Lumber — Restaurant in Mataró

Vamos a ir por puntos Sitio: El restaurante está situado en el centro de Mataró aunque si tienes algo de suerte puedes encontrar parking a 5-10 minutos de manera sencilla. Dentro el sitio la verdad que es bastante pequeño pero acogedor además de bien adornado. Cuando fui estaba prácticamente lleno y aún así se podía mantener una conversación en la mesa perfectamente a diferencia de otros sitios que por el ruido de fondo se hace imposible, así que en este punto está todo muy bien.

Atención del servicio: En general todo fue muy bien, el personal es muy amable y en todo momento me lo pusieron muy fácil todo, incluso me permitieron esperar a mi solo 5 minutos al resto de mis acompañantes a pesar de éramos 5 y estaba el sitio lleno y yo estaba ocupando la mesa. La única queja que puedo tener es que no son tan rápidos como deberían pero es lo único que no me terminó de convencer.

Comida: Pedimos una tapa que se llama "Patatas Lumber" o algo así pero si vais lo distinguiréis fácilmente porque son unas patatas con el nombre del restaurante, la tapa no es nada del otro mundo la verdad está buena pero sin más. Luego pedí la típica hamburguesa con salsa barbacoa e insistí en que el punto fuese lo menos hecho posible, me la acabaron trayendo bastante más hecha de lo que me gusta, pero tampoco quise ponerme delicado porque tampoco estaba quemada así que decidí comérmela. Así que la calidad de la comida para mi gusto es media.

Precio: Aquí viene lo más negativo para mi, entiendo que el lugar tiene nombre y está en el centro de Mataró pero los precios son un despropósito especialmente en las hamburguesas, la tapa pagada entre 5 personas + la hamburguesa y una cerveza me costó 21€ cuando en otros sitios con calidad similar son 15€ tranquilamente, y como he comentado antes la calidad de la comida es normalita con lo cuál en ese aspecto no justifica el precio.

Conclusión: Un sitio bien decorado, con unos camareros majos aunque el servicio debería ser algo más rápido y con una comida normalita con unos precios completamente disparados. Un sitio para ir una vez si tienes curiosidad y no volver a no ser que te enamores de el porque tienes opciones con la misma calidad y mucho...

Como siempre excelente!! es cierto que te parezca mejor o peor un restaurante es algo subjetivo, de eso no hay duda. A unos les parecerá excelente, a otros normal, y, puede que incluso algunos les pueda parecer como para no volver, pero contestando algunos de los comentarios previos lo que es un hecho objetivo es que vacío, lo que se dice vacío, no esta nunca (salvo a la hora de abrir a las 19.30 que es mas hora de merendar que de cenar). Voy a cenar una vez por semana desde que abrieron y cada día tengo que ir antes a cenar porque siempre esta lleno, hecho que dice mucho del parecer general, y, de la opinión que la gente tiene del restaurante. El problema que tiene para algunos, y que a mi me parece un acierto, es que no reservan mesa. PUES CARO QUE NO!! si quieres cenar vas y cenas, y si te tienes que esperar pues te esperas. Te apuntan a la lista, te das una vuelta y cuando tienen tu mesa te llaman. La gente debe entender que si reservaran mesa estarían las mesas sin poder sentar a gente que acudiera a cenar por no haber llegado la reserva, sin mencionar los casos de las reservas que ni siquiera fueran a comer y al final cenarían menos clientes lo que seria menos eficiente tanto para nosotros como para el propio restaurante, que no olvidemos es un negocio. Algunos comentarios los carga la arrogancia, la falta de empatía y la mala educación. Excelente cocina, excelente servicio y maravillosa...

Experiencia decepcionante. Nos dejamos guiar por las buenas críticas y nos esperábamos bastante más. Llegamos con el restaurante vacío, nos sentaron y estuvimos esperando 10 minutos a que el camarero (que estaba muy entretenido hablando con una chica en la barra) nos tomara nota. Tuvimos que llamar su atención. Pedimos unos nachos que estaban insípidos (no os dejéis engañar por la foto). De segundo me pedí una hamburguesa que no valía ni un pimiento, pese a su precio: 10 euros. Pasados 20 minutos, el plato de mi pareja no llegaba y yo ya había terminado mi plato, les dijimos que no lo trajeran. Dos minutos después aparecen con el plato y les decimos que se lo lleven, muy educadamente, y recibimos una mirada de desprecio del camarero. Al ir a pagar dimos con el encargado al que explicamos la situación y se disculpó. Ni buen servicio, ni buenos ingredientes para la comida. Una pena porque el sitio está bien ambientado, la música es buena... Pero falla lo principal en un...