Un restaurante que sorprende tanto por su cocina como por su ubicación. En un enclave estratégico y aún no tan masificado por la zona, se convierte en parada imprescindible para quienes buscan disfrutar de buen producto y elaboraciones cuidadas.
El día lluvioso nos hizo comer en el interior, acogedor y cómodo, aunque también disponen de terraza exterior. A pesar de su carta extensa, nos decantamos por platos para compartir y probar variedad: • Rabas: producto típico de la tierra, no podíamos irnos sin probarlas. Aunque para nuestro gusto un poco menos tiernas de lo que esperábamos, estaban sabrosas bien fritas y nada aceitosas. • Ración de arroz meloso de gambón: espectacular, punto perfecto y de sabor intenso con el toque de ali oli de ajo negro. Pedimos una ración para tres y era un plato bastante generoso. • Ensaladilla de pulpo: diferente, fresca y muy bien equilibrada con el toque de pimentón. • Canelón de carrillera: meloso y lleno de sabor, de los mejores del menú. Sin duda el toque a trufa le da un sabor completamente diferente a todo lo que hemos probado. • Buñuelos de bacalao: cremosos, con el rebozado justo para deshacerse en la boca de un solo bocado. • Tarta de queso: cremosa, nada empalagosa y con un equilibrio perfecto de queso. • Helado de vainilla: dos bolas de helado generosas, bastante cremoso.
En resumen, un lugar donde cada plato sorprende y donde merece la pena reservar para no quedarte sin mesa y poder disfrutar de cada bocado inesperado.
🤩 : 4,5/5 ⭐⭐⭐⭐⭐ 📍 Lugar: Bárcena de Cudón, a 15 km de Santander y 11 km de Torrelavega (salida de Gornazo) 💶 Precio: razonable para la calidad, 30-40€ por persona con bebida y postre incluidos 😌 Cantidad: raciones correctas, platos elaborados y cuidados 🌀 Rapidez: en tiempos, antes de servir te explican cómo procederán con el orden de la comanda 👍 Ambiente: interior acogedor, exterior con encanto. Recomendable para familias con niños. 🗣 Atención/trato: cercano y agradable desde que llegamos 🕰 Horario: actualizado en su página de Google. Cierran los lunes. ✅❌ Tupper: No ✅❌...
Read moreAgosto 2022: tenía muchas expectativas, pero esta vez mi querida Cantabria me ha fallado con este sitio. Reservo con 10 días de antelación en el jardín. Cuando llego con mi mujer, 15 minutos antes de la hora, nos indica la camarera/encargada (con aires de azafata de congresos) que nuestra mesa es una de esas minúsculas tipo bistró pegada a una mampara de plástico rayado, a la entrada, bajo un porche con mesa preparada para 14 personas (barullo asegurado) teniendo mesas libres en un jardín muy amplio, bastante descuidado, donde vemos a otra pareja arrinconada en otra mesita bistró, y otra en mesa merendero (¡qué suerte!). Disgustados con la mesita-rincón, donde luego pusieron un carrito de bebé los del grupo de 14, la mujer nos ofrece una mesa de merendero en terraplén, que tuve que calzar yo mismo con un taburete, para evitar comer ladeado, habiendo otras mesas mejor situadas en terreno llano, que no llegaron a ser ocupadas tras las 2 horas de comida: los dumplings de txangurro muy logrados pero demasiado caros a 17,50 para un cuenco de wan-tan al fin y al cabo. Los buñuelos, son 8 unds. pero nos dan la posibilidad de 1/2 (muy amable) bien fritos y cremosos pero insulsos (se supone que eran de bacalao) a 7€ la media ración. Y Chuletón sorpresa: 1 kilo 350 gramos (1.350 g.) para dos, sin avisar ni preguntar. ¡Hala a facturar! Cierto es que yo tampoco tuve la vista de preguntar por tamaño, pero no me parece honesto meterle a una pareja una pieza de ese porte. Y encima traen una fuente de guarnición de patatas al horno con pimientos que era también para 3 por lo menos. La carne muy buena, bien preparada, y casi reviento porque me la zampé entera, pero no me parece honesto por parte de la señora... Quizá volvería si paso por la zona de casualidad, pero no entra en mi lista de favoritos como El Cazurro o El Cuchía, tras 20 años comiendo y bebiendo por Cantabria con...
Read moreThis place was definitely our best find during our stay in Cantabria. Amazing food, fantastic and friendly service and relaxed atmosphere. The menu is well curated and consists of Spanish classics with some local twists. Russian salad with octopus was out of this world, cheesecake and flan are also to die for. My other favorites were anchoas de Santoña and fish dumplings. You really cannot go wrong with any choices as everything is extremely tasty. It was so good we went...
Read more