Restaurante Martínez Medina de Pomar — Restaurant in Medina de Pomar

Fui a comer con mi mujer y mis dos hijos a primeros de agosto, pronto, con el comedor vacío. Le preguntamos 'al tipo' que lleva el local (y al que, según mi opinión, le queda muy grande el puesto) si podíamos comer en la terraza; y nos comunica que no es posible, que en la terraza solo se puede comer si se ha llenado el comedor interior, que son normas de la casa. Aceptamos las normas del local (aunque sinceramente me pareció y me sigue pareciendo una tontería) pero entonces me fijo que en una de las mesas de la terraza hay dos personas comiendo en una mesa. Por ello le digo 'al tipo' que si se ha fijado que tiene a dos personas comiendo fuera en la terraza. Me responde con cara de pánfilo que él es el responsable del local y que él decide todo lo que ocurre en él. Le explico que si las normas del local disponen que no se puede comer en la terraza, que no debería hacer ninguna excepción favoreciendo a unos clientes frente a otros porque era injusto para nosotros ya que nos discriminaba. Me respondió que "es lo que hay" y que si no nos gustaba, que nos podíamos ir. Y eso hicimos, y gracias a su incompetencia nos fuimos y conocimos el restaurante "La Tabernita de Arriba" en la calle Mayor, que está regentado por un matrimonio y su hijo, donde comimos comida casera de auténtico lujo (todavía recuerdo su arroz a la riojana que estaba riquísimo) y donde nos trataron con educación, como se debe hacer cuando te gusta tu trabajo y...

La PEOR estafa y trato de mi vida! El dueño es un señor muy maleducado y prepotente, es una pena porque el sitio es bonito. Pedimos "gambas" y los que nos trajo es "langostinitos" diminutos, de 0,5 cm de grosor y 6 cm de largo. Y pedimos también chuletillas de cordero, y nos trajo huesos sin nada. Se lo comente amablemente al señor, le dije esto es hueso, y de repente me empezó a gritar como un energúmeno, cito "pero tu sabes lo que has pedido?" "No tienes ni idea de lo que estas comiendo, son chuletillas del mejor cordero es joven" "Si no sabes lo que pides, NO pidas" La foto es TAL CUAL nos trajo el plato en la mesa! Luego le comente que las gambas eran langostinos diminutos y me grito de mala manera "tu no tienes ni idea de lo que son gambas" "yo aquí hace mucho que no sirvo langostinos". "Estas comiendo calidad" Si me habría encantado comer algo si! "Que te esperas unas chuletas gordas llenas de grasa" Tal cual me gritó fuete.Cuando soy de Santoña desde toda mi vida y he vivido entre marisco y pescado. Se diferenciar entre langostinos y gambas. 70 euros por esos dos platos más dos vinos. Nos fuimos sin comer y encima el dueño NOS ECHO de un portazo fuerte, y al pagar todavía tenia la copa de vino en la mano en la barra, y me dijo "esa copa déjala ahí no te la vayas a llevar" Me daría vergüenza cobrar 20 euros por unos huesos! Es una estafa y se ríe de las personas y las trata mal. Muy disgustados nos fuimos. NO...

No creo que nadie pueda comer mal viniendo aquí. Un restaurante amplio pero agradable, con personal profesional pero cercano y amable, eficiente, sin prisa pero sin pausa. Nosotros reservamos para asegurar pues volvíamos de viaje y queríamos comer bien y no ir buscando a lo loco, y todo un acierto. Como digo, la atención buena, y ni agobios ni prisas al servir, te dejan disfrutar del plato. Aunque nos tentaron los menús nos pareció mejor ir por libre y elegir a nuestro gusto y apenas hay 2-3 euros de diferencia (sin vino) Pedimos para dos y salimos muy bien. Las croquetas riquísimas, ración de 6 grandes variadas (espinacas, jamón y boletus), en su punto y deliciosa la bechamel y el rebozado. La morcilla muy buena, crujiente y acompañada de pimiento rojo (de bote creo, pero no se puede tener todo). Los principales, carrilleras en su punto con rica salsa, y confit de pato, también rico. Panes distintos (se pagan aparte pero lo indica en la carta). Los postres... mmmmm, riquísimos, recomendamos los dos que tomamos, las natillas, y la tarta de queso, un sabor buenísimo, hechas con cariño, vamos, y buena cantidad. Ah, también tiene terraza en un terreno propio para comer fuera con buen tiempo. Para repetir...