Restaurante Extremeño — Restaurant in Murcia

Hicimos hoy la comida familiar en este sitio ya que al que solemos frecuentar para estas ocaciones debido a las fechas se encontraba cerrado. Al parecer tenían mucho lío ya que es domingo e igual que nosotros, la gente sale a comer para pasar un rato agradable. Entendimos que los camareros estuvieran algo despistados y empatizamos bastante ya que también fui camarera. Pedimos cositas al centro de entrantes para compartir pero parece ser que los caballitos que pedimos para los 5 se extraviaron y tuve que insistir varias veces para que los trajeran ya que el resto de aperitivos ya se habían acabado. Lo que me llamaba la atención es que habían otras mesas que habían pedido más tarde pero pese a eso se les estaba sirviendo más rápido que a nosotros. Para más inri llevábamos 25 min esperando los platos principales que nunca llegaban, al ver que no llegaban y ningún camarero se había fijado que ya no estábamos comiendo ya que la mesa estaba vacía de comida, llame al camarero más cercano que había para pedirle por favor que nos trajeran los platos principales por que ya llevábamos mucho tiempo esperando, el camarero sin decir nada se fue hacia otra mesa con cara agria, le dije gracias en alto por si podía al menos mirarme a la cara y ni eso. Se va con cara de mala hostia y trae los platos como si encima no tuviéramos razón. Encima de todo mi suegro había pedido costillas de cordero y le trajeron 2 costillas y 2 chuletas de pecho, le tuvimos que pedir que por favor pusieran todo costillas ya que era lo que habíamos pedido y en la carta en ningún momento habían especificado que fueran chuletas de pecho. Yo había pedido chuletón de vaca con mi pareja para compartir al punto pero como habíamos dicho que llevamos 25 min esperando obviamente cuando llegó el plato el punto se había pasado y estaba hecho. Le pedimos al camarero “simpatico” que por favor se llevara los platos y nos trajera lo que le habíamos pedido y cuando se dio la vuelta con los platos en voz baja y rechistando le quiso dar la contraria a mi suegra por el plato de costillas de cordero. Se entiende perfectamente que haya mucho aforo y que se pueda desatender varias mesas por la multitud pero nuestro mosqueo es que el famoso camarero que tan mal nos ha tratado y al final consiguió que no tuviéramos una velada agradable e hiciera que se nos agriará la comida es el dueño del establecimiento. Siendo el dueño del sitio deja demasiado que desear y por su puesto por este trato, no volveremos jamás, e igual que lo expongo por aquí por lo mal que nos hemos sentido, cuando nos pregunten por el sitio no dudaremos en contar la experiencia vivida este día. Nos ha parecido un total impresentable. Prefiero mil veces que nos atienda un camarero despistado con más humildad que un señor que cree que por que tiene el local lleno, creerse el derecho de poder ser así...

lleve a cenar a unos amigos anoche porque mi experiencia con ellos habia sido siempre buena y la gente que he llevado siempre han comido muy bien y nunca me hicieron quedar mal, excepto anoche que llevé a dos amigos y he de decir que mucha limpieza y muy bonito todo pero la profesionalidad y calidad de comida dejan mucho que desear, por empezar me tuve que levantar varias veces de la mesa a pedir varias cosas, una de ellas mi plato que no llegaba y mis amigos llevaban 10 minutos ya comiendo, ya que los camaremos cuando entran al comedor no se les ocurre mirar a otras mesas por si los demas necesitamos algo, una atencion de un 1 sobre 10, luego por seguir con alguna deficencia más porque no las voy a poner todas, la siguiente la explicacion incorrecta de los camareros de los platos nos dijeron que uno de los platos llevaba guarnicion de pimientos y nada mas lejos de la realidad, mi ensalada de 15 euros era una triste ensalda con escasa elaboracion asi como meter la mano en la bolsa de lechuga, echarla en un plato a cascoporro en cantidad ingente, echar unas pipas por encima, cortar 4 trozos de queso de cabra y un pegote de mermelada repartido sin gracia, en mi casa lo hago mejor y mas elaborado, al chef que le estan pagando por diseñar estos platos está sobrevalorado , la carne de mi amiga cruda por dentro y se dejo la mitad y no quiso decir nada cuando ella expreso que la queria bien hecha, el otro plato de amiga rezaba en la carta asi: solomillo con hojaldre al pedro jimenez, bueno esta maravilla de plato es un hojaldre en forma de estrella en la que el hojaldre es el 90% de la comida y el otro 10 es el solomillo que viene escondido dentro del hojaldre, porfavor!!! ¿esto es un chiste?, luego volvemos a mi otro otro amigo que se pidio un calamar, vino troceado y hecho de más cuando este plato se sirve con el calamar entero o casi entero que tu veas la forma y el calamar y tampoco hace falta hacerlo tanto ya que algunos bordes estaban charruscados por los bordes, otra cosa, los camareros cuando traian el plato los ponian al centro de la mesa sin preguntar para quien era y ponerle el plato a cada persona correspondiente. anoche hubo una falta de profesionalidad grandisima y encima dejamos propina, bueno a mi modo de ver no vuelvo a llevar a nadie mas ni si quiera yo ire por alli. no nos importa pagar una cena de 150€ para 4 personas pero lo que si nos importa es comer bien, de calidad y con profesionalidad, cosa que no...

Acabamos aqui en el viaje de vuelta a casa porque el chico de la gasolinera nos lo recomendó y sin duda un acierto, camareros muy profesionales, atentos y simpáticos. Íbamos sin reserva dos personas y esperamos apenas 5 min. Pedimos calamares a la andaluza, caballitos de mar y entrecot de ternera a la brasa. Los calamares no nos gustaron nos parecieron un poco secos y con un precio de 18€. Los caballitos de mar tenían una presentación muy bonita y estaban muy buenos, era una gamba rebozada pero la gamba en sí estaba buenisima y tamaño grande. Y ahora la estrella, el entrecot venia acompañado de patatas y pimiento, las patatas estaban muy buenas con un toque a ajo. Pero la carne fue bestial, trinchada, en el punto perfecto y un sabor increíble. Tienen una cámara llena de carnes de calidad suprema por lo que intuyes que su plato estrella es la carne pero aun intuyendolo, cuando la comes te sorprendes. Para terminar pedimos postre, una tarta casera de maracuyá, se podría decir que nunca he comido un postre tan bueno. Tiene en su interior un relleno de chocolate rollo nutella con barquillo y el toque fresco de la maracuyá hace que no sea nada empalagosa. MUY MUY RECOMENDABLE. Precio final 50€ dos personas. También añadir que el restaurante es precioso, tiene todos los detalles cuidados y los baños tienen un...