Restaurante Parador de Manzanares — Restaurant in Manzanares

El sitio precioso y la atención muy buena, la comida fatal. Pedí pisto manchego con huevos fritos muy hechos y me traen una sartén monísima con un pisto que más bien parecía una sopa y un huevo completamente crudo. Les pido que me frían el huevo hasta que se cuaje bien y me lo vuelven a traer crudo, un poco menos pero crudo. Se lo vuelve a llevar y esta vez me trae el huevo calcinado, no era un huevo frito muy hecho sino que lo habían puesto en la plancha y estaba como una suela y negro. El pisto no estaba rico y las migas de mi marido estaban grasientas y frías. Por si fuera poco pedimos de postre helado de queso manchego con gelatina de miel y granizado de manzana verde. Me traen cinco bolas de helado, rico de sabor, no de textura con una fresa troceada y pido explicaciones dado que el granizado de manzana no estaba. Me dicen que se ha acabado y se quedan tan anchos, por supuesto me cobraron el postre que pedí y no el que realmente me dieron. En conclusión, tenia buenas expectativas y fue una decepción. No...

Decidimos probar este restaurante porque de las veces que nos hemos alojado en algún parador, ninguna de ellas hemos comido ni cenado. El servicio y la atención fueron de 10. La comida, tanto la calidad, como la presentación y el precio no tanto.... Pedimos un ensalada de orza con melocotón, almendras y una vinagreta que no mereció la pena, eran cuatro hojas de lechuga con el resto de ingredientes tirados por el plato. El jarrete de cordero a baja temperatura, en realidad era asado sin más y encima algo seco. Las chuletillas de lechal si que estaban muy ricas y el postre normalito (tarta de queso manchego), hemos probado otras tartas de queso por Castilla La Mancha mucho mejores. El precio con la bebida y pan unos 43-44€/pax. Le doy 4 estrellas por la atención y el servicio del personal, si no...

Desde luego no ha cumplido nuestras espectativas. Nos precipitamos al dar una valoración anticipada nada más llegar pensando que por la carta y el lugar sería un buen restaurante, pero todo cambió cuando la camarera “Carmen” procedió a dirigirse a mi pareja como: “Este ha pedido”, “Este quiere”. A pesar de ello nosotros no hemos cambiado nuestro trato y hemos seguido dando las gracias al recibir los platos, aún sin recibir contestación alguna por su parte. En fin, una camarera muy expresiva y peculiar a la hora de dirigirse a nosotros. Sin duda no volveremos a este lugar a no ser que nos atienda otra persona. La comida no estaba mal, pero para los precios y sobretodo el TRATO, nos ha...