La verdad es que la experiencia no fue muy grata, le pongo un 2 porque el entorno es precioso, pero de eso no tienen ellos mérito. Fuimos con mucha ilusión mi pareja y yo a pasar el día de mi cumpleaños pero nos fuimos con muy mal sabor de boca.
Cuando llegamos estaba nublado y nos sentaron en una mesa al lado de la barandilla con unas vistas preciosas, a los 20 minutos salió un sol radiante que ya no se fue en toda la comida, pero ¿Cuál era el problema? Que éramos la única mesa que no tenía sombrilla. En septiembre, en la montaña y sin sombrilla. Nos dieron la opción de entrar dentro pero ya me habían asegurado que iba a estar fuera cuando reservé, sino no hubiese ido hasta allá. Tras más de media hora suplicando y persiguiendolos para que me dieran otra solución (mi pareja seguía insolandose y yo cada vez tenía más ganas de irme), nos sacaron una sombrilla rota. El chico, muy amable he de decir, intentó que nos hiciera algún papel, pero fue en vano porque se doblaba y no sirvió para nada.
Acabé con un gran dolor de cabeza al día siguiente de estar 2 horas bajo un sol asfixiante y con una sensación horrible de mi estancia por este lugar. La comida no tenía mal sabor, pero tampoco puedo valorarla porque no pude disfrutar nada.
Si tenéis 15 mesas y 14 sombrillas, quizá deberíais plantearos que a alguien le vais a dar muy mal servicio y le vais a hacer pasar un mal rato, pagando encima y no poco. No volveré a malgastar mi dinero en este sitio. Y agradezco las disculpas que me dieron pero, el mal trago no me lo...
Read moreA picturesque location to enjoy a delicious lunch. If you like meat and cheese you're in heaven. The oven-roasted goat was worth the drive. The cheeses they make on site are sensational; creamy, flavoursome, from a young, smooth, soft cheese to a firm, nicely aged cheese. Hard to choose only one to take home.
However, the two things that would have made this better are a better salad and range of vegetables during the meal, and fresh fruit...
Read moreLa calidad de los productos de la Formatgeria El Monseny es espectacular. Los quesos los elaboran directamente allí con leche de sus propias cabras que pastan libremente por el campo, y la mayoría de los productos son de cosecha propia. Los entrantes están deliciosos, especialmente los quesos (como era de esperar) y la croqueta de queso, que estaba buenísima. Lo único que no me convenció tanto fue la crema, ya que las pipas le restaban sabor.
De segundos, el canelón de verduras estaba muy bueno, pero el risotto fue aún mejor. En cuanto a los postres, la tarta de queso es simplemente espectacular, mientras que el pastel de chocolate estaba bueno, pero no tan impresionante como la tarta.
El servicio es perfecto: te explican con detalle cada plato, de qué está elaborado, y se nota que tienen una verdadera pasión por lo que hacen, lo que hace la experiencia aún más especial.
Como puntos negativos, el acceso en coche es complicado, ya que el camino es muy estrecho y de montaña. Si te cruzas con otro coche, te toca maniobrar durante varios minutos para que puedan pasar. Además, el parking es pequeño, lo que puede ser un inconveniente si hay mucha gente. Sin embargo, la experiencia en general vale la pena por la calidad de los productos y el...
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