Mesón de Pedro — Restaurant in Matapozuelos

Restaurante situado en el pueblo de Matapozuelos , un restaurante que lleva ya muchos años en el pueblo , han ido reformándolo y ampliándolo con los años aunque aun tiene parte de sus comedores antiguos castellanos de toda la vida.

La carta también se ha ido ampliando con los años aunque sigue siendo sencilla , unas raciones , ensaladas y sus dos platos estrella , el pincho de lechazo al sarmiento y el conejo a la brasa.

Fuimos 3 a comer y pedimos.

Media ración de oreja guisada , oreja bastante tierna con una salsa rica.

3 croquetas de atun y huevo , cremosas pero sin ser liquidas , estaban buenas

Media ración de calamares , cortados bien anchos , tiernos y buen rebozado.

6 gambas con gabardina , rebozado algo flojo , gamba bien.

Luego ya los principales pedimos un pincho de lechazo y dos de conejo.El lechazo clásico , pincho asado al sarmiento , tajadas reglamentarias , bien asado , jugoso y muy bueno de sabor.

El conejo cortado también en tajadas pequeñas , piel crujiente , sabroso y la salsa que le acompaña de ajillo muy buena. Estupendo

De postres pedimos la tarta de hojaldre con bien de nata , la parta pinariega que lleva una crema , nata , piñones y canela , que estaba buena también y la tarta de queso con un coulis de frambuesa, la que mas me gusto , buen sabor a queso , bien cremosa.

Resumen : Estupendo sitio que nunca falla , siempre lleno de gente.

Precio : 90,35€ con dos de...

¿No has probado los pinchos del Mesón de Pedro? Pues estás tardando. Los tienes de lechazo y de conejo. Hechos a la brasa de verdad no como dicen los del fast food. Nosotros (éramos 2), tras tomar una cerveza, como hacía fresco, abrimos boca con unas sopitas de ajo que atemperan desde la coronilla al meñique del pie. Muy ricas. Luego un pincho de lechazo para compartir y media de ensalada. Todo regadito con vino, (4 copas 912 altitud) postre, flan de huevo a compartir y café. La casa invitó a un chupito con hielo. Detallazo. Salió todo por 53 euros. Por ponerle un pero, pedimos las cervezas nada más entrar para tomarlas mientras mirábamos la carta, para cuando las trajeron se nos juntaron con la sopa y eso que otros dos camareros nos habían preguntado si queríamos tomar algo mientras elegíamos y les habíamos dicho que teníamos pedidas dos cervezas. No tenían casi gente (día de diario lluvioso), y ese tipo de cosas en algunos sitios con personal acostumbrado a currar al 110% y a manejar el comedor hasta los topes, a veces pasa, que cuanto en cuanto se llena se arrancan, pero hasta entonces... Eso sí, amables y atentos en...

La primera impresión nada más entrar, con la amabilidad de los trabajadores, y del propio gerente ya dice mucho del lugar. Gran nivel. Decoración variada, fusionando a un lado lo tradicional y al contiguo lo moderno, separado por un gran patio, con un espacio reservado tipo chill out. Especialistas en parilla, que no dudaron en mostrar, acorde al nivel, un lujo poder ver con qué tipo de material trabajan, gran despliegue de medios y calidad. Con todo esto ya nos podemos hacer una idea de la comida; excelente.

En esta, nuestra primera visita (que no será la última) probamos el pincho de lechazo, pincho de conejo, calamares y croquetas. Todo en su punto, sabor campero a lumbre, calidad de género y bien servido, con simpatía, desparpajo y cercanía, lo que hace falta en estos lugares, donde el estrés en ocasiones resta comodidad a los clientes. Nada que ver, nos sentíamos como en casa.

Precio tirando a económico si equiparamos con todo lo expuesto anteriormente, justa medida.

Para repetir...