Mesón Viejo del Jamón — Restaurant in Martinamor

NO VAYAIS NUNCA !!! El peor sitio que estado en mi vida. La educación y el respeto brillan por su ausencia, faltas de respeto. Si acudes a este lugar lo único que te puede pasar es buscarte un problema y acabar en los juzgados por el personal que tienen tan sin vergüenza con faltas de respeto incluso levantando la mano e invadiendo el espacio personal, Jamás pensé que me tratarían así en un lugar de estas características. Tuvimos un problema enorme con las camareras por culpa de ellos que sirvieron la comida mal , pedimos una cosa y pusieron otra reclamamos no nos dieron ninguna solución más que gritos y malas contestaciones decidimos abandonar el lugar por vergüenza ajena ,pagando la cuenta sin comer lo que habíamos pedido , la dueña incluso se puso a llorar porque su camareras se reían mientras la dueña se disculpaba ante nosotros por la horrible situación. Revisar las cámaras claro que sí , porque efectivamente su camarera me intentó agredir poniéndose mi marido en medio, usted Raquel la dueña estabas delante cuando tú camarera se reía de usted y de nosotros y cuando intentó agredirme, tuvo que llamarle la atención a sus empleadas para que pararan incluso se puso usted a llorar de lo que estaba sucediendo en su negocio. le comenté que mire las cámaras que escuche los audios como nos hablan las camareras, me comentó que las cámaras no graban audios fui la primera que pedí a la dueña que revise las cámaras precisamente por el intento de agresión y por todas las voces faltas de respeto no dejandonos comer y teniendo que abandonar el lugar, pidiendo por favor la dueña que nos sentaremos que no nos fuéramos con esa imagen del restaurante , aún así decidimos irnos sin poner la hoja de reclamación por lástima de la dueña pero viendo lo que contesta a mí marido está más que claro que sois todos unos sinvergüenzas. Es una vergüenza tener personal así ,que la propia dueña presencié todo esto y no haga nada. Os merecéis una hoja de reclamaciones por todo lo alto y una inspección. Nosotros también tomaremos medidas legales sobre las actitud tanto de la dueña como de las camareras en especial una camarera llamada Gema y otra señora mayor rubia con gafas . Nada recomendable. Una vergüenza de sitio. Raquel la dueña dándonos la razón en todo momento y ahora por reseñas amenazando con denuncias y juzgados perfecto adelante para algo soy abogada. Los invito a que miren las cámaras. Que ayer a usted no la interesaba mirarlas. Sus propios empleados riéndose de usted mientras se disculpaba con nosotros. Eso es lo que tiene que hacer revisar las cámaras y despedir a la gente o directamente cerrar...

Buenas Noches: Hoy fue un dia de muchas emociones en este restaurante. Despues de mas de dos meses de no ver a mis amigos, quienes organizaron una comida tras el fallecimiento de mi Padre, para vernos y darnos animos, nos aseguraron que ibamos a pasar una tarde muy tranquila, pues siento decir que fue una tarde muy decepcionante. Entiendo que sea un restaurante muy concurrido pero tiene una pesima logistica del menu y organizacion de camareros. Nos hemos sentado en la terraza cuebierta de enfrente y desde el primer contacto con la camarera fue un desastre total. La supuestamente profesional camarera tuvo una actitud bastante negativa y nefasta hacia nosotros. Se le veia sin animo, cansada y sin ganas de atendernos. Cuando pedimos los menus no ha cogido la orden, pero al cabo de algunos minutos ha venido a decirnos que los Canelones de Rabo de Toro ya se habian agotado (menu de 30 euros), entonces hemos pedido otra cosa de comer. Cuando fue el momento de pedir los segundos platos vino muy apurada y con una actitud muy negativa. Igualmente pedimos. Al cabo de 45 minutos llego con los segundos platos. Nunca nos trajo el sorbete que ofrecian ustedes en el menu. Cuando le preguntamos por el sorbete nos ha dicho que estaba ya muy mal y aguado y que no nos lo iba a traer. Ni siquiera se disculpo ni nos ofrecio una segunda opcion. Simplemente tomo la decision por nosotros, quito el sorbete de nuestro menu, y paso directamente al segundo plato. A este punto la camarera se le veia sin ganas de trabajar y con actitud negativa. (No entiendo cual era su problema). Cuando llego la hora de pedir los postres, uno de mis amigos le dijo que por favor nos tratara bien y de manera profesional. Que estabamos alli por una ocasion especial y que nos debia tratar con profesionalismo. Ella le contesto: "Ni mi padre me habla de esa manera", y tiro los platos en la mesa de enseguida, recogio las canastas del pan, nos cogio la orden de los postres de mala gana y se marcho. Luego mas tarde volvio con los postres. Nos tiro los platos en la mesa y de muy mala gana se volvio a ir. Se que vuestros empleados muchas veces no saben los motivos por los cuales nos juntamos con amigos o familia pero, creo que es importante que vuestra plantilla de empleados se ponga en los zapatos de los clientes y valoren las diferentes razones por las cuales decidimos escoger vuestro restaurante. Por mi parte me queda un muy mal y triste recuerdo de vuestro restaurante. Nunca...

El primer plato y postre adecuados al precio del menú (primeros platos ricos y adecuados en cantidad y calidad y postres caseros muy ricos pero bastante escasos). En lo referente a los segundos platos el jamón es ibérico y bueno pero a las tres personas que comimos huevos fritos con jamón nos presentaron unos huevos que literalmente nadaban en aceite. En cuanto al servicio, el local consta de varios comedores siendo uno de ellos de notoria inferior calidad que el resto: pequeño, oscuro y cerrado. Obviando que tal diferencia de confort solo se entendería con una similar diferencia en el precio de menú que no existe, ocurre que dentro de este comedor pequeño, oscuro y cerrado hay una mesa que se encuentra entre dos puertas que continuamente utilizan los camareros para dar servicio a éste y a otro comedor colindante, lo que no deja de ser una molestia para los comensales que la utilizan. A pesar de haber contabilizado hasta otras cinco mesas libres que por disposición y espacio se podían montar sin el menor inconveniente para cuatro personas (seis mesas si contamos una aún con los platos de postre sin recoger) y a pesar de pedir a la camarera poder utilizar cualquier otra mesa más cómoda, teniendo reserva desde hacía días acabamos sentados en aquella mesa de aquel comedor pequeño, cerrado y oscuro. Los argumentos que nos dió la camarera (en un tono demasiado alto sin razón alguna) sonaban a excusas para justificar su falta de consideración: esta otra mesa está reservada (nos fuimos a las 16:30 y nadie la ocupó), ahora no me voy a poner a montar una mesa (¿de verdad que dar un buen servicio no merece los tres minutos de montar una mesa cuando ya estás en el último turno de comedores y la situación te lo está permitíendo de manera sobrada?). Ni siquiera lo consultó con su encargada o con la compañera que estaba sirviendo en ese comedor, demostrando su nulo interés en...