Ni fu ni fa.
Fui a cenar con las expectativas bastante altas y me he llevado una decepción.
Desde fuera parece un sitio muy chic y al tener una carta tan pequeña y cerrada, te esperas que los platos sean de buena calidad y no tengan ningún fallo. No es así.
De primeras, tuvimos que esperar 45 minutos a que nos atendiesen. Teníamos reserva a las 22:00 y fuimos puntuales. Nos trajeron la bebida y luego se olvidaron por completo de tomarnos nota. Vinieron casi 45 minutos después. Si que es cierto que una vez que nos tomaron nota, el servicio fue rápido y bien escalonado, pero ya estábamos cansados de esperar.
Las mesas para dos personas son excesivamente pequeñas. Cuando empezaron a llegar los platos, casi no cabían. Menos mal que escalonaron bien el servicio, si nos llegan a traer más de un plato cada vez, no hubiesen entrado.
En cuanto a la comida, las croquetas estaban bastante buenas. El pan bao de relleno de rabo de toro estaba rico, pero algo seco. Los mejillones en papillote tenían muy buen sabor, pero quizás la presentación no es la mejor. Venían con un montón de ramitas (especias) que eran bastante molestas.
También pedimos los tagliatelle trufados. De sabor no estaban mal, pero estaban muy sosos y algo pasados (al dente seguro que no estaban).
En cuanto a las costillas, recomiendo no pedirlas. Las sirven con hueso y el restaurante no tiene cuchillos para carne, por lo que es imposible comérselas (a no ser que quieras comértelas a bocados). Solo tienen cuchillos redondos, es inviable cortarlas con ellos.
En resumen, no es un mal sitio, pero no es el sitio elegante y de buena cocina que intentan vender. No está mal para ir a cenar alguna vez, pero sin más. Yo por ahora no tengo...
Read moreSimplemente Brutal. Durante nuestra reciente visita a Puerto de Mazarrón, mi grupo de amigos y yo tuvimos la fortuna de descubrir un auténtico tesoro culinario: este increíble gastro bar. Desde el momento en que cruzamos la puerta, la experiencia fue excepcional.
Para comenzar nuestra cena, pedimos la Ensalada de burrata. Los ingredientes eran frescos y la combinación de sabores era simplemente divina. También probamos la alcachofa confitada. La trufa y el jamón añadían un toque de lujo al plato.
Como plato principal, no pudimos resistirnos al Tataki de vaca vieja con chutney de setas y ajo blanco. La carne estaba perfectamente cocinada, tierna y jugosa, con un chutney de setas que complementaba maravillosamente el sabor. También disfrutamos del burguer bao de trufa. Este plato era una explosión de sabores y texturas, una delicia que no se puede dejar pasar.
Para cerrar con broche de oro, pedimos el tatin de manzana caramelizada con helado bayleis y tierra de galleta. El helado era el acompañamiento ideal.
No podemos dejar de mencionar a Germán, nuestro camarero, cuya atención y amabilidad hicieron que nuestra velada fuera aún más especial.
Antes de finalizar la noche, decidimos seguir la sugerencia de Germán y nos dirigimos al Fahrenheit para disfrutar de unos cócteles. Fue el cierre perfecto para una noche espectacular.
Felicitaciones al equipo de cocina y camareros por su talento y dedicación. Sin duda, volveremos pronto a disfrutar de otra experiencia inolvidable en este gastro bar. ¡Altamente...
Read moreRestaurante extraño en tanto que de calidades muy dispares. El ambiente muy agradable, la persona que nos atendió (Germán) muy agradable y muy atento. La comida: difícil de clasificar. Comimos la ensaladilla en churro (muy buena y muy original), la croqueta XL de pulpo (meh, sin sabor, un mazacote, no la recomendaría), los bollitos rellenos de carne (originales y ricos), el canelón de pato (bastante bueno) y por último y peor el sashimi de salmón. No he comido una cosa tan mala en el restaurante por 16€ en toda mi vida. Tres lonchas de salmón regular sobre tres bolas de arroz mal cocido, pastoso y prensado, rebozadas. 16€. Horrible. Para dejáraselo en el plato. En resumen, volvería y pediría cosas que fuesen fáciles de cocinar y que su ingrediente principal fuese carne, y además la ensaladilla sobre churro que para nosotros...
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