba" en la terracita, tu mesa estara limpia y sus sillas en perfecto estado de revista, con el añadido de que tu cervecita sale "ipso facto" y lleva consigo una generosa tapa. Además, siempre puedes disfrutar de algún chascarrillo, broma o chiste de sus amables propietarios. Pero...si eres un perfecto desconocido...ay si lo eres, inconsciente!!!. Serás el último de la tribu, amig@!!!. Aparte de pasarte el escáner cuando pides, la cocina estara cerrada a las 23h SIEMPRE aq salgan platos en las mesas de al lado como si no hubiera un mañana y parezca aquello un banquete de boda. Si vas a por tu birra de primavera en la terracita y tienes tu mesa y sillas con arena saharina, aquellas seran limpiadas cuando tengan un hueco entre conversación y conversacion con sus clientes amigos .Y por supuesto..no se te ocurra levantar la mano y recordarles después de 10-15 minutos que hay de lo tuyo...Te acuerdas de la tapa generosa anterior??. Pues tú no vas a tener. Para ti, no existe. Por malo. Lo que viste al lado, un espejismo. Conformate con que las cervezas te lleguen y sean servidas con una amabilidad y una sonrisa en la boca de la camarera que deslumbra al más pintado...(ironía ON).Es lo que tiene no formar parte del círculo de confianza: ajo, agua y resina. En resumen: va a volver Rita la Cantaora. Buscaré otro garito donde me perdonen ser nuevo en el barrio.