La Muralla — Restaurant in Medina de Pomar

A la vista de otras reseñas me da la impresión de que me equivoco de sitio. Fuimos un domingo, menús de 26 y 32 euros. Cogimos dos del caro y uno del barato. No somos muy exigentes pero creo que el sitio no llega al aprobado. Local bien puesto y limpio, el servicio aceptable pero la comida por esos precios no se aguanta. El arroz que anunciaban "con bogavante" no pasaba de ser un arroz cocido con vestigios del animal anunciado, sin gusto, ni cariño..., a lo mejor os conviene rebajar las expectativas de los nombres rimbombantes, llamar a las cosas de manera más modesta y hacerlas bien. Un caldo de marisco básico del Mercadona, hubiera dejado ese arroz en mejores condiciones. Los espárragos, finos, pero sin queja del tamaño (uno no espera unos extras de Navarra...), no pasaban de ser unos chinos de lata en oferta, sin sabor ni calidad (entiendo algo de espárragos). Unos espárragos revelan su calidad en el momento que abres la lata. Tu olfato lo dice todo. Hay que ser un poco más selectivos en la compra del género y sobre todo, probarlo para saber qué estas sirviendo a tus clientes. El rodaballo, crudo, seco, mal hecho, duro y sin sabor..., ni siquiera le hicisteis un sofrito, acompañado de unos trozos secos de lo que se pretendía fueran patatas panaderas, pero que sabían a viejas o cocinadas sabe Dios cuando. El secreto de cerdo, también prescindible, sin gracia, escaso y tirando a duro, unas albóndigas sin más y se salvó el flan del postre que estaba muy rico. Nada más. Para que nos pensemos el volver, mucho tienen que cambiar las cosas. Hay que echarle más cariño en la cocina, más si hablamos de unos precios por menú que ya son respetables y no baratos...

El restaurante La Muralla en Medina de Pomar ofrece una experiencia aceptable, aunque con varios aspectos mejorables. La comida en general no está mal, destacando las costillas, que estaban tiernas y jugosas, y la dorada, que resultó muy sabrosa. Los postres caseros son otro punto positivo, con buen sabor y frescura. Sin embargo, otros platos como la ensaladilla del plato variado y los mejillones con bechamel fueron decepcionantes; eran sosos y carecían del sabor esperado, ni a bechamel ni a mejillones.

El ambiente del local tampoco fue del todo agradable, ya que hacía frío y resultaba poco acogedor. En cuanto al servicio, fue correcto, aunque sin destacar. El precio del menú, 18 €, me parece elevado para el tipo de comida y la experiencia general que ofrece. En definitiva, una opción aceptable, pero con margen para mejorar tanto en calidad como en relación...

Comparto mi experiencia personal, yo no volvería, ir a un sitio y salir con HAMBRE pues como que no es para recomendar. El primer plato tallarines con ración normal tirando a escasa, pero bueno l a verdad es bien, ahora el resto ahí se acabó la comida. Segundo unos pimientos de pescado que estaban crudos y rellenos que igual con una lupa encuentras entre tanta bechamel algo que se parezca a pescado, ah, y plato frío, lo volví a cocina. Mi acompañante igual el plato frío, unos canelones de ternera que aquellos estaban sin terminar de cocinar, sin gratinado, una bechamel cruda con relleno de carne cocida. Postre, una tarta dicen que de manzana, un cuadrado echo con polvos tipo flan y unos trocitos de manzana. Resultado irnos con hambre y sensación de timada. Son 17€ , no son ni 10€ ni 12€. Lo siento, si van por la zona a comer buquen...